Capítulo 2

Barachiel suspiro en la cama, el llamado de su padre seguía haciendo eco en su cabeza, la vida seguía clamando por el muy insistentemente y no paraba. No porque se preocupara o le importara, no....la verdad era que Tepew solo quería que su hijo renunciara al poder que la muerte de sus familiares le había dado, Barachiel nisiquiera sabía cómo hacer eso y la verdad es que ya nisiquiera le importaba lo su padre quisiera. En otra época el habría hecho lo que la vida quería sin pensarlo 2 veces solo para ganar un poco de su atención, pero ahora eso ya no importaba analizó apareciendo en la estación espacial.

-No sabía que vendrías -su hermano dijo.

-Si lo sabias, te enteras exactamente en el momento que dejó el inframundo.

-Si, pero no sabía que vendrías aquí -Kayb camino a su lado.

-¿Qué quieres? -Barachiel sabía que su hermano no tenía razón para estar cerca de él.

-Ver si no tienes deseos de matar a la muerte.

-¿Enserio? -lo miró molesto-. ¿Te envío Came?.

-No, no es enserio -había pocos inmortales y lo lógico era llevarse bien entre ellos, sobre todo si eran hermanos.

-Jamás dañaría a Came cuando fue el único que me dio un lugar aunque sólo fuera para hacer enojar a Tepew.

-Miguel te envió algo -extendió una pulsera dorada muy delgada.

-No gracias -nisiquiera lo toco, recibir algo de Miguel lo llenaba de vergüenza y además se sentía indigno.

-Es para que no llames tanto la atención -explicó-. Te la pones y crea una imagen diferente para la mayoría.

-¿Porqué querría algo así?.

-Le dije a Miguel que siempre andas oculto viendo vivir a los demás y el dijo que con esto llamarías menos la atención, no te oculta de las cámaras pero ayudara.

-Bien...-lo tomo-. Como esta tu hijo?.

-Billy esta bien.

-¿Qué su nombre no es Rilaj?.

-Si, es Billy rilaj -la voz de su hermano era extraña y muchos se aterrorizaban al escucharlo hablar pero mientras mencionaba a su hijo esta incluso se suavizó-. ¿Como estas tu?.

-Bien...

-¿De verdad?.

-No, pero no quiero hablar de eso, vengo a este lugar lleno de ruido precisamente porque no quiero pensar en eso -se apresuró intentanto dejar atrás a Kayb lo que lógicamente no era posible puesto que el gran cegador le seguía el paso sin problemas.

-Bien yo...-a lo lejos un humano corrió golpeando a otro con una almohada y ambos pararon para ver lo que sucedía.

-¡Eres un idiota! -uno de los humanos grito.

-¡No más que tu gran estupido! -respondió el segundo mientras un tercero simplemente los veía discutir y atacarse.

-Le diré a mamá -Samiel, uno de los hermanos adoptivos de Bruce, dijo a los que los otros 2 que también eran hermanos lo golpearon con un cojín. Samiel sonrió mientras sus hermanos seguían actuando como niños peleando y discutiendo entre ellos.

-Por el universo -Barachiel miró al piso estaba tan asustado que incluso Kayb lo sintió por lo que miró a todas partes sin comprender.

-¿Qué pasa Barachiel? -el gran cegador lo miró hiperventilar mientras su mandibula temblaba y tragaba en seco.

-Nada...-levantó el rostro cuando sintió que lo observaban lo cual era imposible porque ellos no eran visibles para la mayoría, Barachiel creyó que nada lo podría asustar más pero a lo lejos vio a Syg mirando en su dirección, el chico se veía tan confundido como el y cuando sus miradas se encontraron supieron que tenían muchas preguntas sobre lo que estaba pasando-. Me voy -Barachiel huyó del lugar aterrado, por su parte Syg se oculto tras su psicólogo cuando el trío de revoltosos pasó frente a ello, el omega tomó de la comiseta al humano y tembló mientras el sonido de la risa de Samiel llegaba a sus oídos, de repente quería llorar. El psicólogo volteó y lo abrazo, ni Samiel ni sus hermanos se enteraron de lo que estaba pasando por lo que siguieron su camino rumbo a Bruce y val puesto que estaban de visita.

-Me quiero ir -syg pidió.

-De acuerdo -el psicólogo lo tomó de la mano y lo llevó a casa, mientras estaba solo en la nave Barachiel apareció a su lado.

-Así que somos 3 -Syg susurro asustado.

-Así parece...-Barachiel no lo toco puesto que a syg ser tocado y sobre todo por un Alfa lo ponía mal.

-No quiero.

-Yo menos -el hijo de la vida respondió, ellos lo habían sabido en cuanto se encontraron en ese infierno pero como ninguno deseaba conocer al otro se habían estado evitando todo este tiempo-. Me voy...

-Adiós...-ambos estaban asustados y ninguno sabía que hacer a pesar de que era claro que se necesitaban.

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