Capítulo 2

Estoy escuchando a mi entrañable "amiga" de la adolescencia, Estefanía Andrade, hablar con mi esposo:

-Entonces, le dijiste a Gabriela lo triste que te sentirías si no venía a casa, jajajaja, supongo amor, que sigue siendo tan inocentemente estúpida como en la secundaria, confiaba ciegamente en los dos, no sabe todas las mentiras que inventé para separarla de aquellas engreídas millonarias amigas suyas, y todavía desconoce que te casaste por su herencia -.

- Pero no sé hasta cuándo puedo esperar, es tan molesto que lo tenga todo, y aun así nunca apreció a la familia que tiene, como me gustaría tener la mitad de lo que ella disfruta. Al menos me compraste un buen departamento con su dinero - expresa con envidia Estefanía.

-No esperaremos mucho, el veneno que coloca tu mamá en sus alimentos pronto hará efecto, y morirá de "muerte natural", entonces todo será mío, la casa, la Empresa. Sus padres solamente confían en mí, y siendo su única hija, todo lo manejaré sin problemas y luego de un tiempo tú y yo nos casaremos -.

- Sabes que tú eres la única mujer que he amado, y de no haber sido por ti, seguiría siendo un empleaducho más de esa Empresa, además tienes ganada a su madre, te quiere como a una hija, serás a sus ojos la mejor opción para su triste yerno viudo, jajaja - planifica Jean Paul, mientras se escuchan apasionados besos.

-¡Quiero que seas mía para toda la vida! - se escuchan jadeos, la puerta está medio abierta.

Veo con odio la relación en pleno acto, en el piso mi lencería roja, tuvo el descaro de usarla. No puedo dejar las cosas así, cegada por la indignación, quiero quitarles las caretas. Entro con la copa de vino que tenía en la mano y mientras Jean Paul está encima de ella, abro la puerta de un solo golpe:

-¡Felicitaciones por el aniversario "querido", lo has hecho inolvidable! - le lanzo el vino en la cara, se separa de ella, con el vino chorreando por su rostro, limpiándose con torpeza, se levanta rápidamente, sale persiguiéndome, diciendo:

-Gaby, espera ¡No es lo que piensas, déjame explicarte! -

-Jajajaja, dile eso a tu amigo que todavía lo tienes firme, te quiero ahora mismo fuera de mi casa, llévate a tu zorra. ¿Era mejor mi cama para tu infidelidad que el departamento que le compraste con mi dinero?- él se pone nervioso, se coloca torpemente los pantalones, mientras Estefanía no sabe qué decir.

-Así que hasta intentaron asesinarme con veneno ¡Son tan inteligentes! ¿De verdad piensan que esto no lo va a descubrir nadie? - Jean Paul, saca un arma de la gaveta y me apunta:

-Nadie puede saber esto, morirás y lo haré aparecer como un asalto, esta arma no tiene registro, yo seré un pobre viudo inconsolable ante la pérdida de su amada esposa - Sin poder reaccionar a su amenaza, Jean Paul dispara directo a mi cabeza, caigo en un río de sangre, mis ojos permanecen abiertos viéndolo con odio.

No quiero acabar así, ellos se salen con la suya, y disfrutarán de una vida de abundancia, mientras la mía termina de esta manera, asesinada por quien pensaba estúpidamente que me amaba. La imagen de mis padres vienen a mí, ¡Cuánto los hice sufrir! Por culpa de estos dos monstruos envidiosos, ruego a los Dioses, para que puedan hacerme regresar en el tiempo y cambiar mi patético final. Todo se torna en una profunda oscuridad, mi alma flota en la nada.

De pronto, despierto, escucho me llama Mary: Señorita Gabriela, hoy es lunes, tiene clases, se quedó nuevamente dormida, va a llegar tarde, debe dejar esa vida de fiestas, levántese y tome una ducha para que desayune y pueda llegar temprano -

Despierto, me levanto, corro al espejo, tengo 17 años, terminando el penúltimo año de secundaria. Me veo preciosa, ojos violetas, largo cabello castaño claro, que contrasta con mi tersa y blanca piel, 1.72 de estatura, medidas perfectas. ¡Estoy de vuelta, puedo cambiar mi destino!

Me visto con jeans, franela, zapatos deportivos, recojo mi melena en una coleta, sin maquillaje, tomo mi mochila y bajo corriendo las escaleras. En el comedor saludo a mis padres con sendos besos,

-¿No vas a sentarte a desayunar? - pregunta mi madre sorprendida por mi cambio.

- No mamá, ¡voy saliendo tarde, tengo examen de Biología! - tomo una rebanada de pan tostado con queso y bebo mi jugo de naranja rápidamente, salgo y subo a mi auto, un sedán toyota azul eléctrico, obsequio de mi padre al cumplir 17 años.

-¿Qué le pasa a esta niña hoy? No se vistió como generalmente lo hace, ni lleva maquillaje, se ve mejor así- comenta mi padre, con una sonrisa de satisfacción, mientras mi madre, maniática de la moda, hace un movimiento de negación con la cabeza.

Voy pensando en mi auto, faltan 6 meses para conocer a Jean Paul, me lo presenta Estefanía en diciembre, así que debo comenzar por modificar mi entorno de amistades, comenzando por ella, la arpía de Estefanía.

Generalmente tenía un séquito de "amigas", constituíamos las chicas populares. Eramos cuatro: Greta Günter, rubia de ojos azules, hija de un Empresario alemán, Penélope Rosso, pelirroja de ojod verdes, hija de un magnate petrolero, con muchas empresas a su cargo, Estefanía Andrade, castaña de ojos amarillos, nuestra chica proletaria que adoptamos, a pesar de que estudiaba con una beca.

Fue incluida en nuestro grupo porque la Directora Hunter, nos lo pidio de favor personal. Ya que era excluida y despreciada por todos en la secundaria Lincoln. Quienes allí estudiabamos eramos hijos de familias adineradas, uno que otro estudiante era becado.

Adoptamos a Estefanía de buen agrado, le comprábamos ropa y zapatos, para que estuviera a nuestro nivel. En otras ocasiones, le regalabamos nuestras propias ropas, cuando iba a nuestras casas y le gustaba algo de nuestro closet. Pero, yo nunca imaginé que era una resentida social, envidiosa de lo que no tenía.

Este día llamé a Estefanía para que tomara el transporte escolar, yo no seguiría siendo su chofer particular, no me desviaría de mi camino nunca más.

- Estefany, lo siento "amiguis", no puedo pasar por ti hoy, debes tomar el bus, me levanté tarde para el examen y voy llegando muy tarde - le digo sin ápice de compasión.

-Pero, pero, ¡No me puedes dejar así no más! ¡No puedo tomar ese horrible transporte! Ademas, ese examen te lo pueden repetir si lo solicitas - responde horririzada de pensar en llegar en el transporte de los perdedores, según su pensamiento, ella cree que merece más que eso.

- Estefany, no me voy a desviar, no tengo tiempo, lo siento, chaito- cuelgo, dejo el celular en modo avión. No espero a que ella vuelva a llamar para atosigarme con sus exigencias, ya no la soporto, mi corazón es un gran hoyo negro.

Llego a la secundaria Lincoln, es un edificio que parece un castillo realmente impresionante con hermosos jardines y grandes instalaciones deportivas, había olvidado lo afortunada que era. En el estacionamiento me encuentro a Greta y a Penélope, llegando al mismo tiempo. Nos saludamos con besos en ambas mejillas. Penny comenta:

- Me decepcionas amiguis, acabas de romper el "Código de amiga" N° 20, "vestirse todas con el mismo estílo dependiendo de la ocasión" ¿Qué es eso que traes puesto hoy? -

- Pareces la versión de Estefany antes de conocernos- se ríe divertida Penny.

- ¿Acaso es el día de las Indigentes y no lo sabíamos?- comenta Greta riéndose.

-Aunque veo que hoy no eres la chofer particular de Estefany, punto por eso amiguis - observa sarcástica Greta.

- El código dice: "dependiendo de la ocasión", y hoy la ocasión es un examen y me levanté muy tarde, así que no estoy rompiendo ninguna regla, es solo cuestión de emergencia, Regla N° 12 "Las emergencias lo justifican todo". Y tienen razón amigas, no puedo ser chofer de Estefany forever - todas reímos.

Recuerdo muy bien esos juegos de amigas que teníamos, cumpliamos fielmente 20 reglas de nuestro "Código de Amiga", que nos unía como hermanas desde la primaria, era muy divertida esa parte de nuestra amistad, y en esta vida no pienso defraudarlas...

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