Capítulo N°20

James.

Me bajo del auto y me acerco despacio, no quiero asustarla porque está en el borde del acantilado, no se en que está pensando pero la veo triste y le digo.

⎯ No tienes que saltar. Si no quieres casarte conmigo, esta bien, yo buscaré otra solución.

⎯ Jajaja, no voy a saltar, no eres tan importante.

⎯ ¿Puedes correrte un poco más atrás?

⎯ ¿Le tienes miedo a la altura?

⎯ En realidad, si.

⎯ Esta bien.⎯ se acerca a mi lado y me dice.⎯ Ven.⎯ le tomo la mano.⎯ Hay unos bancos por aquí.

⎯ ¿Vienes muy seguido?

⎯ No, en realidad, hace mucho que no venía, pero hoy necesitaba tomar aire.

⎯ Yo estaba recorriendo la ciudad hasta que te vi, pero sentí temor al notar que era un acantilado.

⎯ No exageres, no es tan alto y no me iba a tirar.

⎯ Yo no sabia eso.

⎯  ¿Por qué te preocupas por mi?

⎯ No lo sé, es algo que me nace, la forma en que tu padre te miro ayer, me hizo pensar que  a lo mejor te dañe y siento culpa.

⎯ ¿Has visto tu espalda? No está mucho mejor que la mía, pero es algo que me encanta y no lo voy a cambiar. No debes sentir culpa si no placer.

⎯ El placer lo siento durante el acto, pero nunca estuve expuesto como ayer y ahora entiendo la preocupación que le cause y quiero ser responsable. Es lo que mi padre hubiese querido.

⎯ Te propongo algo, acepto casarme contigo pero con la condición de que si esto no funciona nos divorciamos enseguida, nada de planear un futuro, nada de hijos y siempre seremos exclusivos. Tú te libras de toda culpa y yo salvo mi reputación. Ahora todos saben mi secreto, tantos años guardando silencio y sin decir una palabra para que en una semana todo cambie.

⎯ Me parecen justas tus reglas pero yo también tengo condiciones, si tienes que viajar por algún desfile yo iré contigo, haremos un acuerdo prenupcial donde cada uno se va con su dinero, ni un peso más ni uno menos. ¿Quién me dice que no seas una casa fortuna?

⎯ Escúchame, infeliz, yo no necesito tu dinero y hasta podría pensar lo mismo de ti, al fin de cuentas trabajas para mi hermano.

⎯ Eso lo veremos, y por último, y no menos importante, si nos llegamos a enamorar de otras personas nos divorciamos inmediatamente sin ningún tipo de objeción.

⎯ Me parece perfecto.

⎯ ¿Tenemos un trato?⎯ le pregunto muy animado.

⎯ Trato hecho.

⎯ Ahora, ¿qué te parece si te invito a cenar y me das una respuesta de forma oficial y sin escapar?

⎯ Vamos, conozco un lugar donde sirven unos mariscos que son una delicia y podemos ir caminando.

Entramos y el lugar estaba muy concurrido, unas chicas se acercaron y le pidieron una foto. Ella fue muy amable y yo me ofrecí a tomarles la fotografía, tendré que acostumbrarme a su fama.

Nos sentamos en una terraza que da al mar y no pude dejar de observar que lleva el anillo. Una sonrisa se dibujó en mi labios, en el fondo sabía que me acepta.

⎯ Deja de sonreír, no me lo pude sacar, tengo el dedo inflamado.⎯ me descubrió.

⎯ A ver.⎯ le digo. Tomo su mano y deslizó la sortija, sale con facilidad.⎯ Mentirosa, admite que te gusto.

⎯ En realidad, es muy bella pero el milagro se debe a la pomada que me puso Inés hoy por la tarde.⎯ miente descaradamente.

⎯ Tendremos que agradecerle, ahora que ya tengo el anillo en mis mano te pregunto oficialmente.

⎯ ¡NO TE ARRODILLES POR FAVOR!

⎯ Le sacas lo emocionante, pero esta bien, lo haré a tu modo, ¿sentado asi esta bien?

⎯ Así es mucho mejor.

⎯ Señorita orgullosa, ¿quieres casarte conmigo?

⎯ Acepto, señor tradicionalista.

⎯ ¿Puedo besar a la novia?

⎯ Solo algo suave, hay paparazzi en todos lados.

Me acerqué muy suavemente, nuestras sillas estaban juntas así que rápidamente acorte la distancia, nuestro beso fue suave pero cargado de emociones y necesitado de más contacto. Cenamos lo más rápido posible ya que nuestros cuerpos aclamaban estar juntos, pagamos la cuenta y cada uno en su auto estacionamos frente al departamento. Subimos al ascensor y entre besos y caricias nos dedicamos a darnos placer, fue una noche larga y muy ardiente. A la mañana me levanto sin despertarla, recojo mi ropa y salgo de su hogar, estoy destruido, casi no dormí, y en dos horas tengo una reunión con Benjamín. Si sigo así, esta mujer me va a matar.

Emma.

 Me desperté y nuevamente no estaba por ningún lado, estoy comenzando a sentir un vacío que no me gusta, si vamos a casarnos, tendrá que quedarse al menos a desayunar conmigo, además, otra vez fue cariñoso en la forma que lo hicimos. ¿Qué me está pasando?, rompí todas mis reglas, me voy a casar y ahora, ¿lo extraño? Estoy en la ducha y pienso que debo ir a controlar mi DIU, hace mucho que no me hago un control y he tenido muchas relaciones en poco tiempo. Si bien me gusta el sexo nunca lo hago más de dos veces a la semana para tener tiempo de curar mis heridas, pero esta semana no hubo un día que no estuviera con James. Luego de desayunar y pensar bien las cosas pido un turno con mi doctora pero esta de vacaciones, tengo que esperar quince días para mi turno. Se que todo está bajo control así que no me preocupa esperar. Además, mi periodo tiene que llegar unos días antes, justo para la revisión, mejor imposible.

Llamo a mi madre para darles las novedades, responde enseguida.

⎯ Mamita, ¿cómo estás?

⎯ ¿Qué sucede? Solo me dices así cuando pasa algo.

⎯ Acepte casarme con James.⎯ se sorprende y me dice.

⎯ ¿Pero qué te hizo cambiar de opinión?

⎯ Anoche hablamos y tenemos mucho en común y creo que es perfecto para mi.

⎯ Que bueno que sea por eso. ¿Qué te parece si preparamos una boda doble con Kevin.

⎯ No, yo quiero algo íntimo y solo mío, no quiero compartirlo con mi siamés.⎯ miento descaradamente y mi madre no parece notarlo. Sé que Kevin se casa por amor y su boda será especial, todo lo contrario a la mía y no quiero arruinar su momento.

⎯ De acuerdo, me parece una buena idea.

⎯ Gracias, mamita.⎯ y cuelgo.

Ya mi familia sabe la novedad, ahora falta poner la fecha y organizar una boda.

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