Capítulo N°19

Emma.

Estoy acomodando las cosas de mi departamento cuando siento que el timbre suena, es Inés. Me muestra que trae unas facturas para el mate. Hace mucho que no teníamos una tarde para hablar, estoy muy nerviosa y se nota. La miro de pies a cabeza y la veo hermosa en un enterito blanco que reconozco enseguida de una colección que desfile.

⎯ Te queda muy lindo.⎯ le digo y se pone colorada.

⎯ Disculpa, no lleve demasiada ropa a la casa de Camy y ella dijo que podía usar tus cosas. Que pena me da pero también tome prestado un vestido.

⎯ No te disculpes, y puedes quedarte con todo eso. Tengo ropa por todos lados y no me alcanza el tiempo para usarla.

⎯ Muchas cosas no son de mi estilo, me costó mucho encontrar algo para ir a trabajar.

Nuevamente tocan el timbre y es Kevin. Inés le abre la puerta y él todo descarado dice.

⎯ Guauuu… Hola. Pero que tenemos aquí, están muy bellas las dos.

⎯ No seas tonto, yo soy siempre bella, ella es la que te sorprendió.

⎯ Tienes razón, pero hoy estas mas linda que nunca.

⎯ Ya basta los dos y empecemos a hablar. ¿Quién quiere comenzar?⎯ dice Inés.

Todos nos miramos y ninguno parece convencido hasta que Kevin dice.

⎯ Comencemos por las buenas noticias, Camila transformó a Betty de una manera impresionante.

⎯ Te lo dije, no deja nada a medias.⎯ le digo convencida de conocer a mi madrina.

⎯ Pero eso no es todo, aceptó ser mi esposa y el domingo todos la van a conocer, iremos a almorzar a casa de mis padres.

⎯ Espera, ¿y los tíos que dijeron?⎯ dice Inés.

⎯ Están encantados por conocerla pero el problema surgió cuando mi madre se enteró que Camy ya la conoce.⎯ ambas nos miramos y decimos.

⎯ ¡Celos!

⎯ Si, pero en unas horas ya se le va a pasar. Bueno, eso es todo. ¿No me van a felicitar?

⎯ ¡Felicidades!⎯ otra vez hablamos a la misma vez y nos reímos.

⎯ Sigo yo⎯ digo de golpe.⎯ Anoche James me siguió y pasamos la noche juntos. Quiere que le dé una respuesta, no entiende que mi padre solo bromeaba y no es necesario todo esto.

⎯ Espera, ¿es en serio lo de la boda?⎯ me dice Inés.

⎯ Si, mira.⎯ le muestro el anillo que no se porque todavía conservo.⎯ Anoche se lo devolví y hoy lo tenía otra vez en mi dedo. Es una pesadilla. Si tan solo mi padre no hubiera notado mi espalda y el idiota no se hubiera metido en mi camerino, nada de esto estaría pasando. ¡Yo no me quiero casar!⎯ comienzo a llorar, estoy muy angustiada.

⎯ ¿Y si te casas con un acuerdo que al año puedes pedir el divorcio? No tienes que casarte para toda la vida con alguien que ni conoces.⎯ dice Kevin.

⎯ Es una locura, no lo hagas, no sabemos si no es un loco, mira como le deja su espalda.⎯ dice Inés.

⎯ Pero, ¿qué tiene que ver tu espalda con él? Si ese idiota te golpea lo mato.⎯ dice Kevin.

⎯ Ya basta, es hora de contarte, Inés ya lo sabe y parece que entendió mejor que tu. En el almuerzo viste que tenia marcas y te dije que me gusta el sexo rudo. En realidad amo lo sado, llevar mi cuerpo al extremo del placer a través de torturas voluntarias. Además, si mi espalda te preocupa debes ver como esta la de él.⎯ y comienzo a reír.

⎯ ¡Estás loca! Esas cosas pueden terminar mal, pones tu vida en peligro.⎯ dice Kevin.

⎯ Ay, por Dios, como que tu no haces lo mismo.⎯ dice Inés.

⎯ Yo no practico esa locura.⎯ dice un Kevin indignado.

⎯ Hablo de poner tu vida en peligro.

⎯ ¿Qué sabes tú de él? Y tú, ¿qué me estás ocultando siamés?⎯ “Yo te cuento” dice Kevin y mira con ganas de matar a Inés.

⎯ Corro carreras clandestinas, eso ya se los había dicho, hace años que soy el campeón de Argentina. El tema son las apuestas y hasta que no llegue alguien que me supere no podré librarme de seguir corriendo así. Me llaman Rayo y si no hubiera estado esta niña en problemas mi secreto estaría aún guardado bajo llaves. Pero aún hay más, estoy preparando un auto para correr en la fórmula uno como profesional y ya tengo mi representante. Solo tengo que conseguir salir del bajo mundo.

⎯ Perdón, no te quise descubrir delante de Emma.

⎯ Descuida, hoy es día de confesiones. Te toca.

⎯ Quiero saber todo de Paco.

⎯ No me corresponde contarte nada, yo sí sé guardar secretos.⎯ me dice ofendido.

⎯ Entonces tengo razón y él guarda un secreto.

⎯ ¿Quién es Paco?

⎯ Paco es un amigo y al parecer está interesado en Inés pero parece que ella no.

⎯ ¿Por qué dices eso?

⎯ Porque estaba esperando aunque sea un mensaje por los cambio que realizó en su auto señorita, y no recibió nada.⎯ Kevin la mira directo a los ojos al pronunciar esas palabras.

⎯ No me fijé mucho en el auto, estaba más bien pensando en qué hacer con él, va muy rápido, me besa cada vez que puede y quiere tener algo conmigo y yo ni siquiera lo conozco.⎯ dice Inés.

⎯ Jajaja, mi vida, eso te preocupa… mira mi dedo, a mi me van a casar solo por tener sexo.

⎯ Jajajaja.⎯ todos terminamos riendo.

⎯ En realidad me da pena decir esto, pero yo nunca tuve novio o al menos uno de verdad, el único que se mostró interesado en mí resultó ser gay y solo fingía estar conmigo para acceder a la dirección del hospital. Siempre nos besamos, pero era todo muy raro, era como besar un muñeco, y no pasó nada más, no he estado con un chico. ¡Soy virgen! Listo, ya lo dije. Me da vergüenza que Paco quiera llegar más lejos y no saber qué hacer. Él es mucho más intenso y apasionado y yo por más que use tu ropa, maquillaje no soy como tú y mi timidez aflora. Hoy arruine todo un lindo desayuno por unos tontos besos y aceptar que me gusta.

⎯ Inés, mírame, Paco es un gran hombre, no tienes que temer de él, lo conozco muchísimo y no te pondría en riesgo con un pervertido. Confía en tus instintos y si sientes que quieres estar con él, no lo dudes más, para el amor no hay tiempos que valga. Solo hazlo. Disfruta la vida.⎯ le dice Kevin a Inés y creo que es un buen consejo. Debería ponerlo en práctica, sin decir una palabra tomé una decisión.

⎯ Bueno, chicos, ya es tarde y tengo que salir. Disculpe que los eche de mi departamento pero no puedo perder más el tiempo.⎯ les guiño un ojo y les indico la puerta.

En realidad solo quería salir a tomar aire fresco, necesitaba pensar y hablar con James. Subo a mi auto y un presentimiento o corazonada o no sé qué, hace que me estacione frente al río en la costanera. Hay viento y mi cabello está suelto y siento que  se mueve al ritmo de las olas, la noche está hermosa y las estrellas brillan más que nunca.

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