Capítulo Nº18

Kevin.

Hoy me levanté más feliz que nunca, mi princesa aceptó casarse conmigo y todo marcha muy bien en mi trabajo. Estoy por llegar a la concesionaria, solo faltan unas cuadras cuando me llama Inés, así que estaciono mi auto y atiendo. La seguridad ante todo. Ella quiere hablar de Paco y se nos une Emma, ya me imagino de que se trata, quedamos en vernos a la tarde, cortó la llamada y continuo con mi viaje.

Luego de trabajar un par de horas en un proyecto nuevo, tomo el ascensor y voy a ver a mi jefe. Espero que esté de humor para soportar un interrogatorio.

Llego y Analuz su secretaria me anuncia, ella es una persona mayor, alta, delgada y de lentes. Comenzó a trabajar de grande, toda su vida estudió mientras criaba a sus hijos. Es muy capaz por eso tuvo la oportunidad de trabajar en esta compañía.

Me indica que ya puedo pasar y que enseguida nos lleva dos cafés. Entro y lo veo sentado con sus lentes puestos, su traje impecable como siempre y le digo.

⎯ Buen día, jefe.

⎯ ¿Qué tienen de buenos?

⎯ Pero qué humor manejamos esta mañana.⎯ se incorpora en su sillón y me dice.

⎯ No pude dormir en toda la noche. ¿Y tú por qué estás tan feliz?

⎯ Betiana aceptó ser mi esposa y este domingo se la presentaré a mis padres.

⎯ ¿Ya hablaste con ellos?

⎯ Aún no. Lo haré después de ver a las chicas.

⎯ ¿A qué chicas?

⎯ A Inés y Emma. Por cierto, ¿qué pasa con Inés?

⎯ Nada, solo le arreglé el auto, por eso no dormí, era un peligro esa chatarra, me quedé toda la noche supervisando el trabajo.

⎯ Espera un momento, ¿le arreglaste su cafetera vieja y no te dijo nada? Eso es nuevo. Por años me ofrecí a hacerle unos cambios y no quiso. Nunca me dejó hacerle ni siquiera un cambio de aceite. ¿Cómo la convenciste?

⎯ Eso explica muchas cosas, era un peligro su estado, ni siquiera frenaba bien. Y contestando a tu pregunta, creo que todavía no se dio cuenta por qué no me dijo nada.

⎯ ¿Qué pasa entre ustedes?

⎯ Hoy estamos de preguntón… Se supone que venías a traerme unos informes. Mejor pongámonos a trabajar o no te pagaré el sueldo.

⎯ ¿Sabes qué? Como dice mi hermana, ahora cuando Inés me pregunté por ti, le diré que eres un mal jefe.

⎯ Ni se te ocurra revelar mi identidad, prefiero que piense que soy un simple mecánico.

⎯ Como quieras.

Comenzamos a hablar de trabajo, las modificaciones que le sugerí eran mucho más productivas y quedó muy satisfecho con el resultado final.

Salgo de su oficina y veo que son las dos de la tarde, todavía no almorcé y tengo hambre. Llamo a casa de mis padres y atiende mi madre.

⎯ Hola, mamá.

⎯ Hola, Kevin.

⎯ Estaba pensando si quieren con papá venir a almorzar. Hoy necesito hablar con ustedes.

⎯ ¿Por qué no vienes a casa? El almuerzo ya está casi listo… Así hablamos tranquilos.

⎯ De acuerdo, no comiencen sin mí.

⎯ Te esperamos, bebé.

⎯ Adiós.

Salí del trabajo y le avisé a Analuz que no volvería en todo el día, a veces me tomo ese tipo de atribuciones por ser amigo del jefe. Paco sabe que le cumplo en cada proyecto y me da libertad de trabajar a mi ritmo. Así que no cumplo un horario de salida fijo.

Llego a casa de mis padres y la mesa está servida, el aroma a pollo al horno con papas se extiende por todo el comedor. Sentir el olor a la comida casera es inigualable, y mi madre tiene una mano única para la cocina.

⎯ Hola, veo que ya estaban listos para empezar.

⎯ Pasa, bebé, recién nos sentamos, estamos intrigados por saber de qué quieres hablarnos.

⎯ Mejor comemos y después hablamos.⎯ interviene mi padre.

El almuerzo fue de lo más divertido recordando la propuesta de matrimonio de James, no fue nada como lo que organizó Benjamín, él estuvo en cada detalle para sorprender a Esmeralda.

⎯ Mamá, de eso mismo les quiero hablar.⎯ les digo ya un poco más serio.

⎯ ¿Del compromiso de tu hermana?⎯ pregunta mi padre.

⎯ De mi compromiso.⎯ les digo y los miro a los ojos.⎯ hace un tiempo estoy con una chica y anoche le propuse matrimonio.

⎯ Pero, hijo, nosotros aún no la conocemos, no es que te vamos a conseguir pareja ni nada de eso, pero no quiero que me la presentes el día de la boda.

⎯ Mamá, no exageres, ni siquiera le di un anillo formal, solo uno de papel.

⎯ Kevin Bustamante, ¿acaso no tienes dinero para comprar un anillo decente? ¡Qué vergüenza! ¡Que van a decir sus padres!⎯ dice muy enojada.

⎯ Ella no tiene padres, y no lo planee, me salió en el momento, fue algo espontáneo y que me nació del corazón.

⎯ ¡Qué romántico!

⎯ Pero, mujer, recién lo regañabas y ahora lo admiras. Y, bueno, ¿cuándo conoceremos a tu novia?

⎯ Su nombre es Betiana y quiero que organices un almuerzo el domingo con la familia.

⎯ ¡Qué emoción, tendré otra hija!

⎯ Mamá, ella es tímida, solo no la acosen y traten de no invitar a nadie más.

⎯ ¿James ahora cuenta como familia?

⎯ No sé, Emma huyó del lugar y no le dio una respuesta.⎯ todos comenzamos a reír.⎯ Por suerte Betty me contesto rápido, no quiero imaginar lo que está pasando ese gringo.

⎯ Sí, pobre. Bueno, hijo es hora que te marches, tengo mucho por planear, llamaré a Camy y a Isa para empezar con todo.

⎯ Mamá, no lo tomes a mal pero… Camila ya la conoce.

⎯ Siempre tu madrina está primero para todo. ¿Por qué se la presentaste primero a ella? Tan mala no soy.

⎯ No es eso, es que le pedí ayuda para que vaya entrando en confianza y le hable de los maravillosos padres que tengo.

⎯ Haré de cuenta que te creemos.⎯ dice mi padre.

⎯ Papá, no ayuda tu comentario.⎯ veo a mi madre enojarse peor.

⎯ Todos saben que Camy es la divertida del grupo, por eso la elegiste.

⎯ Gabriel Bustamante, ¿me llamas aburrida?

⎯ Seria, mi amor, seria.

⎯ Los odio, pero para que vean que no soy rencorosa le organizaré el mejor almuerzo de toda la historia de los almuerzos. Esto es personal.

⎯ Te amo, mamita linda, no te enojes.

⎯ Ya no tienes cinco años, eso ya no funciona.

La vemos subir las escaleras muy enojada y mi padre se ríe.

⎯ Todavía estás a tiempo, mira a lo que te enfrentarás en un futuro.

⎯ Gabriel te escuché, hoy duermes en el cuarto de Kevin.

⎯ Mi amor, no puedes dormir sin mí. Bueno, hijo, vete, voy a intentar reconciliarme con tu madre.

Salgo con una sonrisa en el rostro, fue mejor de lo que esperaba y aunque al final mi madre se puso celosa una vez más de Camila, sé que es solo temporal y luego se le pasara. A menudo sucede lo mismo y con el transcurso de los años ya aprendimos que lo mejor es darle su espacio y dejarla sola.

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