Capítulo Nº15

Kevin.

Pasaban las horas y yo no tenía noticias de Betty ni de Camila, estaba preocupado pero tenía que acompañar a mi siamesa en su desfile, lo que sucedió después en la celebración fue toda una sorpresa, en un momento pensé en ayudarla, pero al ver la reacción de Raúl me quede sin palabras. Salí de ese lugar pensando si mis padres reaccionarían de la misma manera si yo le propongo matrimonio a mi novia, esa idea ronda hace un tiempo en mi cabeza, pero tampoco sé qué piensa ella y no me gustaría no tener una respuesta como el pobre de James.

Llego a casa y todo está en silencio, voy  a la habitación y una chica rubia está acomodando mucha ropa en mi closet. Me acerco y reconozco enseguida su perfume, ella todavía no nota mi presencia y le digo.

⎯ Si piensas dejar todo eso ahí tendrás graves problemas. Tengo una novia muy celosa y no creo que le agrade saber que una belleza como tu está ocupando su lugar.

⎯ Si tu no reconoces a tu novia por un simple cambio de color de cabello, y coqueteas con una extraña, estas en serios problemas.⎯ me dice sin darse vuelta, así que me acerco y la tomo de la cintura.

⎯ Puedes cambiar tu cabello e incluso tu rostro, pero nunca podrás cambiar el olor de tu piel y te reconocería con los ojos cerrados.⎯ la giro y la beso. Luego de unos minutos le digo.⎯ Estas muy hermosa, aunque no es necesario que cambies en nada.

⎯ Me gusto jugar un día a ser diferente, pero siempre puedo volver a mi color natural.

⎯ Por mi no te preocupes, me gustas en todas tus formas.

⎯ Tengo que agradecerte, tu madrina es muy tierna y me compro un montón de cosas, no se como voy a pagarle todo esto.

⎯ Amor, de eso te quería hablar, ven, vamos a sentarnos.

⎯ ¿Qué sucede?

⎯ Mira.⎯ le entrego una tarjeta a su nombre.⎯ Esto es para ti, no tiene límites de compra, puedes usarla como quieras. No quiero que sientas pena por no poder costear tus gastos, eres mi mujer y no quiero que nada te falte. Puedes salir de compras, invitar a tus amigas, ir a la peluquería, lo que sea.

⎯ Kevin, yo no puedo aceptar esto, es demasiado y no es justo para ti que te ocupes así de todo.

⎯ Lo hago con gusto y no acepto un no como respuesta.

⎯ Esta bien, lo pensaré, pero mientras tanto qué te parece si comemos algo, con el día movido que tuve no almorcé muy bien y ahora siento que voy a morir en cualquier momento.

⎯ ¿Quieres salir o pedir algo?

⎯ Con pedir unas hamburguesas, estoy más que satisfecha.

⎯ Perfecto, ya me ocupo de eso mientras tu terminas de ordenar tu ropa.

⎯ Gracias.

Salgo de la habitación y voy a la cocina, busco un imán que tengo en la heladera de una hamburguesería. Al vivir solo, los deliverys son mi mejor opción para cenar ya que por lo general almuerzo en la oficina. Termino de hacer el pedido y llamo a mi madrina, contesta enseguida.

⎯ Hola, corazón, ¿te agrado la sorpresa?

⎯ Por eso te llamo, eres fantástica, no puedo creer lo hermosa y feliz que está Betty, gracias por regalarle todas esas cosas. Te debo una.

⎯ Gracias a ti, mi vida, por permitirme conocer a ese encanto de persona, es una niña con un alma muy frágil, le hicieron mucho daño asi que mejor la cuidas.

⎯ Lo sé. ¿Crees que a mis padres les agrade?

⎯ No hay persona en el mundo que esa pequeña no pueda conquistar, no lo dudes más y habla con ellos.

⎯ Lo haré.

⎯ Solo una cosa me preocupa y es que conocía a Carlos y el tema de su libertad, yo no me confiaría tanto en ese hombre.

⎯ ¿Te contó sobre eso?

⎯ Obvio. Sabes, si quieres que un pajarito asustado cante, hay que darle un buen masaje antes, jajaja.

⎯ Eres terrible.

⎯ Pero está super relajada, sabrás qué hacer en la noche con esas curvas.

⎯ Tia, eres…

⎯ Cuidado, muchachito, con lo que vas a decir.

⎯ ¡Que eres la mejor!

⎯ Ahh, asi me gusta, ahora ve a disfrutar mi regalo.

⎯ Adios, te quiero.

⎯ Yo más.

Termino de hablar y el timbre de la puerta suena, es la cena así que solo falta mi princesa. Nuestra comida fue simple pero muy divertida, le comenté lo que pasó con Emma y ella me sorprendió al decir.

⎯ La verdad que es horrible, yo no soportaría una escena así, con la presión de tener que contestar solo porque estamos rodeados de personas. No, definitivamente eso no es para mi.

⎯ ¿Y como te gustaría una propuesta de matrimonio?

⎯ No se, algo improvisado que salga del corazón, sin testigos, solo dos personas pensando en un futuro juntos, no se, algo simple.⎯ mientras ella habla comencé a enrollar un pedazo de servilleta para formar un anillo.

⎯ ¿Algo como esto?

⎯ Puede ser, nunca lo pensé en detalle.⎯ me levanto y me arrodillo a su lado.⎯ ¿Qué haces?⎯ me mira sorprendida por mi gesto.

⎯ Es lo más simple que conseguí en estos minutos, ¿te casarías conmigo?⎯ y le muestro mi anillo de papel.

⎯ Es hermoso, si acepto.⎯ le coloco mi anillo improvisado y la beso.

⎯ Creo que te tendré que comprar uno mejor, ese puede romperse en el agua.

⎯ Comprame todos los anillos que quieras, pero este será mi preferido y lo guardaré como un tesoro.

⎯ Te amo.

⎯ Yo tambien te amo.

Los besos subieron de intensidad y terminamos recostados en el sillón. Tuvimos una noche muy romántica y me tomé el tiempo necesario para recorrer despacio cada una de sus curvas. Ahora estamos en el dormitorio y la veo descansar con una sonrisa en sus labios y con su anillo de papel en su dedo anular.

Mi propuesta no fue como lo pensé, ni siquiera tenía un anillo soñado, pero sus palabras me llegaron al alma y no quería perder esta oportunidad de sorprenderla y hacer todo a su manera. Igualmente cuando les anuncie el compromiso a mis padres se que harán una gran celebración en su hermoso jardín. Hablar con mi madrina me dio confianza, se que ellos la aceptarán si me ven feliz.

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