Capítulo Nº11

Inés.

Después de atender a Emma, me dirigí al hospital. Sabía que hoy sería un día tranquilo, por lo general, la rutina de los lunes es fácil y nada complicada salvo si surge alguna emergencia. Entró a la oficina de enfermería y me encuentro con una hermosa sorpresa, sobre mi mesa hay un ramo de flores, son jazmines mis preferidas y una nota que dice.

                 Tomé prestado tu auto para refaccionar tus cubiertas.

                   Espero que no te moleste, te lo devuelvo por la tarde.

                                        Con cariño, P.

Ese pequeño detalle me hizo muy feliz y ni siquiera recordaba que tenía que arreglar mi auto, me di cuenta que estuvo averiguando varias cosas sobre mi. Saco mi celular del bolso y lo llamo, luego del segundo tono atiende.

⎯ Hola.

⎯ Hola, Paco.

⎯ Inés, qué linda sorpresa.

⎯ Llamé para agradecerte las flores. Y no era necesario que  te ocupes de mi auto, yo podía llamar a una grúa, pero, ¿cómo sabías que necesitaba arreglarlo?

⎯ Kevin me aviso que tenías problemas, así que fui con mi grúa y lo remolque, él ya me entregó la llave, así que luego te lo devuelvo.

⎯ Muchas gracias, es un alivio que te puedas encargar de eso, dime cuanto te debo por tus servicios.

⎯ Qué te parece si me pagas esta noche con una cena.

⎯ Disculpa, no se cocinar, pero podemos pedir pizza.

⎯ Me encanta la pizza. Nos vemos más tarde.

⎯ Adiós, y otra vez, gracias… ahhh me olvidaba, tus flores son preciosas.

⎯ No tanto como tu. Adiós.

Sentía mis mejillas arder, mi corazón estaba a punto de estallar, era la primera vez que un chico muestra tanto interés en mí y no me compara con lo bella que es Emma. Espero que cuando la conozca no se arrepienta de haber elegido al patito feo de la familia o a la nerd como me dicen.

Estoy terminando mi día y voy al estacionamiento a esperar a Paco, escucho como un auto frena cerca mio y bajan dos hombres, uno me amenaza con un cuchillo y el otro es Carlos que comienza  a hablar y lo noto muy enojado, y con dificultad para respirar.

⎯ Mira, niña, ya me canse de tus juegos, trate de darte tiempo y me fallaste, así que en este momento voy a subir los videos a la red.

⎯ ¡No lo hagas! Está bien, bailare para ti, pero solo un día y todo se termina. Cuando tenga una noche libre, te aviso, dame un número de contacto y yo te llamaré, pero por favor no subas los videos.

⎯ Así me gusta, que cooperes. Espero tu llamado lo antes posible, que no pase de esta semana o el Domingo serás famosa.

⎯ Te lo prometo, haré lo que me digas, pero me darás los videos.

⎯ Eso será después que bailes para mis clientes, jajajaj. Vamos.⎯ le dice a su secuaz y salen tan rápido como vinieron.

Estoy nerviosa pero el plan ya comienza a funcionar y Gerónimo tenía razón, me hará negociar otra vez por los videos después de bailar. Todo parece que marcha bien.

Estoy a punto de llamar a Gerónimo cuando las luces de mi auto me hacen seña, es Paco y se ve muy elegante en traje y yo con mi ambo, ahora me siento ridícula. Se baja y me abre la puerta, es todo un caballero.

⎯ Hola, disculpa, no pensé que iríamos a comer a algún lugar y no tuve tiempo de cambiarme.

⎯ No pasa nada, esta es mi ropa de trabajo.⎯ lo miro y no puedo creer que sea la persona que estuvo conmigo en los últimos días.

⎯ Si quieres vamos a casa de Camila, me cambio y salimos, de paso hablo con Gerónimo.

⎯ ¿Gerónimo? Disculpa, no debo involucrarme, si es algo personal no tienes por qué contarme.

⎯ A decir verdad es un oficial de la policía y me esta ayudando con Carlos.

⎯ ¿Te volvió a molestar?.⎯ lo noto algo enojado cuando me pregunta.

⎯ Se acaba de ir en realidad, pero ya pude controlar la situación.

⎯ Lamento haber llegado tarde, no te hubiera molestado si me ve junto a ti.

⎯ ¿Por qué dices eso?

⎯ Por nada, vamos a casa de tu tía.

⎯ Esta bien.

Siguió manejando en silencio como pensando en algo importante y no lo quiero interrumpir. Me acerco a la radio y están pasando unas de mis canciones preferidas, voy mirando por la ventana y comienzo a cantar en voz baja para no espantar a mi acompañante. De repente siento que sube el volumen y él también empieza a cantar.

⎯ Me gusta esta canción aunque es muy cursi.⎯ dice y se ríe.

⎯ A mi también, es una de mis favoritas, aunque en realidad no tengo linda voz para el canto. Prefiero bailar.

⎯ Si quieres podemos salir a bailar un día de estos, pero eso si yo no me subo a las jaulas, jajaja.

⎯ Eso fue solo una vez y mira en los líos que estoy metida. Todo por ir a una despedida de soltera de alguien que ni siquiera conozco bien, es una amiga que no veo desde el jardín de niños. Ni sé por qué fui.

⎯ Eres joven y te quieres divertir, es normal. Lo que está mal es que tipos como Carlos se aprovechen de esa situación. Llegamos.⎯ dice y frena el auto frente al departamento.

⎯ Vamos, mi tía no muerde, baja conmigo asi ya les digo lo que va a pasar el viernes.

⎯ ¿Qué va a pasar el viernes?

⎯ No seas ansioso y vamos.

Bajamos del auto y vamos directo al departamento de Camy que junto a Gerö ya nos estaban esperando así que solo había que entrar.

Entramos y hago las presentaciones correspondientes, ambos hombres se miran algo extraño, pero últimamente todo me da desconfianza. Para despejar mis dudas y sacar esas ideas locas de mi cabeza voy directo a la cocina a traer unos refrescos y mi tía me acompaña.

⎯ Ya, niña, ¿de donde conoces a ese bombón?

⎯ Me lo presentó Kevin y solo somos amigos.

⎯ Un amigo muy guapo.

⎯ No me fijé realmente, solo fue amable y me ayudó a arreglar las cubiertas. Además me cuida desde el ataque de Carlos.

⎯ Ahh si, y por eso el traje y ese perfume que por Dios, me hace acordar a mi ex jefe.

⎯ ¿Lo notaste? Yo pensé que solo el tío y mi hermano tenían mal gusto, jajaja.

⎯ Chicas, las paredes no son insonorizadas.⎯ dice Gerö y se matan de risa.

⎯ Voy, amor.⎯ dice Camila y yo estoy roja como un tomate.⎯ Vamos, no pasa nada, tampoco confesaste que mueres de amor por él.

⎯ Ya basta, vamos.

Trato de calmar mis nervios después del ridículo que pase, pero mis mejillas se encienden cada vez que lo miro entonces decido ir por una ducha y cambiarme antes de morir de vergüenza. Quise venir hasta aquí porque pude ver que Emma tiene unos vestidos preciosos guardados hasta con etiqueta y todo, tomó prestado el más sencillo y me maquillo muy suavemente, fiel a mi estilo. Una vez lista salgo y él me sonríe, le gusta lo que ve.

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