Capítulo 15

 Anna regresó a su habitación empapada y se cambió mientras estaba perdida en sus pensamientos, parte de sus recuerdos ya estaban ahí, como conoció a Nicolas, como la abandonó, el reencuentro y esas noches juntos, luego solo recuerda estar en un departamento pequeño junto a Fer y tener la visita de su vecino, aunque no recuerda su nombre. Entonces fue que quedó un poco más confundida, ellos se reencontraron... luego ella quedó embarazada ¿y se pelearon? ¿La dejó otra vez? Eso era lo que le faltaba descubrir, casi no durmió en toda la noche y se despertó con la niñera tocando la puerta.

—¿Se encuentra bien señora? El almuerzo ya esta listo para usted.

—Lo siento Karen, no voy a bajar a almorzar, no me encuentro muy bien —contestó ella sin levantarse de la cama y en un estado decadente.

—¿Llamo a la doctora?

—No es necesario, creo que es solo un resfriado, porfavor cuida a Fer, no quiero contagiarla

—Claro señora, es mi trabajo ¿Quiere que llame al señor Wahlberg? Salió temprano a trabajar

—No, gracias por tu preocupación, solo necesito descansar, no le digas a Nicolas que estoy enferma, no hay porqué preocuparlo. —Ella asintió y salió de la habitación.

Por otro lado, Nicolas estaba en la oficina sin poder concentrarse, la situación de anoche había sido tan extraña, justo cuando no habían guardias, el miedo que sintió en ese momento fue inexplicable, temía perder a Anna nuevamente, eso era algo que no podría permitirse repetir. Cuando no pensaba en Anna en peligro pensaba en ella en su cama, su deseo era incontrolable y ella no ayudaba, la forma en que lo había mirado lo había dejado sin palabras ¿Por qué estaría triste de repente?. Intentó llamar a su celular para al menos preguntarle como estaba pero ella no atendió, quizá estaba enojada con él.

—Te estoy hablando, joder Nicolas ¿Dónde está tu cabeza hoy? —Nick dirige su mirada al español que lo regañaba y mostró una mueca de desinterés —Nos han robado tres putos cargamentos Nick ¿En qué tanto piensas? Quiero suponer que piensas en una solución para esto tío

—No me jodas, no estoy de humor

—¿Yo te jodo? Pues dime que hago entonces y me voy, que estás tonto hoy eh

—Para mañana quiero nombres de los responsables y su es posible los quiero en la bodega ¿Quién mierda puede querer robarnos? Tienen que aprender de una vez y servir como ejemplo para los demás.

—¿Un café también de paso? Que eres exigente Nick

—Me conoces bien Mateo, ahora ve a buscar a los culpables y no me jodas hasta entonces. —Mateo hizo una reverencia como forma de burla y salió rápidamente.

Estuvo todo el día fuera y cuando regresó a la casa se encontró con un silencio tajante, subió a la habitación y justo salió la niñera.

—Buenas noches señor, voy a bajar a preparar la leche para la señorita, con su permiso.

—¿Y Anna? —Preguntó él, ya que le pareció extraño que ella no estuviera con Fer, quizá estaba cansada.

—La señora aún no sale de su habitación, está algo resfriada según me dijo. Disculpe por no avisarle, ella me dijo que no lo hiciera.

—Está bien, ve entonces —Ella asintió y se marchó.

Nick caminó hasta la habitación de Anna y tocó la puerta, pero como no contestó decidió entrar para corroborar que todo estuviera bien, en cuanto abrió la puerta vio a Anna sudando con los ojos cerrados por lo que avanzó con rapidez para notar que estaba volando de fiebre.

—Anna —dijo él intentando despertarla

—Déjame dormir en paz

—Eres como una niña cuando te enfermas ¿Lo sabias? como una niña mimada

—Lo que menos tuve de niña fue cariño —contestó ella con molestia en su voz, Nick se puso pálido por unos segundos y luego la agarró para llevarla al baño —¿Qué haces? Bajame

—Tenemos que bajar la fiebre, no puedo creer que no hayas avisado que te sentías mal, tienes tantos empleados y ninguno te sirve

—Son tus empleados

—Todo lo mio es tuyo Anna, lo sabes —Él la sumergió en la bañera con agua fría por lo que ella se quedó en silencio un poco más relajada. Al cabo de una media hora abrió los ojos mirando a Nick, quien se encontraba sentado en el borde de la bañera esperando a que despertara.

—¿Te sientes mejor?

—¿Esto era necesario?

—La fiebre no es un chiste, quería bajarla y tuve que Sacarte el pijama, al menos estás en ropa interior

—Claro, eso mejora todo —dijo ella con molestia intentando alcanzar la toalla para cubrirse.

—Conozco cada parte de tu cuerpo Anna, no hay mucho que esconder

—Pues yo no se nada de ti, por eso prefiero que no veas —Nick sonrió ante el tono de Anna, aún no sabe que es lo que la tiene enojada —¿Qué haces?

—Te ayudo a conocerme, no es justo que solo yo vea tu cuerpo ¿No es así? —contestó quitándose la camisa, esto definitivamente no es lo que Anna esperaba, ella se envolvió rápido con su toalla y salió para ponerse una bata y huir del lugar.

—Querida, me enteré que estabas enferma ¿Cómo te sientes?

—Señora Amalia, ¿Cómo se enteró tan rápido?

—Pregunté por ti y me atendió el ama de llaves, en cuanto me enteré vine a verte, pero veo que no estas mal

—Madre ¿Qué haces aquí? —Preguntó Nick molesto

—Veo que interrumpo algo aquí —Comentó Amalia al ver como los dos estaban con batas encima, Anna se avergonzó de inmediato y se molestó con Nicolas ¿Por qué bajaba en bata? Había empleadas por ahí

—¿Qué haces así? Ve a vestirte Nicolas

—Es que me caí cuando te fuiste, además, tu también estas así

—¿Y tu madre?

—Ya se fue ¿No lo notaste?

—Va a pensar cualquier cosa ahora

—Solo lo que cualquiera pensaría de dos personas que viven juntas y con una hija de por medio

—Qué gracioso Nick, me voy a dormir, buenas noches.

—Buenas noches Anna

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