Capítulo 12

Ya era tarde en la madrugada y Nicolas seguía abrazando a Anna, ella se sentía tan bien en sus brazos que no quería irse.

—¿Te sientes mejor?

—Si, gracias... —contestó ella mirándolo a los ojos, estaban a únicamente pocos centímetros de distancia por lo que Anna tuve el impulso de besarlo; Nicolas correspondió el beso, pero sentía que estaba mal todo esto, Anna se subió encima de él para intensificar el beso, pero en cuanto separaron sus labios Nicolas la quitó de encima y se levantó.

—Nicolas

—Perdón Anna, duerme aquí esta noche, Fer sigue durmiendo, si se despierta puedo venir a cuidarla. —Sin decir más él se fue de la habitación dejándola sola con su hija en la cuna.

En cuanto salió de esa habitación se metió en el baño y se dio un baño bien frío, obviamente todo en él había reaccionado con el solo roce de Anna, pero sabía que si se quedaba un minuto más ahí terminaría cayendo y cuando ella recuperara sus recuerdos estaría enojada, no quiere aprovecharse de su falta de recuerdos.

—Esto es tan jodidamente difícil —Salió de baño y decidió irse a trabajar a la empresa, eran las 4 am, pero iría a trabajar, no quería seguir pensando en todo lo que puede llegar a pasar, se volvería loco así.

—¿Por qué vienes tan temprano amigo? Yo si tenia ganas de quedarme durmiendo

—Tenía ganas de trabajar temprano hoy Alex, ve a mi casa a cuidar a Anna por favor. Además, ambos sabemos que no dormías.

—Já, tienes razón, me voy entonces, muero por conocer a esa tal Anna.

—Ten cuidado Alex... —Dijo él en un tono amenazante por lo que el hombre solo rió y se fue a la casa, era amigo de Nicolas desde hace mucho tiempo, pero había estado en el extranjero por trabajo.

Una vez que Alexander llegó a la casa fue directo a la cocina, donde se encontró con una hermosa mujer de cabello pelirrojo haciendo un desayuno.

—Buenos días señorita, soy Alex

—Buenos días Alex —contestó ella distraída —¿Viste a Nicolas? Me dijeron que se fue muy temprano

—Lo vi más temprano, esta trabajando

—Entiendo, gracias —Alex estaba a punto de irse para no molestarla cuando escuchó que lo llamó

—Dígame

—¿Quieres desayunar conmigo? Hice mucho para mi y no tengo con quien compartir, si tienes hambre —Sin dudarlo él se sentó y agradeció

—¿Cómo conociste a Nicolas?

—Somos amigos desde niños, soy uno de sus pocos amigos, no todos pueden con su temperamento. ¿Tú como lo conoces? —Ella se quedó en silencio unos segundos por lo que Alex asumió que no quería hablar del tema. —No es necesario que me conteste, lamento entrometerme en sus asuntos.

—No me hables tan formal, ah no lo mencioné, mi nombre es Anna, puedes decirme así. Sobre Nicolas... no lo recuerdo, pero creo que nos conocimos cuando eramos jóvenes.

—Me caes bien Anna, no se porque creí que Nicolas tendría a una mujer... diferente

—¿Diferente?

—Si bueno, generalmente las mujeres que tiene Nicolas son muy ambiciosas.

—Oh, entiendo. Es muy temprano, pero ¿Puedo pedirte un favor?

—Claro, lo que quieras.

—¿Podemos ir al parque más tarde? Realmente quiero tomar aire y despejarme.

—Si eso quieres, esta bien, le diré a Nicolas

—No, no le digas, no va a querer

—Anna, Nicolas es mi amigo, pero también es mi jefe.

—Volveremos antes de que llegue —Al ver la persistencia de Anna, Alex aceptó y luego de almorzar juntos con Fer salieron al parque, se llevaron algunos guardaespaldas y bocadillos.

—Necesitaba esto —menciona ella radiante de alegría por lo que una duda en Alex surgió

—¿Un parque? —Era raro porque él creía que a todas las mujeres les gustaba gastar el dinero de Nicolas, pero Anna sólo quiso salir al parque con Fernanda y hasta preparó algunas cosas caseras para comer.

—Estuve mucho tiempo encerrada en esa casa, necesitaba salir un poco, además Fer también necesita aire y el día es cálido.

—Es cierto, no parece que anoche fue esa tormenta, no duró mucho —Cuando Alex mencionó la tormenta el rostro de Anna se tensó —¿Pasa algo?

—No es nada, solo que le tengo miedo a las tormentas. Es extraño

—No es tan extraño, mi hermana menor también le tiene miedo a las tormentas, no hay de que avergonzarse

—Gracias, por no burlarte

—Aunque quisiera, sigues siendo la mujer de mi jefe —ella se rió por el comentario

—Tú jefe y yo no somos pareja, él no quiere nada conmigo y ya lo entendí.

—No creo que sea así

—¿Cómo eran?

—¿Quiénes?

—Las novias se Nicolas

—Tuvo novias modelos, actrices, una abogada, una supuesta empresaria. Pero todas tenían algo en común, querían el dinero de Nicolas.

—Entiendo, así que así eran. ¿Podemos comprar una cosa antes de volver?

—Claro —"Ahí van las compras" pensó Alex y la acompañó, pero para su sorpresa ella no quería comprar ropa o zapatos, o todas esas cosas que compran las mujeres que solo usan el dinero de Nicolas.

—Ten ¿Te gustan verdad? —Ella le entregó una manzana acaramelada y ambos volvieron a la casa caminando, ya que eso quería Anna.

—No esperaba que compraras esto

—Hace mucho que no probaba una, de hecho, no recuerdo haberla probado pero se que lo hice, es muy confuso todo.

—Llegamos, finalmente

—Gracias por acompañarme hoy Alex, fue lindo poder salir un poco y hablar con alguien más.

—Cuando quieras puedes llamarme, si es que Nicolas no está explotandome como siempre —Ella soltó una risa y luego se despidió, más tarde, cuando ya había oscurecido Nicolas llegó a la casa y se encontró con un silencio como los que había antes en esa casa, le pareció extraño por lo que fue a ver si Anna no había salido, pero ella estaba ahí, en la cocina mirando hacia el jardín con Fernanda en brazos mientras se encontraba sería, más bien pensativa.

—Anna

—...

—Anna, te estoy hablando

—Oh ¿Qué pasa? No te escuché llegar

—No es nada, ¿Tú estas bien?

—Si, estoy bien. Solo... Nicolas

—Dime —contestó él ansioso

—No importa, ya cené y hoy voy a dormir con Fernanda en mi habitación, más temprano pedí que cambiaran la cuna de lugar.

—La cambiaste sin decirme nada.

—Es solo por hoy, así también puedes descansar bien.

—Anna...

—Buenas noches Nicolas. —dijo ella para evitar que siga hablando y le sonrió para comenzar a subir las escaleras.