6.Me estremezco

Pedimos la cuenta y me llevo a mi casa. Durante dos semanas estuve aprendiendo japonés para mejorar porque dentro de un mes tenía un viaje de negocios con mi jefe, almorzaba con akiro y trabajaba hasta tarde. Fue una noche cuando el señor Tadashi entro mirándome de una manera diferente me sentía muy incómoda y le pregunte.

-Andrea: Buenas noches, necesita algo Sr Tadashi.

-Tadashi: Buenas noches, Srita. De usted necesito muchas cosas. Me responde pasándose el dedo pulgar por su labio inferior y mirándome.

-Andrea: Si quiere deje su petición en la mesa y enseguida lo reviso. Le dije bajando la cara, ya que necesitaba terminar esos informes que eran para mañana. Sin darme cuenta mi jefe se acerca y gira mi silla quedando yo enfrenté del pues hasta se puso en cuchillas.

-Andrea: Disculpe señor ¿pero qué hace? Le digo nerviosa y tratando de pararme para salir de allí.

-Tadashi: Sabes desde qué te vi en la calle ese día supe que eras tú.

-Andrea: ¿Disculpe? Le dije confundida apartándolo de mí no puedo permitir que esto vaya más allá de lo laboral, ¡necesito este trabajo más que nunca! (pensé). Sin embargo, él no estaba dispuesto en dejarme ir tan fácil, me agarra del brazo empujándome hacia él y a su vez aprisionándome en la pared pegando nuestros cuerpos.

-Tadashi: Hace meses que sueño contigo sin saber que existías y ahora que te tengo así pegadita a mí no me resisto eres hermosa, inteligente, ese cuerpo tan sexy me vuelve loco, no puedo dejar de mirarte con esas faldas ajustadas que te hacen realzar ese culo, y esas camisas que se te pegan perfectamente a tus senos.

Al decirme todo eso estaba en shock no sabía qué hacer, mientras me describía pasaba sus manos por mi cuerpo sus labios jugaban por mis ojeras pasando por mi cuello, no podía dejar de sentir esas cosquillas vaginales dios mío este hombre y su sadismo me encanta, una de sus manos tocaron una de mis piernas subiendo lentamente mi falda hasta llegar a mi sexo, yo estaba sumergida en el deseo solo me dejaba llevar mi cuerpo quería más y más, cuando de repente toca mi sexo en formas circulares me mira directamente a los ojos.

-Tadashi: Que divina, atrevida y exótica lencería te has puesto por lo que te veo te pongo aguadita y eso me está excitando aún más, dice moviendo sus dedos lentamente en mi clítoris.

-Andrea: Por favor, Sr Tadashi déjeme ir esto no puede ser, se lo suplico le dije dejando escapar un gemido a lo último.

De repente me da un beso metiendo su lengua dentro de mi boca, me resisto, pero es inútil me empuja más hacia la pared, pero no resisto estoy muy excitada quiero que me dé todo, no me importa nada solamente sesear ese deseo que tengo por él.

Cuando estábamos en el punto de quitarnos la ropa toca la puerta de mi oficina, era la voz de una mujer. Dios mío que nervios quien será, nos arreglamos y me senté en mi escritorio muy apenada mientras él abría la puerta.

-Momo: TADASHI te he estado buscando por todas partes amor que hacías aquí. Le pregunta esa hermosa mujer elegante de apariencia asiática y a su vez me miraba con desprecio.

-Tadashi: te dije que me esperaras en mi departamento ¿Qué haces aquí? Le responde molestos.

-Momo: ¿Por qué me tratas así? Y delante de esta gaiji de porquería que por lo que veo tiene más pinta de zorra que de secretaria. ¿Acaso te revuelcas con ella?

-Andrea: Disculpe Sr Tadashi, pero yo me voy mañana termino los informes, mientras calme a su esposa y le explica cuál realmente es mi trabajo. Le dije molesta pues todo esto es por culpa de él, como es posible que me deje llevar sin saber que él estaba casado, agarro mis cosas para salir de allí, pero me agarra el brazo y dice.

-Tadashi: Ella no es nada mío la que se tiene que ir es ella, momo te pido que te comportes y no te refieras a ella de esa manera, estoy trabajando así que lárgate antes de que llame a seguridad.

La tal momo se va de mi oficina molesta mirándome como si me quería matar, al salir me acerca nuevamente a él y me dice.

-Tadashi: Disculpa mi intención no es que pases malos ratos por mi culpa.

Me acaricia la mejilla y sus ojos se ven tan cálidos y sinceros pero ¡NO! Tengo que ponerle fin a esto. Quitándole su mano de mi mejilla le respondo cabreada.

-Andrea: Sr. Estoy cansada de que me traten como una cualquiera simplemente por mi apariencia soy una chica que trabaja desde que tenía edad, estudiando de más y mi único objetivo es hacer un futuro en este país, le agradecería que no vuelva a intentar nada por favor, yo no salgo ni con hombres casados, ni con novias, ni comprometidos y mucho menos con mis jefes. Quizás para usted yo soy como un juego porque no sabe lo que es venir de abajo, le exijo que me respete o tan simple que renunciaré.

Salí de allí corriendo y cayendo de mis ojos lágrimas me sentí tan mal no por la bruja, sino por cómo me quiso usar mi jefe pues ya de por sí me sentía confundida por todo lo que me hizo sentir con sus caricias y besos. Decidí no contar nada a Laura no quería que me juzgara pues me deje llevar por como llego a estremecerme.

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