1.Dejando todo atrás

Era 17 de diciembre, allí me encontraba con mi cara cubierta de lágrimas despidiéndome de mi familia, de los amigos, de mis recuerdos, de una parte de mi vida, de mi tierra querida que me había brindado tantas experiencias y momentos de alegría. Para mí no era fácil ese escenario, pero ya había tomado una decisión de hecho, la más difícil de toda mi vida, pues hoy emprendería un viaje hacia mi meta, un viaje rumbo a cosas desconocidas, viajaba a Tokio.

Después de abordar mi vuelo y tomar asiento, conocí a un chico de padres japoneses, había nacido y vivido en mi país casi toda su vida. En todo el transcurso del vuelo hablamos de su vida, del motivo por el cual viajaba a Tokio, yo de igual forma no me quede atrás, le conté todo e inmediatamente tuvimos una conexión, él se puso a la orden, me dio todas sus redes sociales y número telefónico para así podernos contactar.

Realmente siempre me encantaron los asiáticos y sus costumbres, esto más que una meta era un sueño para mí. Llegamos a Tokio a las 6: 00 am del día siguiente, me despedí de mi nuevo amigo, quien de llama AKIRO. Salí de agarrar mis maletas y allí estaba mi mejor amiga de toda la vida, Laura haciéndome señas, inmediatamente Salí corriendo abrazándola, pues era más de 4 años que no la veía y entre lágrimas, gritos, abrazos nos dirigimos al estacionamiento donde estaba el auto, pues con ella me quedaría.

Llegamos a su departamento, yo estaba totalmente deslumbrada por la hermosa ciudad de Tokio, de repente me dice:

-Laura: André siéntate en tu casa, esta es tu habitación y este es el baño. -Laura: descansa amiga, mañana será un día complicado.

-Andrea: Gracias, amiga por apoyarme, espero conseguir trabajo rápidamente y de esta manera ayudarte en todo lo referente a la casa.

-Laura: Por eso no te preocupes, mira por donde yo trabajo, hay un edificio ejecutivo y van a solicitar postulantes y diferentes tipos de cargo; vamos a enviar tu currículo en este correo, porque la entrevista es pasado mañana.

-Andrea: Que nervios!, bueno mañana salimos y hacemos todas esas diligencias.

-Laura: También ropa chama, porque aquí todos los asiáticos se visten de revista.

-Andrea: ok amiga, voy a tomar un baño de agua tibia y acostarme estoy supercansada.

-Laura: Dale André, buenas noches.

Después de un viaje largo y un baño relajante estoy lista para acostarme. Cerré los ojos cayendo en un profundo y delicioso sueño.

Me encontraba en frente de una puerta de color marrón me decidí abrirla. Allí estaba un hombre alto de tez blanca parecía asiático mirándome (como dicen en mi país natal como un bistec encebollado); Dios mío cada vez se acercaba más y más, me acaricia la mejilla aproximando su rostro hasta mi oído diciéndome con una voz varonil y seductora:-te haré mía de una forma tan salvaje, que jamás querrás irte. Cuando estaba a punto de besarme, el despertado interrumpió mi maravilloso sueño, se sintió tan real que al recordarme esas caricias y voz sentía calambres satisfactorios en mi vagina.

Me levanté apresuradamente sentándome unos minutos en la cama viendo al vacío del rincón de mi habitación, solo pensaba en esa sensación que había sentido en ese sueño. De repente Laura tocándome la puerta hace que me despierte de mi aún sueño, diciendo.

- Laura: Andrea, estás despierta? -Andrea: buenos días, Laura, si amiga ya me he levantado.

-Laura: dale amiga allí te dejé en el baño todo para que te bañes y eso, trata de hacer las cosas rápidas para hacer todo con tiempo.

-Andrea: ok, ya salgo.

Estirando todos mis músculos y aún con sueño me termino de levantar de la cama, para encaminarme hacia el baño.

Hoy será un gran día, espero que todo salga bien.

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