¿Qué hicistes?

Por qué me ves de esa forma, me pones nerviosa - le cuestión a Cole que no dejaba de verla mientras esperaban que el semáforo diera luz verde- deja se hacerlo.. 

-Cuál es el problema, estás demasiado tensa, ya puedes relajarte y si te miro es porque me asombraste te veías hermosa. 

-Abbie le dedicó una sonrisa y se atrevió a preguntar- A dónde vamos, sí estoy un poco tensa nunca he salido de viaje con un hombre. 

-Soy tu esposa ahora, no será el primer viaje que hagamos, así que acostúmbrate y el lugar es una sorpresa espera y verás. 

A eso de las 5 de la tarde llegaron a un pueblo hermoso, estaba apartado de la ciudad rodeado de naturaleza, desde la calle se podía ver la playa con casitas artesanales se sentía el cambio de ambiente y Abbie quedó más que impactada nunca la había llevado a la playa, era un lugar hermoso, su estructura era algo como de cuento de hadas, Cole siguió conduciendo y llegaron a una colina estaba apartada del pueblo, había una casa de 2 pisos hecha  de madera con grandes ventanales, rodeada de flores, al estacionar Cole la ayudó  a salir y grande fue su sorpresa cuando se dio cuenta que la casa miraba directo a la playa, el olor a sal y la brisa que soplaba le daba el toque perfecto al lugar. 

-Es hermosa, podría quedarme a vivir aquí por siempre - dijo Abbie aún anonadada por la vista maravillosa que veía-. 

-Me alegra que te guste, la primera vez que vine también me gustó mucho, me dije que tenía que volver, si miras hacia aya  puedes ver las luces del pueblo y la paz que sientes aquí es perfecta. 

-¿Ya te habías quedado antes aquí? 

-En la casa no, vine una vez con Jake y Gaby a una celebración que hacen en el verano nos quedamos en una casa en el pueblo, subimos hasta aquí a conocer y me encantó el lugar, sabía que te gustaría tienes cara de que te gustan estas cosas. 

-Disculpa a que te refieres - le cuestionó con curiosidad- es la segunda vez que me dices eso… 

-Bueno es que eres muy obvia- la miró con una pequeña sonrisa- se nota a leguas que amas estos lugares, el ambiente que brinda, el romance, eres de esas chicas que creen en el amor y que esperan vivir este tipo de experiencias… 

-¿Eres bueno viendo a través de las personas? Y qué hay de malo en que me guste el romance.

-No tiene nada de malo, si te gusta aferrarte a imposibles es tu elección, ven entremos, hay que ver lo que hace falta para ir a comprarlo. 

Abbie lo miró dar la espalda y caminar hasta la casa, movió la cabeza en señal de negación, que hombre más raro se habrá enamorado alguna vez se preguntó. 

Al entrar a la casa quedó más impresionada y pudo  ver en los ojos de Cole que al él también le encantaba el lugar, la escalera era de madera completamente, los muebles también y la casa solo contaba con pilares de madera forrada completamente por vidrios, se podía ver todo hacia afuera, recorrieron todo y llegaron a la habitación. 

-Vaya el que hizo esta casa no le gustaba tener nada de privacidad, desde afuera se puede ver todo. Comentó ella. 

-Es perfecta para mi, puedes ver todo y esta es una vista que merece la pena ver a cada instante, además no creo que nadie venga hasta acá a espiar y si ves tiene cortinas puedes cerrarlas. 

-Quieres cenar aquí o vamos al pueblo y así conoces un poco…

-Salgamos, dijiste que había que comprar cosas las hacemos de una vez.. 

-Vale está bien, busca un abrigo hace frío, te espero abajo. 

Abbie miro la cama y las maletas de ambos dentro de la habitación, y se sintió nerviosa dormiremos juntos hoy, querrá tener sexo, recordó lo que dijo Gabriela y la ropa que le hizo llevar, respiró profundo tomó un abrigo y salió en busca de Cole. 

Él estaba apoyado del auto viendo al horizonte fumando, se sorprendió nunca lo había visto fumar. Cole al verla lo tiró al suelo y lo piso. 

-Estoy lista, no sabías que fumabas. 

-Si desde los 17, lo hago cuando me siento estresado por algo. Ven sube debes tener hambre espero que sí porque yo estoy hambriento. 

-Sí también tengo hambre, puedo saber que te tiene estresado. 

-Esta situación, el matrimonio no espere que esto pasara así de rápido, estoy acostumbrado a controlar todo y esta vez no pude. 

-Te arrepientes de casarte, puedes romper todo y deshacerlo, tienes el poder para eso.

-No lo decidí y seguiré con esto hasta el final, como dijiste antes ya no hay vuelta atrás, todo lo que hay que hacer es llevarlas las cosas de la mejor forma posible. 

-De acuerdo, entre mejor nos llevemos será más fácil convivir. ¿Alguna vez te has enamorado?, lo pregunto por lo que dijiste del romance. 

-Una vez, no se si era amor, pero algo diferente a lo que suelo sentir, pero al primer mal entendido se fue, me dejó sin siquiera explicarme, pensé que ella estaría ahí para mí, pero cuando más la necesite, no estuvo. Me sentí estúpido, porque dar todo y rebajarse ante alguien que luego te va a dejar sin importar lo que tu sientas  y desde hay solo tengo encuentros de una noche y adiós, nunca repito con nadie hacerlo crea un tipo de apego emocional y no estoy interesado en eso. 

-Entonces por lo que te hizo una chica, déjaste de creer, pues tienes que saber que no todas son así, hay algunas que todavía creen en eso, en las cartas, los regalos, las citas, el romance, enamorarse. Las cosas sencillas como una rosa, un chocolate. Y eso de que no repites eres un promiscuo. 

-jajajajaja promiscuo, de donde sacas esos términos, soy un hombre joven que complace sus deseos sexuales. Y en cuanto a lo otro puede que sí que no todas sean así, pero con las que yo me he encontrado son exactamente iguales, ninguna se queja por solo estar conmigo una noche y adiós. 

-Con qué clase de mujeres te juntas entonces, qué clase de mundo vives,  no juzgues a todas por una cuantas, deberías cambiar de amistades. 

-Señora Sanders ya dándole órdenes a su esposo - le dijo de forma cínica y burlona- no me imagino dentro de unos meses. 

-Pues no hace falta, igual tienes que alejarte de ellas, está prohibido. 

-De qué hablas, ¿donde dice que está prohibido o me lo estás prohibiendo tú? 

-Lo dice el contrato que firmaste, recuerda que yo agregué que todas las reglas que habían estipuladas nos incluían a ambos, tampoco puedes tener contacto con ninguna mujer, ni tampoco ningún tipo de relación.

-Qué carajos hiciste, eres increíble me aplicaste mis propias reglas - Dimitri me las vas a pagar debiste decirme-. 

-Yo no tengo la culpa, nadie te mandó a no leer y firmar, exigiste respeto y yo exijo el mismo trato. 

-Bien señora Sanders y qué más decía su cláusula. 

-Que si incumples el contrato queda anulado de forma inmediata, hasta ese día llegaría nuestro matrimonio.

-No me lo creo, de donde sacaste agallas para eso, ahora me vas a volver casto y puro como tu. 

-No tiene nada de malo eso - empezó a reírse de manera descarada- al finalizar el año serás igual que yo. 

Cree que es gracioso, veremos quién ríe ahora- pensó Cole-.

-Bueno alguien deberá hacerse cargo de mi deseo sexual y como veo que la única que puede estar cerca de mi y llegar a ese punto eres tú, pues bueno por un año serás  la encargada de darme mucho sexo… Empezamos esta noche, prepárate. 

Abbie no creía lo que oía, cómo es que las cosas volvieron a quedar a favor de él, nunca podría ganarle en algo a éste hombre. 

-Lo siento querido esposo, pero dijiste que nunca repites una noche así que a lo mucho solo podré complacerte una vez, del resto te tocará hacerlo a ti mismo. 

-Me acabas de decirme que me masturbe, estas enferma, te sientes bien, donde quedo la señorita correcta y santa, qué te hizo Gabriela. 

-Muy Gracioso, ahora burlate veremos quien ríe después, yo estoy acostumbrada a estar sin sexo, veamos tu como haces…..

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