Capítulo 10. No puedo abandonar a ninguna de ellas.

Fabricio

Diablos!!, se nota a leguas lo resentida que está Nahomi. Ahora voy camino a la casa de Matheus para saber que es tan importante y tan urgente que debe informarme.

Paula: veo como Fabricio sale de la casa. Pues yo tampoco me quedaré aquí a aburrirme así que le escribo a Joseph.

Mensaje: Hola bebé, quiero verte

Joseph: preciosa y a que se debe este milagro.

Paula: dime donde y voy ahora mismo o si quieres venir aquí no pasa nada. Te extraño le digo Desde hace meses Joseph es mi amante, eso que fuese solo una vez, ni yo me lo creería, ja, ja, ja. Pero los bebés si son de Fabricio con Joseph me he cuidado por precaución.

Joseph: voy para allá preciosa...

Matheus: hasta que por fin llegas, pasa Fabricio

Fabricio: pues dígame q pasa que juraría que hasta pálido te veo.

Matheus: no es para menos hermano, estás en graves problemas y le pasa una cajita.

Fabricio abre la caja, y esta contenía un test de embarazo, y un par de zapatitos de bebé.

Fabricio: no entiendo amigo, que es esto también vas a ser papá? (risas, y le da una palmada en la espalda) para esto me dijiste que viniera urgente???

Matheus: no Hermano, no estás entendiendo, esto me entrego Clara, la amiga de Nahomi.

Fabricio: pero que estás diciendo, aún no comprendo, un momento esa caja es de Nahomi? (abre los ojos sorprendido).

Matheus: así es hermano

Fabricio: por todos los cielos dime que es una broma...

Matheus: eso quisiera, pero esa caja Nahomi la botó a la basura la anoche que tú le cagaste la vida. Es lo que Clara me dijo.

Fabricio se deja caer en el suelo, lleva las manos a la cabeza y se le escapan unas lágrimas diciendo, que hijo de puta soy!!

Matheus: tranquilo hermano que eso no es todo.

Fabricio: hay más?, dime que más.

Matheus: sabes por qué se metió a trabajar en tu casa?, porque en el momento que dejabas de pagar a su tía ella la pondría a prostituirse así en su Estado, así que ella decidió buscar un empleo supongo que para sacar adelante su embarazo.

Fabricio: pero porque si su maldita tía me cobra por adelantado todo, y yo no dejaría que nada de eso le pase.

Matheus: pues ella no pensó así después de como la trataste, y es muy probable que también sea una venganza que esté allí bajo tu mismo techo.

Fabricio: ahora todo tiene sentido, así que esto era su sorpresa (acaricia el test y el zapatito), ella espera un hijo mío también.

Matheus: se lo dirás a Paula?

Fabricio: no, no creo poder decirle algo así.

Matheus: pero debes hablar con Nahomi amigo. Tarde o temprano Paula se va a enterar y hay sí que arderá Troya.

Fabricio: si lo sé. Bueno muchas gracias mi hermano has sido de mucha ayuda. ¿Dime que sabes del traidor de Joseph?

Matheus: pues estaba de viaje, después que renunció en la empresa.

Narrador omnisciente

Mientras al otro lado Paula y Joseph en su propia casa tenían sexo, los gemidos de Paula sí que resonaban por toda la mansión.

Nahomi vio a Joseph y también sabe que es con la ronda de sexo que está teniendo Paula.

Nahomi

Vaya que eres un cachudo Fabricio, quien sabe si esos bebés no son de ese hombre, pero allá ellos con sus problemas, yo solo necesito este empleo para sacar adelante a mi bebé.

Joseph: mi gatita creo que tienes las hormonas bien alborotadas pero debo irme, que no sea que Fabricio nos descubra.

Paula: lo sé bebé, dime que nos veremos mañana? (haciendo pucheros)

Joseph: claro mi amorcito rica, pero aquí puede ser peligroso, Más aún en tu estado si Fabricio nos descubre te quitaría a los niños cuando nazcan y quedaremos sin su dinero. ¿¿Oye que hay de la nueva sirvienta?

Paula se levanta y lo mira feo.

¿Que pasa te gusta?, donde la viste?

Joseph: eeey!!, tranquila hermosa pregunto porque me vio entrar a tu habilitación.

Paula: es en serio hablaré con ella Y le daré una buena suma de dinero por su silencio estoy segura aceptará.

Joseph: eso está bueno, nos veremos mañana y la besa apasionadamente.

Paula: vete y recuerda que te amo Joseph

Joseph sale de la casa, mientras Paula golpea a la puerta de Nahomi. Voy contesta esta.

Nahomi: Señora Paula necesita algo?

Paula: puedo pasar?

Nahomi: por supuesto señora es su casa.

Paula: iré directo al grano querida, sé que viste a mi amante y que habrás escuchado lo que sucedió allá no?

Nahomi: no sé de que me habla señora (baja la mirada)

Paula: vamos linda, ambas sabemos que si lo viste (le dice en tono más alto).

Nahomi: pues si señora, pero no tiene de que preocuparse el señor Fabricio no se enterará esto por mi. No la delataría.

Paula: (aplaude) vaya sí que me agradas, ten esto por tu silencio y lealtad (le pasa un montón de billetes).

Nahomi: no puedo aceptarlo señora, ya usted me ha ayudado dándome este empleo.

Paula insiste que lo tome, pero como ella se niega, Paula le deja el dinero sobre la cama y se dirige a su habitación.

Paula: que descanses linda (y se retira)

Nahomi

Santo Dios esto es mucho dinero. Pero lo necesitaré para cuando tenga a mi bebé (se acaricia el vientre).

Narra Fabricio

Voy de regreso a mi mansión, no sé que hacer, tengo a mi esposa y a mi amante viviendo bajo el mismo techo, y para completar ambas esperando hijos míos. Tengo que aclarar las cosas con Nahomi, con Paula estoy solo por los bebés, pero a Nahomi la amo. Llegó a casa y todo está en silencio, voy directo a darme una ducha.

Cuando entro a la habitación veo que Paula ya está dormida así que trato de no despertarla, necesito un vaso de whisky a ver si así olvidó un rato este lío en el que se ha convertido mi vida. Bajo a la cocina y me sirvo una copa, cuando le doy un sorbo veo que Nahomi viene por agua y aprovecho y la acorralo en la puerta.

Nahomi

Tengo sed y voy por agua en la cocina, pero no esperaba verlo hay, cuando Fabricio se percata de mi presencia, me acorrala, y maldita sea que se ve tan guapo sin remera, y huele tan bien que hasta me dieron ganas de besarlo, pero no puedo lo nuestro ya no existe.

Fabricio: porque tanta prisa (se acerca peligrosamente)y respira muy cerca de sus labios.

Nahomi

Carajos los nervios y las hormonas me traicionan pero no voy a dar el brazo a torcer. Lo apartó de mi Y le digo que me respete, que recuerde que estamos en su casa y que su esposa podría vernos.

Fabricio: ya lo sé todo (suelto sin rodeos).

Nahomi: no sé de que estamos hablando, ya déjame señor Fabricio.

Fabricio: de nada sirve que te resistas Nahomi, sé que aún me amas, sé que en esa pancita crece un hijo mío... (plasssh, suena una bofetada).

Nahomi: el hijo que espero no es tuyo maldito infeliz

Fabricio: (con las manos en mi rostro le contesto) Eso no es verdad, es mi hijo, es nuestro mejor dicho.

Nahomi: ya cállate, que tu esposa puede oírte, (sale corriendo a su habitación).

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