El tiempo no para

Han pasado dos meses. Luna ya tiene 16 semanas de embarazo, si vientre está ligeramente abultado. Es lunes, comienza una nueva semana, y ella se levanta antes del amanecer como cada día para ir a trabajar.

Samira está enterada del embarazo y ahora su bebé tiene una bisabuela. Definitivamente su vida está cambiando, después de esa profunda oscuridad en la que se vio envuelta pudo al fin ver nuevamente la luz. Hay momentos en que se siente triste, principalmente cuando va a sus citas médicas y se ve sola, sin el papá de su porotito, que ya está un poco más grande. Siempre la acompaña alguna de las chicas, se turnan para hacerlo ya que no pueden ir todas juntas. Hoy tiene control, por lo que tiene que ir a la salida del trabajo al hospital. Este día en especial están todos emocionados ya que existe la posibilidad de poder saber el sexo de su retoñito. Por lo que lo van a acompañar Cesar, Ana y Romina que pidió permiso en su trabajo para poder estar ahí.

De Cristian no ha sabido nada, aún no se ha decidido a buscarlo, tiene miedo. Cesar le ha dicho que está de bastante mal humor todo el tiempo, que en cuanto volvió de viaje la buscó y se molestó que ella hubiera renunciado. Es gracioso que siempre sepa todo lo que pasa en esa empresa, parece un viejo chismoso, pero él se defiende diciendo que las personas van y le cuentan, él no pregunta nada.

Se produjeron algunos rumores de por qué la buscaba, y el que más había crecido es que ella había robado algo. Eso también la aterraba, no quería ser tratada como ladrona por culpa de las tonteras del jefe.

La mañana transcurría tranquila. Estaba el salón a mitad de capacidad. El verano estaba llegando a su fin, y el otoño traía consigo días más frescos y las ganas de tomar algo más caliente principalmente por la mañana. La puerta se abre y ella voltea a ver quien entra. Su pequeño y frágil corazón se paralizó al instante. Frente a ella, acomodándose en una mesa, se encuentra el hombre más hermoso que han visto sus delicados ojitos. Está muda y congelada en el lugar, su cuerpo se volvió de gelatina. Es un adonis, un verdadero dios de los cielos. Desde donde está el hombre le hace señas, está confundida, no entiende que quiere, hasta que recuerda que ella trabaja ahí. Es obvio lo que quiere. Temblorosa se acerca.

Buenos días señor bienvenido ¿Qué desea ordenar? está concentrado en la carta, hasta que la mira. ¡Madre santa es más hermoso aún de lo que parecía! Su hermoso y sedoso cabello rojo, ojos de un azul profundo que te hacen perderte en ellos, es como si el cielo y el mar se juntaran en el horizonte, una imagen sublime. Nariz recta, mentón recto, labios apetecibles, ¿Cómo será besarlos? Unas hermosas pecas, que ella se detendría a contar una a una trazando entre ellas una imaginaria línea. Es un sueño hecho realidad.

Hola es lo alcanza a articular nuestro cliente él también se ha quedado mudo con la belleza que tiene frente, es la mujer más hermosa que ha visto. Todo en ella le llama la atención, su cabello largo y lacio, sus ojos profundos color chocolate, esos pequeños labios en forma de corazón, su pequeñita nariz, que parece la de un bebé, su carita angelical. Siente que ha muerto y un ser celestial ha venido a buscarlo. Y por primera vez en su vida Vito Lombardi siente deseos de poseer a una mujer. Una pequeña gran molestia ha crecido en su pantalón de solo verla y oir su voz Un café italiano con una rebanada de tarta por favor señorita.... _ dejo la palabra en el aire para que ella contestara con su nombre. Tenía que hacer lo que fuera por conocer a esa mujer.

Luna, en un momento le traigo su orden Hasta su nombre es hermoso. Es un hada que lo ha hechizado, y él quiere ser consumido por esa figura celestial. En tan solo un instante se ha vuelto un hombre cursi.

Con mucha dificultad se encamino a preparar el pedido. Nunca se había sentido así, ni siquiera con Cristian. Ese hombre la había enamorado con solo mirarla y hablarle. No era solo su belleza, había en él algo más que había captado su atención. Una fuerza que parecía atraerla hacia él. Su voz, profunda, ronca, varonil hizo que una corriente le recorriera por todo el cuerpo. No entendía que era, pero había algo muy peculiar en todo esto.

Vito no podía apartar la mirada de ella. Toda ella es una obra de arte, sus senos son prominentes, y un trasero de infarto. Cuando ella se pone de perfil, él ve algo que no se había percatado antes, su vientre. Esta embarazada, quién será el infeliz que llego primero. Ahora estaba perdido, no iba a poder conquistar a su ninfa, porque ya tenía dueño.

Aquí tiene señor la dulce voz lo sacó de sus cavilaciones. En un momento se sentía en el cielo y al siguiente cayó a tierra con un golpe seco y duro.

Gracias Luna, soy Vito estaba prohibida, pero igual podía disfrutar de su presencia, y oler su exquisita fragancia.

Un placer conocerte Vito, espero que disfrutes de nuestro exquisito café le dice ella con voz mimosa llena de coquetería. Se quería golpear a sí misma por ser tan descarada y encima embarazada. Va a pensar que es una cualquiera.

Por supuesto, estoy seguro de que todo aquí es exquisito no pudo evitar sentirse conmocionado con la manera de responder y hablar. Él no la veía como una coqueta o descarada, todo lo contrario, para él era un ser dulce y angelical, lleno de luz, al que él quería venerar con sus besos y caricias. parecía que el hombre frío y sin sentimientos que entró en ese café había desaparecido de repente.

Se acababan de conocer, pero habían creado una conexión profunda, como si sus almas se conocieran desde siempre, se anhelan y se buscan. Les es difícil dejar de verse. Cada uno piensa que el otro se va a molestar por su comportamiento, pero es algo que no pueden evitar.

Con toda la paciencia del mundo bebió su café y comió su pastel, no quería terminar, no quería dejar de ver a su sirena que lo mantiene atrapado con su voz de ensueño. Ríe para sí mismo, en pocos minutos ya la ha descrito como tres seres mitológicos distintos. Todo eso es para él, la criatura más perfecta que ha visto. En un momento entra un hombre mayor, al verlo ella se acerca con una sonrisa ¿Será un hombre tan grande el padre de su bebé? Se colocan a pocos metros de él, lo que permite escuchar su conversación. Es que la mesa en la que se ha sentado se encuentra cerca del mostrado en el que ella se ubica.

Cesar, que bueno que pudiste venir, hoy quizá podamos saber el sexo de tu pequeño nieto o nieta uf, que alivio no es el padre, al parecer es el abuelo.

Si mi pequeña Luna, Ana me llamó hace un momento nos va a esperar en el hospital. Esa mujer esta tan ansiosa como yo   la relación entre ambos ha ido floreciendo, aunque muy de a poco. Aún hay muchas heridas que curar y recuerdo que dejar de lado para poder pensar en el futuro. Pero tanto Ana como Cesar quieren intentarlo.

Mi hijo no tiene padre, pero tiene a los mejores abuelos y tías que pueda existir dijo ella con una mirada complicada, sus ojos se cristalizaron y las lágrimas amenazaban con salir. Pero a tan solo un metro, hay un hombre que siente que toca el cielo con las manos con lo que acaba de escuchar. Definitivamente tiene que ser el destino se dice.

El destino parece ser un niño caprichoso y berrinchudo que mueve las piezas de maneras extrañas. Caminos que estaban separados se comienzan a juntar. Las vidas se siguen transformando. El tiempo no para, y las cosas van cambiando de forma y color. Lo que antes eran certezas hoy es confusión. Ya nada será lo mismo y los velos comienzan a caer.

Hasta hace 30 minutos un hombre virgen pensó que jamás conocerá el placer de una mujer, porque nunca ha sentido deseo. Ahora, esta desesperado, no por llevarse a esa mujer a la cama, sino por conocerla, saber qué es lo que le pasa, por qué ella. Tienen un interés desconocido y sin sentido, quiere amarla y que lo ame. Es lo más absurdo que le ha pasado en la vida.

Luna, me cobras por favor necesita volver a hablarle, y por ahora esa es la manera de llamar su atención.

Claro Vito, es un placer atenderte dijo con esa voz suave que le sale solo con él, nunca había hablado así. Cesar la mira con cara de poquer, nunca había visto a esa niña actuar así. Sus ojitos brillan de manera especial, y como un pequeño conejito mimado se acerca al hombre que destila elegancia y poder y que mira a todos de manera fría y amenazante. Definitivamente para Cesar ese hombre inspira temor con su sola presencia.

¿Cuánto tienes de embarazo? tenía que hacer la pregunta, debía saber cuánto tiempo tenía su futuro hijo o hija, mañana sabría qué es. Ya se imaginaba con el pequeño en sus brazos diciéndole papa. Diablos Vito, ¿Qué es lo que te ocurre? Se pregunta meneando la cabeza.

Oh, 16 semanas, son 4 meses, hoy sabré que es. Estoy muy emocionada por ver a mi pequeño el entusiasmo que sentía era evidente, ella es una madre orgullosa, no importa que sea madre soltera. No será la primera ni la última. Para un padre como el de ella mejor ninguno.

Entonces mañana vengo para que me cuentes como te fue y me muestres su foto era inevitable, no había vuelta atrás, el primer paso ya estaba dado, ambos lo habían hecho aunque aún no lo sabían. No tenían ni idea del curso que podían tomar los acontecimientos ni de lo que iba a pasar con sus vidas a partir de este primer encuentro. Las decisiones que acaban de tomar, aunque de manera inconsciente, los llevará a ambos por un camino incierto pero que puede ser maravilloso.

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Cristian, me llamó Samuel, el novio de mi prima. Nos va a atender en el hospital municipal, solo por hoy Camila está preocupada, ¿o emocionada? no sabe qué es realmente, pero no puede esperar tiene que ver al doctor hoy mismo. Hace una semana que no deja de vomitar y se siente morir.

¿Por qué en ese lugar? Esta lleno de suciedad. Los obreros son sucios Camila y no me gusta que me vean con ellos la arrogancia y el desprecio por el otro de parte de Cristian han crecido de manera exponencial desde que Luna desapareció de su vida. Él pensó que iba a poder convencerla, quizá se hiciera la digna por un tiempo, pero después iba a seguir ahí para él. Así es como tenía que ser, ella no podía dejarlo, ella era de él y tenía que encontrarla.

Sí ya lo sé, a mi tampoco me gusta rodearme de esa gente, pero quiero que me atienda él y hoy donde está es en ese mugroso hospital. La próxima vez vamos a la clínica ¿Bueno? hablo mimada y dulce para conseguir lo que quería. Él no se puede negar, la que está padeciendo después de todo es ella. Siente que ya odia ser madre, agradece que existan las niñeras, no piensa gastar su tiempo en criarlo, demasiado con arruinar su hermoso cuerpo. Por suerte no hay nada que el bisturí no pueda solucionar.

Ese apuro por ir al hospital, en vez de esperar un día más para ir a la clínica desencadenará, quizá, una serie de hechos que va a afectar de diversas maneras la vida de todos lo que se encuentren allí...

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