Un rival amoroso

Me he desvelado varias noches antes de conocer a Andrea en un mes antes de esa cita, al empezar a salir con ella e idealizar todo un cliché para decir y demostrar afectos antes los demás así logramos ser la pareja perfecta, pero una semana antes de la boda note su excelente integridad, ella fue libre aun estando comprometida y no busco a otro como yo lo hice, no planeo ninguna despedida de soltera como yo, tan solo se enfocó en su papel de prometida y logro aliarse con la mejor modista de la ciudad, su mentalidad es sorprendente, mientras otras buscan mi dinero, ella busca su propio dinero, justa, demasiado justa

Un día antes de la luna de miel, en la entrada de la empresa

-¡Señor Acosta!

-¿Si? ¿Qué hace Elena aquí?

-Gusto en verlo, soy su nueva secretaria

-¿Y Leandro?

-Mi hermano está de reposo por un mes

-¿Por qué?

-Su prueba de covid-19, dio positivo, aquí traigo la nota del doctor y la copia del resultado -No dejaré pasar esta oportunidad

-Bien, puedes empezar el diez

-¿Qué puedo hacer desde mi casa?

-Enviaré un archivo a Leandro, él te guiará

-De acuerdo, estaremos en contacto

-mm

Elena se voltea y sonríe pues Marcos era el hombre que quería, pero Marcos no estaba dispuesto a ser su novio, no quería involucrarse con ella porque Leandro era su amigo y secretario fiel, y para Marcos defraudar no es lo suyo. Aun así Elena estaba decidida a tenerlo, no era solo por su estatus social era más que eso, tampoco era amor lo que sentía, a diferencia de un hombre aventurero como lo es Marcos Elena era selectiva al acostarse con alguien por placer, ella elegía a quién tener y al cansarse lo dejaba de lado con alguna excusa convincente, lejos de eso Leandro ya le había comentado a Marcos como era su hermana en excepción de que ella descartaba con el pasar del tiempo, dejando todo en claro Marcos le aseguro a Leandro no relacionarse con Elena y le pidió entender que su hermana era muy persistente.

Elena era una mujer bonita y elegante, ojos cafés y cabellos castaños, piel casi blanca y media un metro y sesenta y ocho trabaja en un restaurante como gerente y es muy profesional, sabe como separar trabajo de la vida personal, trabajo en un famoso restaurante de la ciudad y gracias a su impecable trabajo es que el restaurante se hizo famoso, cada cliente es tratado con respeto y delicadeza, la vestimenta es adecuada y la mesa es espaciosa y las sillas son cómodas; el ambiente es favorable dando un sutil toque de elegancia, sirven diversos platos y se puede solicitar el plato dos horas antes dando así el tiempo de preparo y cada cliente lo hace a su preferencia, es como sentirse en casa.

Andrea estaba sentada en el restaurante del supermercado Muffato, cuando suena su celular era Marcos liándola

-¡Hola, cariño!

-Hola, cariño, ¿en dónde estás?

-En el supermercado Muffato, cerca del hotel

-De acuerdo voy junto a ti

-De acuerdo

Andrea cuelga y baja su celular mientras toma su jugo de naranja, Marcos se sube al auto y se van

Una semana después de haber vacacionado por Brasil en su luna de miel, Andrea y Marcos parten a Estados Unidos en donde Andrea tiene cuentas que ajustar y personas que eliminar. No obstante con tantas cosas a la cual tiene que acudir Andrea estaba dispuesta a arriesgar su vida por su misión aunque así también con ella iba su nueva asistente a pesar de que a Marcos no le gustó tanto la idea de llevarla con ellos, todo lo que Andrea decidía estaba decidido para Marcos. No es que no le gustara que tuviera un asistente, es que Marcos desconfiaba de cada persona que se acercaba a Andrea pues según él podrían hacerle daño sin saber que su esposa era la asesina más buscada entre mafiosos y asesinos; Andrea también era buscada en algunas organizaciones pues ella había invadido un proyecto del gobierno para agarrar a un infiltrado que estaba en esa organización aun así Andrea no existía para el mundo pues a quién buscaban era a la rubia Rubí.

-¿Estás segura de tenerla como familia y asistente Andrea? -Pregunto Marcos al comprar algo de comer en el aeropuerto

-Si, ella es una persona más que estaba solo soñando en un país que no la ayudaban, no digo que el país en sí sea así, simplemente en ese lugar no la ayudaban; me puse en su lugar y me gustaría que alguien me tendiera la mano de esta manera, ¿o está mal cambiar el mundo de alguien? -Le pregunto Andrea al arreglarle la corbata a Marcos quién quedo sorprendido con tal acto de Andrea

-No está mal, solo que me preocupo por ti

-¿Por qué te preocupas por mí?, ¿qué ideas tienes en esa cabeza de tosco? -Le pregunto Andrea al dar media vuelta y sonreír levemente y llevarle un café y un sandwich a Bianca quién estaba sentada con los dos escoltas que vestían ropas casuales

-Aquí tienes Bianca -Andrea baja el platillo y la taza blanca con café en la mesa

-¡Gracias!

-¿Y ustedes que quieren, muchachos?

-Ya traigo sus pedidos -Le dice Marcos con una voz fría, Andrea voltea la cabeza y queda de frente a Marcos

-Debes cambiar ese tono de voz cuando estabas fuera del horario de trabajo, QUE-RI-DO -Andrea arruga la frente y se voltea hacia el balcón y arregla sus cabellos que cubrían el lado izquierdo de su rostro

-... ¿Qué fue ese frío sentí hace un momento?

Marcos espero que los escoltas agarran sus pedidos y luego regreso al balcón junto a Andrea a agarrar su pedido, mientras caminaba hacia Andrea un joven elegante y de una apariencia joven se asomó al balcón cerca de Andrea y la saludo, ese dejo molesto a Marcos

-¡Buen día, señorita! -Dijo el joven al agarrar el menú

-Buen día, joven -Respondió Andrea al apoyar su codo izquierdo sobre el balcón y revisar su menú

-Disculpe la molestia, ¿Es usted de por aquí?

-No, yo soy de Paraguay, estamos de paseo nada más

-¿Entonces estás con tu familia?

-Así es, veo que estás viajando por trabajo, ¿o me equivoco?

-Así es, tiene buena intuición señorita

-Gracias, solo supuse nada más

-¿Me podrías decir su nombre?

-Mi nombre, dime ¿Me acusan de algo?, ¿soy una sospechosa para usted, joven?

-¿¡Eh!?, ¡de ninguna manera!, solo tengo interés en saber su nombre, eres bella e interesante -Dijo el joven en un tono asustado y perdido, Andrea sonríe y se tapa los labios con su mano izquierda

-Solo bromeaba, mi nombre es Andrea

-¡oh!, me diste un susto y tanto, soy Alberto, encantado en haberla conocido señorita Andrea

-Es un gusto, joven Alberto

-¿Interrumpo algo? -Pregunto Marcos al acercarse a Andrea y sostenerla de la cintura

-Eres, más fácil de provocar de lo que pensé mm, no para nada

-¿Es tu amigo, querida? -Pregunto Marcos al mirar fijamente a Alberto

-Déjeme presentarles, Marcos, él es Alberto y Alberto, él es Marcos

Ambos se saludan con un apretón de manos y se miraban fijamente

-Un placer

-Igualmente

-Alberto es un conocido

-Entiendo, es que mi esposa no hablo de usted