Episodio Uno

Las deudas de sus padres fueron tan lejos que únicamente para recuperar sus empresas y pagar a la mafia y a sus prestamistas, la obligaron a casarse, con una persona a la cual no conocía y no amaba. Sabía por medio de las empleadas de servicio que el hombre con el que se iría a casar era un completo cretino, machista, mujeriego y una mierda de persona.

Solo por la maldita presión de Marie, solamente por eso aceptó; solo por ayudar a sus "padres" sin importar el trato que le daban.

Además, ya nada le importaba después de eso...

Sus planes para el futuro incierto que tenía eran: viajar y conocer culturas nuevas, disfrutar con sus amigos sanamente sin problemas y estudiar dos carreras.

Y en un futuro muy, pero muy lejano, tal vez casarse y tener hijos (tal vez no) con una persona la ame verdaderamente y viceversa, que siempre se apoyen en las buenas y en las malas y, por último, que estén juntos hasta que Dios lo permita.

Pero...

Mejor no hagan planes, se pueden arruinan como lo hicieron con Olivia.

Tomen este consejo como necesario, el mundo da muchas vueltas.

Tenía un futuro brillante en la mejor universidad de Washington, estudiando Diseño Gráfico, pero, los vicios de Frank al apostar todo en el casino, Marie siendo una compradora compulsiva y la crisis financiera que estaban viviendo las dos empresas hicieron que todo se fuera a la cloaca.

Era muy obvio que Olivia no iba a heredar las empresas de la familia Brown por nada del mundo por ser la "rechazada", lo de ella no era dirigir empresas, lo que ella quiere y ama con su corazón y su alma es el arte, diseñar, inspirarse en muchas cosas, eso es lo que le apasiona, pero no podía hacer nada, le tocaba enfrentarse a todo lo que se venía desde hoy.

Hace cuatro semanas se conoció con John Houston, su hijo y futuro esposo; Daniel Houston. En el momento que lo vio supo el infierno que viviría al lado de él, no con su familia, la familia Houston era tan buena gente y tan genial que Olivia se preguntaba cómo es que ellos eran amigos de sus "padres"; los Brown si eran unos hipócritas de primera.

Y también se preguntaba, cómo carajos dos personas tan buenas, tenían a una oveja negra.

En su mente no caía en cuenta que, aunque eran buenos, literal y realmente la estaban comprando como mercancía para su hijo.

Bonito el infierno.

Todos los días de esas cuatro semanas, los Brown, hacían citas diarias para Olivia y Daniel. Se sabía en el fondo el odio tan mutuo y tan genuino de ellos dos, que se notaba desde los más lejos, al principio y a la fuerza empezaron a interactuar y a conocerse poco a poco en cada cita (aunque se detestaban y se miraban con furia) y después debían actuar como una pareja (ya que hicieron un pacto, para que nos los molestaran con el temita) delante de todos y del propio chófer de la familia Houston; Andrew, que los mantenía vigilados y daba información de los comportamientos de los jóvenes obligados a casarse.

Él por castigo.

Y ella por "salvar" a su familia.

Noah y su nana, la señora Jazmín, aconsejaron a Olivia, en esas semanas muy de repente empezó a bajar de peso, perdió el apetito, tenía los ojos hinchados y a cada rato se repetía las mismas preguntas del por qué le hacían esto, su cabeza era un tormento que no la dejaba tranquila.

Gracias a ellos se dio golpecitos dándose valor y así se preparó para lo que fue la fiesta de compromiso a días de la "Boda del año" según la alta sociedad.

...

Hoy es la fiesta de compromiso en casa de sus futuros suegros, por lo cual su madre le había regalado un vestido para la ocasión.

Era verde esmeralda, largo y con mangas para que no se notara tanto la pérdida de peso que obtuvo gracias a los acontecimientos ocurridos, le cabía "como anillo al dedo", se colocó tacones bajos por los vértigos que tenía últimamente, la maquillaron y peinaron y sí, los profesionales hicieron un buen trabajo ocultando su cara demacrada, se colocó los aretes y el perfume, tomó un pequeño bolso donde metió su móvil, pastillas por si vomitaba, labial, dio un gran respiro y se dijo ya preparada en el espejo de cuerpo completo:

ㅡSonríe y ya, aquí vamos.

Salió de la habitación y se dirigió a la lujosa sala de estar con cuidado.

Al bajar vio a la familia reunida.

ㅡEstás muy hermosa hermanita, te ves como una princesa. ㅡNoah la elogió y ella le sonrió.

ㅡAsí es, estás muy divina cuñada. ㅡla elogió Jane, novia de Noah, también le sonrió.

ㅡTe ves bien, hija. ㅡdijo su padre sonriendo de lado, por lo cual ignoró el comentario educadamente.

ㅡTe ves diferente, menos demacrada y pálida como un muerto. ㅡdijo su madre lista para salir de la casa.

ㅡGracias, Noah y Jane.

Olivia los vio con seria, mientras que ellos no tenían ninguna expresión en su rostro. Se hizo un silencio incómodo por todo el lugar, que lo único que se escuchaba eran los autos pasar por la colonia.

ㅡBueno, familia es hora de irnos. ㅡEl señor Brown rompió la tensión hablando animadamente a lo cual todos se dirigieron a la limusina que los esperaba.

Mientras que Olivia pedía misericordia mentalmente.

Dios te lo pido por milésima vez, no me abandones ahora.

...

Noah ayudó a Jane a bajar de la limusina y después a Olivia, la mansión de los Houston era una de las mansiones más grandes del barrio más lujoso de Chicago, la fiesta era exclusiva para familiares y amigos de Houston y Brown, solo se podía entrar con la invitación.

Al entrar al sitio del brazo derecho de Noah, todo se veía muy ostentoso, bien decorado, impecable y muy perfecto a la vista.

Había mucha gente en el sitio, también algunos accionistas y gerentes de las empresas del señor John.

Olivia dejó a Noah para fuera con Jane a sentarse en la mesa correspondiente, mientras los Brown hablaban con los Houston, ella nada más esperaba ver a su grupo de amigos en la fiesta para no estar amargada con tanta etiqueta y aires de grandeza. Veía el sitio y a aquellas personas con detalle, si eran elegantes, pero todos aparentaban ser "buena gente", por el lado de su familia.

En ese momento, sintió que le taparon los ojos con unas manos muy suaves y grandes, su perfume le llegó a las fosas nasales sintiéndose tranquila, pensando que era Jasper, su mejor amigo. Lo conocía como la palma de su mano ya que, él siempre hacía eso cuando se encontraban en algún sitio, respiro y con brusquedad volteó para hablar, su pequeña sonrisa se esfumó al ver quién era, nada más y nada menos que Daniel.

La abrazó tan fuerte que al estar muy delgada la respiración se le cortaba.

ㅡQue bueno que llegaste, cariño. ㅡLe dijo con una sonrisa fingida.

ㅡMaldito hipócrita, suéltame. ㅡSusurró ella, para que nadie escuchara.

ㅡMi amor, yo también te extrañé. ㅡLe besó la mejilla haciendo un sonido sordo hasta que, por fin la soltó y el aire volvió otra vez a los pulmones.

ㅡQuisieras, pero eso jamás. ㅡLe susurró al oído mientras se limpiaba la mejilla.

ㅡEstoy actuando, lo sabes. ㅡDevuelve el susurro.

ㅡActúas como el gran hipócrita que eres Houston.

ㅡLivi!!

Al oír la voz de Logan a lo lejos, agradeció al cielo de salvarla de Daniel.

ㅡBueno, llegó mi salvación, te deseo suerte EN TU FIESTA, literalmente. ㅡpalmeó su hombro, se retiró y fue donde sus amigos.

Daniel hizo un gesto con su boca y después de eso se dirigió donde su grupo de amigos con una sonrisa.

ㅡGracias Logan, te amo hermana.

ㅡSucedió algo cariño? ㅡla saludó con un beso en la mejilla.

ㅡMe liberaste de Daniel. ㅡsonrió un poco. ㅡPor cierto y Jasper, chicos?

ㅡSe enfermó del estómago por qué fue con sus primos a comer, había un concurso en el cual, si comías más de veinte alitas BBQ tendrías un cupón gratis cuando volvieran otra vez a comer y sabes qué pasó? ㅡhabla una de sus amigas, Mack.

ㅡDigámoslo a la cuenta de tres.

ㅡUno. ㅡDijo Lexi.

ㅡDos. ㅡDijo Kara.

ㅡTres. ㅡDijo Benjamín.

ㅡComió más de las veinte alitas BBQ. ㅡHablaron al unísono todos.

Lo conocían perfectamente.

ㅡY ganó! Dijo su primo Ethan que comió unas treinta y cinco alitas con ayuda de él y su otro primo, Liam.

ㅡMe imagino que ayunó para el concurso por días, ¿me equivoco? ㅡmencionó Olivia.

ㅡEs correcto, Livi ㅡhabla Benjamín.

ㅡDespués de obtener el cupón, llegaron a casa a punto de reventar. Por la madrugada vomitó todas las alitas y pues... tú ya sabes que más pasó, Liv. ㅡDijo Kara.

ㅡLo diré, se venció y ha gastado unos dos rollos de papel higiénico.

ㅡSí. ㅡhablaron todos al mismo tiempo incómodos.

ㅡJa! Lo sabía.

Olivia intentó no reír, ya que él siempre concursaba en los restaurantes.

ㅡBueno, por lo menos no vino para que no viera como me toca sufrir en unos momentos.

ㅡTranquila, aquí estamos nosotros para defenderte de quién sea sin importar que hagamos una batalla campal con todos estos riquillos. ㅡDijo Lexi a capa y espada.

ㅡTienes nuestro apoyo y nuestras buenas vibras, ahora y siempre. ㅡDijo Logan.

ㅡNo estás sola, tienes a tu escuadrón suicida aquí. ㅡ Dijo Mack.

Todos rieron ruidosamente sin importar como la gente los veía.

ㅡGracias, chicos los valoro y aprecio un montón.

ㅡ¡¡¡Abrazo grupal!! ㅡGritó Kara.

Los chicos la abrazaron delicadamente por su estado de salud, se sintió aliviada y con más fuerza para enfrentar a toda esa gente de sociedad.

ㅡLiv, vamos al salón, ya mismo empieza la fiesta. ㅡ Habló Jane por detrás de ellos.

ㅡClaro, vamos chicos.

Los chicos saludaron a Jane y con las fuerzas que tenía y las buenas vibras de sus amigos entraron todos al salón empoderados y sin miedo alguno, parecía el ambiente de 'Rápidos y Furiosos'.

Que comience la fiesta.

...

ㅡSean todos bienvenidos a la fiesta de compromiso de mi hijo, Daniel Houston y su novia, Olivia Brown. Demos un caluroso aplauso a los novios.

Los dos se pararon de sus asientos, tomados de las manos y saludando a todos con una sonrisa.

La mente de Olivia decía:

Sonríe como las Miss Universo y después te golpeas la cabeza contra la pared.

Desde arriba del balcón, sus amigos junto a Jane y Noah le hacían barras.

Ellos fueron su felicidad toda la noche.

ㅡBrindemos por ellos. ㅡTodos alzaron sus copas y John habló. ㅡQue Dios esté con ustedes y que sean un matrimonio duradero, que se apoyen en las buenas y en las malas y que siempre abunde el amor. ¡Salud!

ㅡ¡Salud! ㅡChocaron las copas y sonrieron.

ㅡ¡VIVA LOS NOVIOS! ㅡgritaron familiares.

Daniel y Olivia se demostraron odio mutuo con sus miradas, declarando la guerra.

Todos los miraron con amor y ternura, la familia Brown y la familia Houston con alegría y sus amigos con seriedad.

Esto se va a poner bueno...

¡Que empiece esta mierda!

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