Prólogo

En la vida de Olivia Brown, a su alrededor siempre estuvo presente el dinero, los viajes, la ropa de diseñador, las fiestas elegantes y el supuesto amor de quién se hacía llamar su "familia" bueno, en realidad solo el amor de su hermano adoptivo.

Tenía una esencia y un alma humilde y caritativa, no le importaba los lujos ni lo material, lo único que le importaba era ayudar a las personas y sobre todo a los animales, ser un alma libre, llevando una vida sana, sin vicios y sin malas amistades.

Hace unos años atrás, se enteró por sí misma que era adoptada. Escuchando la conversación de su supuesto "padre" biológico y su supuesta "madre" biológica, en ese entonces apenas tenía quince años cumplidos, entendió de inmediato el por qué la trataban diferente, en cambio Noah, su "hermano mayor", siempre era tratado como su propio hijo.

Olivia lo dejó pasar, se acostumbró al trato diferente que ya poco le importaba que no se acordaran de ella, de eventos importantes, de la preparatoria o de su cumpleaños.

Pero nunca se sabe cuándo la vida puede cambiar con solo un chasquido de dedos.

Al terminar un evento benéfico al cual ella asistía cada mes y cada año, revisó su móvil, dándose cuenta de que tenía por lo menos unas catorce llamadas perdidas de su "padre" y un mensaje el cual decía:

📱"ven casa, tenemos que hablar urgente".

Olivia se asustó quedándose fría por cierto tiempo, su mente empezó a alertarse.

¿¡Se dieron cuenta de que hago obras de caridad y campañas!?

No creo, pero, ¿y si Noah les contó?

O será... ¡QUE ME PODRÉ IR A WASHINGTON A ESTUDIAR Y ADIÓS, HASTA NUNCA A ESA GENTE!

El secreto por el cual temía mucho podría costarle lo que más quería, pero, como sus "padres" eran tan relevantes en la alta sociedad, para ellos era una barbaridad ayudar a gente ignorante y sin modales que no valían la pena, se consideraban superiores.

En cambio, ella no era así, desde niña siempre deseó tener una fundación y un refugio, y dar un ejemplo de humildad, amor y sencillez a los demás.

Sus "padres" querían tenerla como su títere y que se comportara como ellos querían, Olivia nunca dejó que eso sucediera, incluso jugaba fútbol con los niños en vez de jugar a las fiestas de té, vestida de princesa y maquillada como otras niñas.

Era un diamante en bruto.

ㅡ¡¡M-me tengo q-que cas-s-sar!! ¿POR QUÉ?

ㅡ¿No quieres ver a tu familia en la calle o que maten a tu padre por apostar todo en el casino, ¿no? Esta es nuestra única opción para poderle pagar a esa mafia.

ㅡPapá, mamá, en serio no hubo otra opción.

ㅡEstá era la única opción, te casas, por qué te casas y punto se acabó la conversación. ㅡdijo su padre enojado.

ㅡ¡Mamá, dile algo, no pueden hacerme esto! ¡YO NO ME QUIERO CASAR!

ㅡSi tanto nos quieres, debes sacrificarte por tu familia que te ha dado un techo, comida, ropa, lujos. Nos vas a pagar mal después de todo lo que te dimos.

ㅡ¿¡Me están a sacando las cosas en cara!?

No respondieron, Frank, su padre, se levantó del gran sillón de cuero, salió y las dejó a las dos en el despacho.

ㅡOlivia, es por tu bien y el de nuestra familia. Si tanto quieres estudiar, estar bien y vernos tranquilos, hazlo primeramente por tu familia y después por ti, te amamos hija y no queremos verte desanimada sin estudiar lo que tanto te gusta.

Acarició el rostro de Olivia con una ternura muy falsa, sabía exactamente que lo hacía para ganarla y sabiendo que era muy hipócrita de su parte el comportarse de esa manera, siendo que nunca lo hizo.

ㅡNo tengo opción, cierto.

Olivia lo dijo con desgana y Marie asiente con una sonrisa tierna.

ㅡEstá bien, me casaré.

ㅡBien querida, más tarde hablaremos de los preparativos de la boda y cuando conocerás al hijo de John, me han contado que es un amor de persona, tranquila Liv, todo estará bien.

Su madre salió del despacho contenta por qué logró su cometido.

Olivia se quedó en el despacho analizando lo que había ocurrido en ese momento.

Muchas emociones aparecieron de repente, en su estómago apareció un vacío que se hacia más y más grande que le hacían arder los ojos y las palmas de sus manos.

Empezó a llorar con rabia, con sentimientos encontrados, la respiración le faltaba y no sentía las piernas, fallaron por lo cual cayó al suelo desconsolada.

Lloró como nunca antes había llorado en sus veinte años de vida, ni cuando falleció su mejor amigo canino, ni cuando le hacían bullying.

Algo la invadió de repente...

Gritó con todas las fuerzas que tenía, escuchándose por toda la casa el grito doloroso que había guardado hacía mucho tiempo, empezó a maldecir todo lo que le salía del corazón, le dolía todo, la cabeza le ardía, estaba roja y la sangre bombeaba a mil por todo su cuerpo.

Primero descubrir que era adoptada y que nunca le dijeron la verdad sobre quién era en realidad, lo ocultaron y aún lo siguen haciendo, el mal trato hacia ella y ahora esto.

¿Qué más faltaba en su vida?

ㅡYo, ¿por qué? ¿Por qué, debo cargar con los errores de las personas que se hacen llamar mis "padres"? ¿¡POR QUÉ ME HACEN ESTO!? ¡POR QUÉ ME OBLIGAN A CASARME, SIN IMPORTAR COMO ME SIENTO!

En ese momento, Olivia solo quería morir y evitar a toda costa ese maldito matrimonio.

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