Pensamientos tormentosos.

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Narra Nathalia:

Llego a mi casa desesperada, llorando, sucia por la caída.

Desmotivada por la vida, por lo que me toca vivir y sentir, que todo lo que me pasa es malo, me siento en desgracia continua.

Llegando a mi hogar mi hermano tenía una crisis existencial, por lo que vi, mis padres tenían una discusión, a lo que llegué se callaron y mi padre se retiró.

Fui a ver a mi hermano y estaba muy enojado y triste por la pelea de mis padres, tuve que calmarlo porque estaba muy mal, hasta que se le pasó.

Me dirijo a mi madre para que me dé una explicación y me dice: "hija no te preocupes, cosas que pasan, es normal" le digo a mi madre: "las peleas en esta casa no se pueden considerar normal mamá, y muchos menos con mi papá".

Mi hermano se altera cuando ve una pelea, o personas alteradas, no le gusta el escándalo o los alborotos, le dije a mi madre que no tenían que pelear en frente de él por lo mismo, pero en el momento que pelearon según mi mamá salió de su habitación y vió el semejante espectáculo.

Pasa un rato desde la discusión en casa y todos están más calmados.

Cómo extraño me preocupo por ellos, ellos ni pendiente de mí, ni ven mi condición en la cual llegué a la casa, ni me preguntaron que me había sucedido, ni por qué había llegado en ese estado.

Entro a mi recámara, me cambio, me meto al baño, me visto y empiezo a descansar, me quedo dormida de tanto llorar por mi desgracia porque pienso que es una desgracia, no puedo creer que me haya sucedido algo así y más en estos momentos que estoy pasando.

Pasan unas horas...

Me despierto muy tarde en la noche, corrijo las actividades pendientes y al registrar mis cosas del bolso, veo mis lentes partidos y mi cuaderno de planificación no está, al revisar bien y nada, no está.

Tengo molestia porque en ese cuaderno tengo todas mis planificaciones, pero no es nada que no pueda solucionar. Soy muy buena docente y todo lo resuelvo como buena maestra, para eso estudié.

Me vuelvo a recostar en mi cama y comienzo a recordar lo sucedido, me da mucha rabia.

Recuerdo al chico que me ayudó y me quedo con incertidumbre, pensando quién es él, por qué me ayudo, bueno no me hago ilusiones también hubiese ayudado a cualquier otra persona que haya pasado lo mismo.

Me quedo dormida y sueño con la situación que pasé y sueño mucho con él, no recuerdo bien su apariencia bien porque mi vista estaba nublada desde la rabia por la ridícula esa, payasa y sifrina mala educada.

Chico extraño.

Estoy trabajando en la oficina de mi casa desde que llegué del local de comida japonesa, tengo mucho trabajo, mantener mi calidad de vida económica, se necesita de mucho esfuerzo y dedicación.