Capítulo 18

Lorenzo: Me levanto meio sem jeito y voy a cambiarme. Alice hace lo mismo y nos encontramos en la mesa del desayuno. Desayunamos y Theo pide ir a la piscina, Alice vuelve a su rutina y yo sigo hacia la empresa. Regreso a casa, almuerzo y dejo a Theo en la escuela con Alice. La semana pasa tranquilamente, Theo está durmiendo en su habitación nuevamente y estamos cada día más cerca. Me he alejado lo más que he podido de Alice, todo está muy extraño. Hoy llegué muy tarde de la empresa y encuentro a Alice en el frío, ella acaba de recuperarse de un inicio de neumonía y ahora está parada frente a la piscina como si estuviera pensando si entra o no, no es posible. Camino rápido hasta ella.

Alice: Las cosas volvieron a la normalidad, Lorenzo está involucrado en Theo y todo lo que tiene que ver con él. Entre nosotros las cosas no podrían estar más extrañas, él me evita al máximo y cuando llega se queda con Theo y me deja libre, he estado pasando mucho tiempo sola en la habitación. Me recuperé 100% de la gripe y ahora sin Theo durmiendo conmigo el agujero en mi pecho está abierto nuevamente y el dolor es tan asfixiante que tengo la pésima idea de entrar en la piscina, aquí me quedo parada pensando si entrar o no. Escucho la voz grave de Lorenzo detrás de mí, me volteo de una vez y él está justo delante de mí, pierdo el equilibrio, él intenta sujetarme y caemos dentro de la piscina. Era realmente una pésima idea, el agua está peor que el agua fría del filtro.

Lorenzo: Llamo a Alice, ella se voltea y pierde el equilibrio, intento sostenerla y los dos caemos en la piscina. ¡Dios, este mujer me va a matar!

Por Dios, Alice, ¿estás loca?

Alice: Comienzo a reír temblando de frío.

Era realmente una pésima idea.

Lorenzo: ¿De verdad te das cuenta de eso ahora?

No puedo evitarlo y acabo sonriendo con ella. Tiro mi carpeta, mi celular y mi billetera fuera de la piscina. Me quito mi traje y tomo la mano de Alice para sacarla de este agua fría. Salgo primero y le doy la mano a ella. Corremos hacia el área donde están las toallas y tomo varias toallas para cubrir a Alice, quien tiembla de frío. Paso rápidamente mis manos por sus brazos y seco su cabello. Ella no deja de mirarme seriamente y no tengo idea de lo que pasa por su cabeza.

Alice: Tomo una toalla y cubro los hombros de Lorenzo, me acerco demasiado a él, él sostiene mis manos y sopla tratando de calentarse con mucho cuidado. Estamos tan cerca que siento que mi corazón late rápido y fuerte, la sensación es maravillosa, siento que mi corazón estaba dormido y finalmente volvió a latir.

Lorenzo: Nota una lágrima caer por el rostro de Alice y no entiendo nada.

¿Estás bien?

Alice: Tomo la mano de Lorenzo y la pongo sobre mi pecho.

Late... mi corazón está latiendo otra vez.

Lorenzo: Alice sonríe entre lágrimas y entiendo perfectamente lo que ella quiso decir. La miro por un momento, tomo su rostro con cariño y me acerco a sus labios sin pensar en nada más.

Seguridad: ¿Están bien, señor Lorenzo?

Lorenzo: Uno de los guardias de seguridad que está patrullando debe haber escuchado el ruido de nuestra caída en la piscina y tan pronto pregunta si estamos bien, vuelvo a la realidad y me alejo de Alice inmediatamente.

Estamos bien.

Alice: Tuvimos un momento, un momento en el que incluso pensé que Lorenzo me iba a besar, pero uno de los guardias llega justo en ese momento y él se aleja. Puedo ver cómo vuelve a su postura seria y hasta creo que fue mejor así.

Perdón, me voy a cambiar. ¡Gracias!

Lorenzo: Alice...

Alice: Sé lo que quería decir, señor Lorenzo, entendí.

Hablo muy avergonzada, forzando una sonrisa.

Lorenzo: Alice sube y quedo perdido en mis pensamientos. Recojo todas mis cosas y entro a casa, me voy directo a tomar una ducha caliente, me visto y me acuesto pensando en lo que acaba de suceder. Sentí lo que Alice me dijo, la sensación de que mi corazón todavía late, de hecho, de que aún tengo un corazón. Esa pequeña mujer me va a volver loco y su sonrisa está grabada en mi mente. Me cuesta mucho dormir.

Alice: Despierto, me cambio, abro la ventana y me acuesto pensando en todo lo que pasó. Lorenzo sonriendo en la piscina, la forma en que me miró, el beso que casi ocurrió y cómo me sentí viva con él después de los años más difíciles de mi vida. Me quedo dormida y soy despertada por Daniela golpeando la puerta.

Daniela: Buenos días Alice, ¿podemos hablar?

Alice: Claro, entra.

Hablo aún adormilada.

Daniela: Hoy será un día complicado, vine a liberarte. Puedes volver mañana al final del día, Theo se quedará conmigo.

Alice: No entiendo.

Digo completamente confundida.

Daniela: Hoy se cumplen dos años desde que Suzi falleció, es un día en el que Lorenzo prefiere estar solo.

Alice: Está bien, gracias. ¿Ya se llevó a Theo?

Daniela: Ya salió con Bruno, solo vine a liberarte.

Alice: Gracias Daniela.

Daniela se despide y se va, me quedo sentada un rato pensando y decido quedarme en la mansión hoy. Bajo, no hay ningún empleado aquí, decido hacer el almuerzo. Preparo la comida y paso horas en la mesa esperando a que Lorenzo salga de la oficina. Él no sale y preparo una bandeja de comida para él, me dirijo hacia la oficina lentamente temiendo lo que puedo encontrar detrás de esa puerta ya que está completamente insonorizada y no tengo idea de qué sucede adentro. Toco la puerta con miedo.

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