los ovnis o el hombre araña

_ Hoy el día prácticamente está perdido, mañana en la firma del contrato al pedir la carta fianza pide una revisión del contrato de fusión de las dos empresas y allí entras tu mi querida Marisol. Dijo Susana a su amiga mientras se secaba el cabello y veía la figura que tiene, frente a un espejo.

Marisol _ ¿Mañana iras conmigo a la reunión?

Susana _ No lo creo aún estoy pronto para mostrarme frente al CEO Anderson.

Rosa _ Él realmente está interesado en ti, el hombre que mando para seguirte, sigue allí afuera.

Susana _ Él aún es muy joven e inocente. Ja, ja, ja. Cree que es el quién me está protegiendo a mí.

Marisol _ Fue demasiado pronto para que su Papi lo convirtiera en el CEO de su compañía.

_ Él y su puñado de amigos aún no han aprendido lo suficiente. Dijo Susana mientras sé acerca a sus amigas y se sienta al lado de ellas.

Rosa _ Será mejor que tomes este caldo de pollo que te hará bien en el estómago.

Susana tomó su caldo de pollo y se despidió de sus amigas e ingreso a su dormitorio. Allí salió al balcón ese balcón para ella se convirtió en un oasis ella lo pidió así con plantas una pequeña mesa donde se encontraba unos cuadernos de dibujo y unas acuarelas al lado, un pasatiempo de Susana y en otro lado de este balcón un pequeño sofá con un equipo de sonido en ese sofá tomó asiento Susana y puso algo de música con unos auriculares para no molestar a los vecinos. Allí se encontraba ella y entre balada y balada que escuchaba con los ojos cerrados sus lágrimas brotaban pensando en sus hijos allí se quedó dormida. En sus sueños se encontró con Adrián recostado sobre el regazo de Susana, mientras ella acaricia su negro cabello, sentada en un Sofá blanco este a su vez se encuentra en una amplia sala, con ventanas que dan hacia el mar se pueden escuchar las olas chocar contra las rocas, casi puede sentir el olor a mar.

Adrián _ ¿Ponemos algo de música?

Susana _ Que más música, que los sonidos que hace el mar.

Adrián _ Dime si se te duelen las piernas para levantarme.

Susana _ No! No me duelen así estoy bien.

_ Pero yo no. Dice Adrián y se incorpora. _ Así estoy muy lejos de tus labios y no los puedo besar. la mira a los ojos toma su rostro y se acerca a ella y la empieza a besar uniendo sus labios a los de ella, empezó a succionar su labio inferior dándole un pequeño mordisco para luego acariciarlo con su lengua ella con la respiración agitada pone una mano sobe el pecho de este él sigue besándola recorriendo el camino que lo dirige hacia el cuello de Susana, así tomando el espacio que ella ocupa acostándose sobre ella haciéndola sucumbir por sus caricias recostada sobre el sofá. Mientras el devora su cuello, toma con posesión y autoridad sus senos los aprieta con tanta fuerza que ella se queja del agarre y abre los ojos encontrándose con una luz que la alumbra en el rostro.

_ Te dije que no estaba muerta solo está dormida. Dice un niño que le alumbra el rostro a Susana desde el balcón vecino.

_ Ya te he dicho que no molestes a los vecinos. La señorita creo que tenía un lindo sueño._ Dice el Papá del niño que mira como luce Susana recostada, casi cayéndose del sofá.

Susana que está entre despierta y medio dormida no escucha lo que dice este par, pues está con los auriculares puestos, pero al ver la sonrisa del hombre que está en compañía de un niño se da cuenta que tiene público mientras tenía ese sueño con Adrián, se pone de pie y se vuelve a caer sobre el sofá el cable de los auriculares la jalo de nuevo y siente como su cara arde y se llena de vergüenza, que rápido sale del balcón.

_ ¿Papa como que a esta vecina no le vamos a caer bien verdad?_ Le dice el niño a su papá.

_ Creo que no Adán además de que es malo alumbrar a la cara de las personas con una linterna.

Susana muerta de vergüenza va a la cocina en busca de un vaso con agua allí se encontró con Marisol.

Marisol _ ¿Aún despierta?

Susana _ No sabes lo que me acaba de pasar.

Marisol _ No lo se, dimelo tú.

Susana _ Me quedé dormida en el sofá del balcón y Soñé con el bombón. Dice mientras sujeta sus mejillas que le arden.

Marisol _ ¿Y qué te tiene así? ¿Fue intenso lo que soñaste con el bombón?

Susana _ No es el sueño lo que me tiene así, aunque lo que Soñé iba bien hasta que me despertó una luz sobre él rostro.

Marisol _ No me digas que vinieron por ti. _ Dijo esto tapándose la boca por el asombró.

Susana _ ¿Qué dices? ¿Quién vino por mí?

Marisol _ los ovnis a esta altura quien más vendría por ti ni que fuera el hombre araña.

Susana _ Hay Marisol, mejor. Cállate! será por la hora que aún no duermes que no piensas lo que dices, que ovni o hombre araña va a venir por mí. El que me alumbraba la cara era el vecino y su hijo con una linterna y mientras lo hacían no sé que decían pues yo tenía puestos los auriculares y al levantarme del sofá me caí y ya con eso, se terminó de ir toda mi dignidad así que salí corriendo del balcón. _ Dijo todo esto gritando y terminó sin aliento pues Susana no solo estaba avergonzada si no que también de mal humor.

Marisol _ ja, ja, ja. Ese chiquillo así que te lo hizo a ti también.

_ Basta deja ya de reír, de solo imaginar que me vieron mientras soñaba con el bombón me muero de vergüenza. Y quienes son esos dos._ pregunto Susana aún molesta.

Marisol _ Son Adán y su papá Manuel.

_ Esos dos, esos dos no los quiero volver a ver. Termino por gritar Susana.

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