Cap. 4 No creo que haga nada estúpido

En el auto de Dante, Keyla lo mira de reojo, no sabe cómo es que su amigo se está tomando esto.

- Y…, bien, ¿Cómo es que estas ayudando a esa chica? _ dijo Keyla mirándolo con recelo.

- Si, aunque no quiera aceptarlo, no puedo rehusarme al pedido de mis padres, aun los resiento, pero no puedo dejar que entren en quiebra _ dijo tranquilo mientras Keyla asiente, pero no se va a quedar con una respuesta.

- ¿Por qué ella se quedará contigo?, ¿acaso no fue eso lo que causó problemas antes? _ dijo Keyla mientras que Dante dio una sonrisa de medio lado.

- No creo que haga nada estúpido, esta vez no la dejare salirse con la suya, además que solo será por seis meses, bajar la cabeza de princesa arrogante no será nada a lo que mi hizo pasar, aunque ahora parece no ser la misma mimada y despreciable de antes, creo que aún no estoy seguro de su supuesto cambio _ dijo Dante sin dejar de revisar sus correos electrónicos.

Keyla asintió, ¿qué más puede hacer?, de todas formas, Dante sabe lo que quiere hacer con ella, si es que hay algo que hacer con esa relación destruida que tienen.

Cuando llegaron al lugar, Annia se bajó y vio que era otro lugar y no su departamento de siempre.

Annia entendía la situación, era obvio que ese departamento debía representar lo peor para él, así que ella no podía juzgar la situación.

Ella entró al lugar siguiendo a Dante y Keyla quienes hablan de negocios, pero Annia debía hablar antes de que se le sigan pasando las cosas.

- Presidente, debo ir a traer mis cosas de casa, así que vuelvo en una hora, pero me gustaría saber si pudiera darse tiempo para visitar a nuestros padres, ellos lo extrañan _ dijo Annia con un nudo en la garganta, realmente quiere que sus padres lo vean, siempre están triste por su partida.

- Lo pensaré, puedes irte _ dijo tranquilo restándole importancia.

Annia asintió y salió del lugar, cuando llegó a la parada de autobuses se puso a llorar a mares, él no la va a perdonar, ella también sufrió mucho por lo que pasó, pero sabe que ella fue la causante, ella lo callo y todo cayó de forma horrible sobre Dante.

Annia llegó a su casa y fue recibida por un cálido abrazo de su padre y su madre, ella se sentía tan feliz, ellos la habían perdonado por lo que pasó, pero ella no puede olvidarlo, ella aún no se perdona.

- Mi niña, dime ¿Cómo está él? _ dijo Samanta la madre de Dante.

- Pues, bien, aun me odia, pero él está bien, tiene una gran empresa, deberíamos estar orgullosos de él _ dijo Annia con una sonrisa un poco triste.

- Yo quiero verlo, he ido a verlo a su empresa varias veces, pero no me recibe, realmente estoy muy apenado, lo extraño tanto, extraño a mi niño, a mi campeón _ dijo Nicolai.

- Lo sé, lo sé, yo también, solo dejemos que el destino corra, si él vuelve solo debemos agradecer a los cielos porque nos haya perdonado _ dijo Samanta con lágrimas en los ojos.

Annia hizo una maleta y salió para ver a sus padres en la puerta, ellos la despedían con una mirada de esperanza, tal vez Annia podría hacer que Dante baje la guardia.

*_*

Annia llegó al chalet que Dante había comprado, ella entró y se sorprendió al ver a Lila, esa era su nana Lila, aunque habían pasado 5 años ella se veía casi igual, esa mirada agradable y su figura regordeta pero muy ágil no tenían igual.

- Nana Lila, que gusto verte _ dijo Annia con una sonrisa, pero no recibió la misma respuesta.

- Srta. Annia, es un gusto verla de nuevo, por favor pase, le indicaré su cuarto _ dejo Lila de forma cortante, la sonrisa de Annia se desvaneció, verla le trajo recuerdos de esa época, de lo que había sucedido y como ella callo para salvar su pellejo y Dante fue destruido públicamente.

Annia llegó a su habitación, se encontraba al fondo del primer piso, era bonita, bien iluminada, pero ella sabía que debía estar muy, pero muy lejos de donde duerme Dante.

Ella puso su ropa en el armario, acomodo sus artículos personales, tenía un pequeño baño privado lo cual no le molesta, ella se cambió y se fue a la cocina, seguramente Dante tenía ganas de cenar, en la cocina está Lila, quien la mira con seriedad, Annia suspira y hace una bonita sonrisa, no se va a dejar vencer, ella no se dará por vencida, tiene 6 meses para hacer que Dante la perdone y no se vaya por tanto tiempo.

- Nana Lila, estoy lista para hacer la cena _ dijo buscando las ollas y sartenes, Lila asintió y le pasó el menú de la semana, eso es lo que Dante cenaría y además está la lista del desayuno y el almuerzo, el cual deberá llevárselo a la empresa.

Annia tragó en seco, sabía que sería difícil, no puede quejarse, ella aceptó esa situación.

- Bien, bien, yo me encargo _ dijo con entusiasmo, empezó a cocinar mientras Lila con toda la frialdad del mundo la supervisa.

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