Capitulo 13. Desesperado.

Llegó a mi casa después de un fuerte día de trabajo, además de que ando irritado, me hace tanta falta comerme a mi chocolate, que no veo la hora de estar sudando sobre ella Mientras Jackie grita mi nombre para que le dé mas.

Dios otra erección, la verdad es que se me ha bajado ni un minuto necesito tenerla o moriré.

En la soledad de mi habitación decido enviarle un mensaje para que se acerque, Elle no está hoy no se de cuántas maneras debo decirle que la quiero lejos de mi vida, pero se empeña en seguir, no la soporto.

"Quiero mi chocolate, caliente"

Espero su respuesta, pero está no llega, estará molesta, porque no me responde.

Me quedo dormido después de haber hecho ciertas cosas que no me gusta para liberar tensión pero pensando en su culo e imaginando que grita mi nombre lo hice, no es lo mismo pero en algo ayuda, mañana buscaré hablar con Jackie, debemos poner claros varios puntos de lo nuestro.

Al despertar como cada día, en mi habitación no entra un rayo de claridad, no me gusta, me doy un baño y me arreglo con mi traje de tres piezas color gris, bajo a desayunar ya eso es como una rutina y todo gracias a Jackie, porque antes no lo hacía, no en casa por lo menos.

—¡Buenos días!—Saludo a todos en general, Jackie nada que llega a servir el desayuno.

—Debo informales que Jackeline renunció y se fue de casa el día de ayer—Siento que me echaron un balde de hielo en la espalda.

—¿Como es la cosa? ¿que le hicieron para que se fuera?—Espeto con furia.

—¡Cameron calma!—Es mi padre quien me dice, miro a mi abuela que solo tiene una sonrisa.

—Que demonios te importa a ti, porque se fue o para donde, es una simple empleada, ellos se van cuando les parece mejor.

—Seguro consiguió un tipo que la mantenga asi son esas... mujeres—Dice mi hermana lo que hace que me hierva la sangre.

—Disculpa hermanita, habla por ti porqué Jackeline no es ese tipo de mujer—Me pongo en evidencia.

—¿Que tipo de mujer es según tu?—Refuta mi madre, enojada es obvio.

—¡Basta todo mundo!—Dice mi padre, haciendo que todos callemos.

—Esto esta bueno—Escucho al imbécil de Benjamin.

—Tu imbécil, te callas aquí no eres nadie, solo vives de la caridad de mi madre.

—Tia Jenna—Se queja como cualquier mamita, ridículo tiene mi edad y parece Mía.

—Cameron te estás pasando, todo este escándalo solo por la ida de esa sirvienta.

—Y negra—Dice Mía.

Maldita sea salgo sin decir una palabra más, alguien me tiene que decir dónde demonios está y conquien.

—¡Greta, Greta!—Grito por toda la casa, buscando a la mujer que tiene todas las respuestas.

—¿Joven Cameron que sucede?—Pregunta asustada de ver mi expresión.

—¿Donde está su hija?

—No lo sé—Dice nerviosa.

Le doy un golpe a la pared desesperado—¿Donde está? pregunté.

Joven no lo sé, ella recogió sus cosas me dijo que se iba, que iba a estar bien, ella ya es una mujer que sabe lo que quiere, no la iba a detener—Me habla muy seria.

Que me lleven los demonios ¿dónde está? Me doy la vuelta para irme se que Greta no me dira nada, es su hija.

—Cameron—Me llama—Deje a mi hija en paz, ya bastante daño le ha causado, ya ha echo suficiente usándola como su juguete personal, mi hija no tiene dinero, pero tiene sentimientos, igual que usted y su familia, por favor no la busque, olvide a mi niña, para que ella haga lo mismo.

—Sufrir, sentimientos, ¿de que me está hablando?—Me acercó a ella peligrosamente.

—Usted es un bruto que no se da cuenta lo que mi hija siente por usted—Se va y me deja parado allí, con un sabor amargo en la boca.

Joder Jackeline está enamorada de mi, no se ni como sentirme, feliz, no lo sé.

Admito que las cosas que he hecho no están bien, mi familia jamás permitiría que mi chocolate entre a la familia, que seamos pareja, a lo mejor la señora Greta tiene razón, es hora de dejarla ir, como me dijo un día mi abuela, que su recuerdo viva en lo más profundo de mis pensamientos.

En la oficina me la paso es pensando en ella, tenemos una cita con un cliente, o mejor dicho con el representante de un cliente.

—Buen día Cameron Dubois—Le extiendo mi mano el señor solo me mira como estudiando mi rostro.

—Mucho gusto Cameron por fin tengo el placer de conocerlo—No le prestó atención la verdad es que tengo otra cosa más importante en la cabeza.

—Señor Dubois le voy a ser sincero mi cliente quiere que le modifique algunas cosas a este diseño y se lo haga realidad—Lo miro, es muy bonito tiene mucho parecido a los trabajos de mi papá además que la hoja es bastante antigua, por lo menos algunos años.

—El color—Pregunto ya que no lo tiene

—Decida usted es para una dama hermosa, prestigiosa, decida usted que color le dará de acuerdo al diseño y los cambios.

—Muy bien deme dos días y le tendré una presentación limpia.

—Puede enviar la presentación al correo para que mi cliente lo pueda ver—Pero que misterio.

—No tengo ningún problema, así lo haré, lo que el cliente exija—Salgo directo a la oficina de mi papá.

—Papá—Le lanzó el boceto en el escritorio.

—¿Que es esto? —Abre la carpeta, enseguida el color de su rostro desaparece, el es blanco ya imaginarán como esta ahora.

—¿De dónde sacaste esto?—No deja de mirar el diseño.

—Lo trajo el cliente que atendí hace un momento—Le expliqué todo lo que converse con el señor lo que quiere que le haga.

Lo veo muy preocupado a decir verdad, ese diseño le trajo recuerdos porque enseguida se pierde en la nada.

Salgo de la oficina tengo ganas de comenzar a trabajar en eso pero es que la incertidumbre de lo que me dijo Greta me tiene mal.

En la noche voy a la Universidad, no la voy a buscar solo quiero saber dónde vive, ¿con quién?

La veo salir con la chica de siempre y un chico más, es el mismo del día que fue a salir, veo como le abre la puerta del auto en la parte del copiloto, mientras la amiga se sube a la parte de atrás, lo que me deja en desconcierto es que le da un beso en el dorso de la mano antes que "mi" chocolate suba.

—Calma Cameron, calma, la estrategia es seguirla, no armar drama aquí.

El auto se pone en marcha, llegan a un edificio, en una residencia bastante lujosa, los tres se bajan y entran, Dios esto que siento en este momento me está comiendo las entrañas.

Al rato veo al chico salir solo, me bajo del auto, antes que logré irse.

Lo tomo por la camisa lo pego al auto de lujo que tiene, es un desgraciado riquillo como yo que lo único que quiere es disfrutar de su cuerpo.

—¿Quien demonios eres tú?—Lo miro a los ojos con toda la furia.

El me agarra la mano con fuerza, y logra separarla.

—Cameron Dubois—Dice como si me conociera.

—¿Quien diablos eres tú?

—Te voy a decir solo una cosa, deja a mi novia en paz, no te quiero ver cerca de ella—Novia, mi chocolate y este tipo son novios.

—A ti que demonios te importa si me acerco a ella o no—lo reto.

—Me importa y mucho porque esa mujer con la que tú jugaste, que no supiste valorar, yo si la voy a valorar, la quiero y algún día será mi esposa y te quiero bien lejos de ella—Declara, Me quedó procesando toda la información que me dijo, no la valore, su esposa.

En un momento de desconcierto logra subir a su auto e irse.

Ahora estoy mas desesperado necesito hablar con ella, Jackie solo quiere olvidarme lo esta utilizando y él se está aprovechando de ella.

Le doy dos patadas a la rueda del auto furioso, con muchas ganas de partirla, joder como la deseó, saberla en los brazos de otro me va a enloquecer. Llegó a la mansión y Elle está ahí, no la soporto no la quiero ni ver, se me pega atrás mientras subo a la habitación.

—Amor espera—Dice casi corriendo detrás de mi.

—Lárgate de mi vista Elle, no te quiero ver, piérdete.

Entró a la habitación azotó la puerta con todas mis fuerzas, maldición, en que embrujo me metió esa mujer, ahora mismo no razonó solo la quiero a ella.

La puerta quedó abierta por la fuerza con la que tire de ella.

—Cameron por qué me tratas así, si estás molesto no la pagues conmigo—Sus ojos enseguida se llenan de lágrimas, me molesta que todo el tiempo este llorando, no sé si lo hace para manipularme.

Es otra cosa de las que me gusta de Jackie que no anda llorando por los rincones, Aunque Nunca me he interesado por sus sentimientos hay cosas de las que si me he dado cuenta.

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