Sueño profundo.

Me siento débil y lista para morir a manos de ese hombre, ya no tenía sentido la vida para mí, pero no se en que momento perdí la conciencia...

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Al llegar a la casa bajé de inmediato del auto, mis hombres abrieron la puerta corriendo hasta llevarla a una habitación, en este momento no podía ir a un hospital, tendría que dar alguna explicación de su estado físico tan maltratado, la acosté saliendo de aquella habitación para hacer una llamada.

📲Mauritzio, te necesito ahora.

📲esta bien en cinco minutos llego Ugo y tranquilo hermano.

📲adiós.

Corte la llamada, bajando las escaleras hasta llegar a la cocina llene una cubeta con agua tibia llevándomela junto con unas toallas, al entrar la vi tan frágil que no sé en verdad que estoy haciendo, pero no soy un hombre de arrepentimientos así que lo echo, echo esta y seguiremos adelante hasta donde se detenga.

Estaba limpiando su rostro lleno de sangre, cuando entró mi hermano con cara de asombro.

-entonces todo el escándalo que hiciste ¿es por esto?- lo veo sin ganas de discutir y solo asiento.- ¿quién es?, es muy hermosa pero ¿que le paso?

-Simone, más tarde te puedo explicar solo deja de hacer preguntas y está al pendiente que Mauritzio viene para revisarla- solo asiente saliendo de la habitación.

Termine de limpiar su rostro, piernas y brazos dándome cuenta que tenía uno lastimado, estaba detallando todo su cuerpo hasta que escucho un toque en la puerta.

-adelante- veo abrir la puerta y entrar a mi amigo.

- hola hermano ¿cuál era..-sé queda en silencio viendo en dirección a la cama- ¿que le sucedió?

-es una larga y un poco extraña la historia, lo que necesito ahora es que la revises Mauritzio- él asiente sacando sus herramientas de un maletín.

- está bien; pero tendrás que decirme en que momento te flecharon ese corazón de hielo- asiento, sentándome en frente de la cama, dejando el espacio para que comience a valorarla.

Solo lo veo revisarla minuciosamente, saco unas muestras de sangre y le vendo el brazo que anteriormente le vi lastimado, se incorpora haciéndome señas para que me acerque.

-¿cómo está ella?- asiente aún escribiendo en una hoja.

- mira para el estado que ella está, no es fácil decir que está bien necesitamos hacerle una radiografía, para ver si no hay huesos fracturados como el de su brazo, también tenemos que inmovilizarlo con yeso; por el momento solo me llevaré estas muestras y mañana a primera hora necesito que la lleves a mi hospital- asiento, ante lo mencionado- y no te preocupes ella no despertara por el momento, su cuerpo está muy desgastado así que está recargando energía, no sé que vida llevaría esta chica pero con solo verla sé que fue muy dura, bueno Ugo me voy y no te olvides nuestra plática pendiente.

-no lo olvido, gracias hermano- nos despedimos en un abrazo y salió de la habitación.

Salí de la habitación junto a mi amigo, cuando se fue entre a mi despacho y mi sorpresa fue que mi hermano me esperaba.

-Ugo no me iré de aquí, hasta que me digas ¿quién es esa chica?, y ¿por qué esta así?- asiento caminando hasta sentarme en mi silla.

-bien Simone, siéntate que esto será un poco largo- asintió sentándose frente a mí.

Y comencé a relatarte la historia un poco extraña para mi gusto, al enterarse de quien fue la culpa del estado de ella, él se fue más que endiablado hasta la bodega a rematar a Ezequiel, lo sé porque el jefe de seguridad me notificó que ese imbécil ya no existía más en este mundo.

Es extraño mi hermano nunca cambia ni mata por matar sé que a él le paso lo mismo que a mí, solo con verla te inspira a protegerla de todo mundo a esa chica que aún no sé ni su nombre.

Los días siguientes estuvo de examen en examen, pero todo estaba perfecto solo eran lesiones superficiales afortunadamente, menos su brazo pasaron los días estando aquí en la clínica de mi amigo, le hicieron una tomografía porque lo extraño era que aún no despertaba.

-bueno Ugo los resultados están normales, solo será cuestión de esperar está bajo un sueño profundo- asiento levantándome del sofá.

-está bien hermano, prepararé todo en casa para que la trasladen- solo asiente

-no te preocupes yo personalmente me iré con ella en la ambulancia- asiento saliendo de la habitación para irme de regreso.

Llegue a casa alistando la habitación de ella, cuando unos pasos se escuchan venir y sé que son mis hijos.

-hola papi; cuando vendrá la princesa Aurora- mi hija le dice así por estar solo dormida.

-en una hora la traerán hija- ella asiente, sentándose en la cama.

-papi, ¿ella será nuestra mamá?- me pregunta mi hijo, y al escucharlo me dio un ataque de tos, negando.

-hijo, ella, solo, como te explico- me rasco la cabeza en eso entra mi hermano, y solo pienso salvado por la campana.

-Ugo ya están bajando a la princesa- lo dice viendo a mi hija, quien se baja y se va corriendo al igual mi hijo.

-perfecto.

Estaba todo listo, entro Mauritzio junto a los paramédicos, acomodándola en la cama junto a un aparato de signos vitales, se fueron y mi amigo ante de él también irse me dejó las recomendaciones a seguir por el estado de ella.

Los días seguían avanzando, mis hijos todos los días estaban al pie de la cama solo observándola, yo tenía que irme de viaje.

Para arreglar unos asuntos y sobre la guerra que según Ezequiel se avecinaba solo fueron habladurías, no paso nada hasta creo que les hice un favor de quitar a esa escoria del camino, al día siguiente me despedí de mi familia, fui a verla a ella y salí directo a la pista.

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No sé por qué todo está oscuro, ¿ya e muerto?, ¿qué es aquí?, y ¿por qué escucho a personas hablar?, camino sin descanso pero este lugar, creo que no avanzo cuando una luz se ve a lo lejos, corro y entre más me acerco se hace más intensa, hasta que veo a mis padres parados frente a mí.

-mamá, papá- me acerco abrazarlos, es tan cálido volver a verlos que mis lágrimas salen sin previo aviso.

-hija perdón, por haberte abandonado a tu suerte- asiento a lo que mi madre me dice y solo siento su mano acariciar mis mejillas.

-sabemos que no abra explicación alguna a lo que sucedió; pero…- lo interrumpo a mi padre.

-yo nunca les pediría nada, los perdono y saben, me han echo mucha falta pero sé que desde ahora estaremos juntos- ellos niegan volviéndome a abrazar.

- no; tu momento aún no a llegado y si estamos aquí es solo para decirte que te amamos y siempre estaremos en tu corazón y los buenos recuerdos- asiento con un nudo en la garganta ante lo que me dice mi mamá.

- la vida; te a dado una segunda oportunidad mandando a una buena persona a cuidarte, sé que con el tiempo entenderás que nuestro destino está escrito y todo ser humano tiene un propósito en esta vida y el tuyo es al lado de él y sus hijos- me vuelven a abrazar aún sin entender de ¿quién hablan?, ¿cuáles hijos?, cuando nos separamos me toman de las manos.

-te amaremos siempre hija- los veo desvanecerse entre la oscuridad y caigo a un vacío interminable hasta que puedo abrir mis ojos.

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