20

Mary quedó sorprendida. - ¿Qué dijiste? - preguntó angustiada.

- ¡Mamá! - repitió.

Mary le devolvió el abrazo, lo consoló con unas palmaditas en la cabeza y en la espalda.

Al poco rato entró Matthias y como de costumbre, abrazó a Lucas. - ¿Dónde estabas? - preguntó extrañando.

Lucas abrazó con fuerza a Matthias. - ¡Matt, Matt! - repetía con su voz llena de agravio.

Matthias se sorprendió al escuchar hablar. - ¡Hablaste! - sonrió.

Mary estaba angustiada, lo que tuvo que haber pasado para que hablara, era algo bueno por supuesto, pero el pobrecito hablaba con angustia y agravio evidente.

Cuando los niños estuvieron más tranquilos, Mary les leyó un cuento, su voz era suave y cariñosa, los pequeños no tardaron mucho en quedarse dormidos.

Mary bajó, encontró a Joaquín y Alfredo en la sala platicando. - Hay algo que contarles.

Los dos hombres asintieron.

- ¡Lucas habló! - dijo emocionada, pero también angustiada.

- ¿En serio? ¿Qué dijo? - preguntó emocionado y con los ojos enrojecidos.

Mary se sintió avergonzada ahora. - Bueno, me llamó mamá. - se sonrojó. - También le dijo Matt a Matthias.

Joaquín sonrió, pero en su sonrisa había tristeza, su pobre hijo había sufrido, se aseguraría que nadie le volviera a lastimar, cueste lo que cueste.

- Iré con Lucas. - dijo Joaquín cansado, quería irse a costar con su hijo, sentía angustia si no estaba con él.

Mary y Alfredo se quedaron solos.

- ¿Quién tenía a Lucas? - preguntó Mary con frialdad.

Alfredo sonrió con desprecio. - La directora de la última vez.

Mary se sorprendió. - ¿Por qué? ¿Qué ganaría con eso? ¿Dinero? - preguntó sin entender.

- Venganza. - escupió Alfredo.

Mary seguía sin entender ¿Venganza? ¿Por qué?

- Moví contactos para que la despidieran, supongo que se enteró y quiso desquitarse con Lucas. - dijo con frialdad.

Mary sintió escalofríos, ¡Qué mujer tan cruel!

Mary se acercó a Alfredo, lo tomó de la mano para darle algún tipo de consuelo. - ¿Qué pasó con esa mujer?

Alfredo la miró directamente a los ojos. - ¿Lo quieres saber realmente? - preguntó con seriedad y con cierta advertencia.

Mary asintió, no sabía porque, pero sentía un poco de miedo ahora.

- Le di a elegir, tanto con Joaquín y yo, somos considerados con nuestros enemigos, tenemos dos palabras clave, negro o rojo, depende del color que elijan es como terminarán. - dijo con fria indiferencia.

Mary tragó en seco. - ¿Qué significan esos colores? - preguntó un poco nerviosa.

Alfredo no estaba seguro en decirlo, pero ver los ojos asustados, pero determinados de Mary lo convencieron. - El rojo significa, morir desangrando, lo hacemos parecer un accidente, con un corte exacto en las venas, claro que tenemos que hacer sufrir al enemigo en el proceso y el negro es quedar ciego, ya sabes, los que eligen el negro, pues le sacamos los ojos con evidente dolor. - dijo como si esto fuera cosa sencilla y sin importancia.

Mary sintió escalofríos. - ¿Qué color eligió?

- Negro.

Mary pudo imaginarse esto y sin un poco de miedo, pero no sintió compasión alguna por la mujer, Mary solo asintió y no siguió haciendo preguntas.

- Ahora que te eh contado todo esto, quiero hacer una pregunta, ¿Me tienes miedo? - la miró directo a los ojos.

Mary quiso desviar su mirada, pero prefirió no hacerlo, lo miró también directamente a los ojos. - No, no te tengo miedo, me asusta imaginar a las personas heridas, pero no tengo miedo de ti. - aseguró.

Alfredo sonrió, la amargura que sentía en su corazón hace un momento se fue, su rostro se acercó más al de Mary. - Y ¿Ahora me tienes miedo? - preguntó con su respiración golpeando el rostro de Mary.

Mary realmente se sintió asustada, pero no alejó su rostro, dejó que Alfredo tocará su rostro suavemente, Alfredo no dejaba de ver sus labios, Mary se pasó la lengua por sus propios labios instintivamente.

Alfredo rió al ver nerviosa a Mary. - Si yo te besará ¿Te enojarías conmigo? - preguntó con tono inocente.

Mary se sonrojó. - ¿Qué...? - abrió mucho los ojos.

Alfredo no había dejado que Mary terminará su oración, no quería escuchar algo negativo, entonces la tomó por el cuello y la besó, fue un beso ligero, pero al ver que Mary no se alejaba, aprovechó y la acercó más a él, la besó con fuerza, con intensidad, como lo había deseado.

Mary golpeó el pecho de Alfredo.

- ¿Qué pasa? - preguntó con el corazón un poco dolido, Mary lo había alejado después de todo.

- ¿Quieres matarme? ¡Por dios, no podía respirar! - dijo tratando de recuperar su respiración.

Alfredo sonrió aliviado, resulta que era por eso. - Lo siento, la próxima vez me aseguraré de besarte mejor. - sonrió con picardía.

Mary se paró de inmediato. - ¡Me tengo que ir! Es tan tarde, ya es hora de dormir, buenas noches. - salió corriendo como toda una cobarde.

Alfredo sonrió con alegría, parecía que no estaba muy lejos de conquistar a su amada, muy pronto podrá ser de él.

Al día siguiente Mary preparaba el desayuno, los dos niños no despegaban su vista de ella, estaban muy atentos a lo que ella hacía.

Alfredo y Joaquín hace mucho que se fueron a trabajar, Karla no estaba muy lejos, miraba atentamente a Mary, sus ojos mostraban un poco de enojo y disgusto dirigido a Mary, Mary no se dió cuenta en absoluto y si lo hiciera no le importaría en absoluto.

Lucas por supuesto no fue a la escuela, se estaba recuperando del incidente, así que Mary faltó una vez más a sus clases de actuación para quedarse con los niños, como quería animarlos con algo diferente y no forzar a Lucas, miraron una película animada con palomitas, los niños se acurrucaron en los brazos de Mary, se veían tan bien, era una armonía sin igual.

Karla que no estaba haciendo nada, ya que de hecho Mary estaba cuidando los niños, pero aún así estaba presente, aún cuando Mary le dijo que se tomará el día libre, Mary tampoco iba a insistirle.

Cuando Mary fue a la cocina por unos jugos, Karla fue tras ella.

- Señora ¿Puedo hablar con usted? - preguntó con seriedad.

- ¿Qué sucede? - Mary la miró con extrañeza.

- Yo ví lo que usted hizo. - la señaló groseramente.

Mary solo frunció el ceño, no le gustaba pelearse con locos, luego ella se volvería peor que una loca, así que no gracias.

- ¿No tiene descendencia? - preguntó indignada.

Mary quería poner los ojos en blanco ¿Ahora que? Maldita sea los problemas no acababan o ¿Qué?

- Piense en sus hijos, ellos serán los más afectados. - seguía indignada.

- ¿De qué estás hablando? - preguntó confundida.

- La ví besando al señor Alfredo, el señor Joaquín se pondrá muy triste si se entera. - dijo un poco angustia.

Mary levantó una ceja. - ¿Te gusta Joaquín?

Karla se sonrojó. - ¡Por supuesto que no! Solo que no me gusta ver este tipo de cosas.

Mary se burló. - Hay algo que parece que no has entendido y que parece que nunca te diste cuenta. - la miró con burla. - Joaquín no es mi esposo.

- ¿Qué? - sus mejillas se sonrojaron como si hubiera sido abofeteada una y otras vez, realmente dolía, que vergüenza.

- Mejor ponte hacer tu trabajo bien, por ahora será mejor que descanses y pienses bien la próxima vez antes de actuar, por suerte no estaban cerca Joaquín o Alfredo, ellos no te perdonarían tan fácilmente. - Mary se fue como si no hubiera pasado nada.

Karla estaba avergonzada, pero con un poco de expectativa, ¿No significaba que Joaquín estaba soltero? Eso la hizo sentir más animada, a pesar de la humillación que acababa de sufrir.

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