Una discusión

_ Esto es para que aprendas a no meterte con hombres ajenos... ¡Adán es mío y el padre de Melisa!..._ Elizabeth levantó la voz para que todos escucharán...

Samanta dio un paso hacia atrás perdiendo el equilibrio, si no fuera porque el sofá estaba detrás de ella, Samanta hubiera caído al suelo.

Aquella acción hizo enfurecer a Adán, la mujer delante de él, había cruzado todos sus límites al golpear a su novia delante de él. Adán empujó a Elizabeth a un lado con mucha fuerza, si no fuera porque Elizabeth es mujer, le hubiera regresado la bofetada.

__¡Cómo te atreves a golpear a Samanta!...

_ Adán, soy yo la mujer que tiene una hija tuya. ¿Por qué me tratas de esta manera tan cruel, por ella?... _ Volvió hacerse la víctima delante de los empleados que miraban.

Adán perdió la poca paciencia, ignoró a Elizabeth para poner toda su atención en Samanta.

_ ¿Estás bien?.. _ Preguntó Adán, miranda a Samanta de arriba hacia abajo para verificar que no se haya lastimado.

Al ver la mejilla roja, Adán apretó fuertemente la mano... Intentaba controlar el deseo de estrangular a Elizabeth por haber golpeado a Samanta ..

__ No eres nada mío, y si la niña que dices que es mi hija aún está por comprobarse... Así que lárgate..

_ Eres mío, y ni está zorra ni ninguna otra mujer te va a poder alejar nunca de mí... _ Dijo Elizabeth con frialdad.

Sin bien, Samanta levantó la cabeza, elevando su mirada orgullosa. Sin que nadie se lo esperaba, Samanta levantó su mano y la dejó caer sobre la mejilla de Elizabeth.

Elizabeth cayó al suelo, llevando enseguida su mano a su rostro, para ella, era imperdonable lo que Samanta acababa de hacer en su contra...

Luego de unos segundos en el suelo Elizabeth se levantó sin la ayuda de nadie. Elizabeth esperaba que Adán la ayudará a levantarse, pero, él solo la ignoró...

_ Eso es para que aprendas a no volver a ponerme una mano encima... Si Adán en verdad estuviera contigo y quisiera estar con tu hija, él mismo lo estaría por su propia voluntad. Sin que nadie se intentará imponer, un hijo no ata a un hombre a una mujer ni una mujer se ata a un hombre por un hijo..._ Dijo Samanta cansada de que todo intenté pasar encima de ella.

Adán quedó boquiabierta por algunos segundos, para él fue muy divertido ver la cara de Elizabeth en el momento en que Samanta le dió la bofetada...

_ Ya escuchaste a mi novia, ahora lárgate de mi oficina... No quiero volvir a saber nada de ti._ Dijo Adán con frialdad...

Adán agarró fuertemente la mano de Elizabeth para sacarla de su oficina, sin embargo, ella se negaba a irse de ahí...

__ Adán, si me sacas de tu oficina te prometo que no volverás a ver a tu hija...

Adán estaba demasiado cansado de escuchar las amenazas de Elizabeth, lo peor de todo es que no sentía nada por ella.

__ Elizabeth no entiendes ¿verdad?. No me importas, nunca te he visto como a una mujer a la cual me pueda enamorar... ¡No me importa tus amenazas, si en verdad tienes una hija mía, me haré responsable cómo lo diga la ley, pero contigo no quiero tener ni un solo contacto, ya que aunque seas la madre de Melisa no quiere decir que yo deba soportar tu presencia...

Las palabras que salieron de los labios de Adán dejaron sorprendidas a las dos mujeres.

__ ¡Adán no me puedes humillar de esta manera por una mujerzuela como esa!... Soy la socia de esta empresa, y la madre de tu hija. Merezco respeto de tu parte...

Elizabeth señaló a Samanta con odio, la mirada asesina de Elizabeth ocasionó que un fuerte escalofrío corriera por todo el cuerpo de Samanta.

Aunque Samanta intentaba hacerse la fuerte para no volver ser humillada, todavía le faltaba demasiado... A Adán, no le agrado la amenaza que Elizabeth estaba haciendo...

La única manera que encontraba en ese momento para tener a alejada a Elizabeth de ellos, era poner una demanda en su contra...

__ Pondré una demanda en tu contra y no te podrás acercar a Samanta y mucho menos a mí.. Si lo haces, te enviaré a la cárcel sin ninguna piedad..._ Amenazó Adán con seriedad...

Elizabeth abrió los ojos con furia. No podía creer lo que estaba escuchando. Adán se atrevía amenazarla para salvarle la vida a Samanta.

_ ¿Qué es lo que esa mujer le ha dado a Adán para qué la defienda de esa manera?... _ Se preguntó Elizabeth a muy poco de volverse loca.

_ Adán, te voy a dar solo unos días más para que pienses muy bien lo que deseas hacer... Dejaré con Mariana el número del departamento en donde estaré con nuestra hija.. Si no vas en menos de dos días, me volveré a llevar a mi hija lejos de ti..._ Terminó de decir Elizabeth.

Adán, ya no quería continuar discutiendo con Elizabeth... De todas maneras ya había tomado una decisión al respeto...

Elizabeth, se sacudió inmediatamente las manos de Adán de su brazo, salió de la oficina de Adán ante las miradas chismosas de los demás empleados que estaban cerca.

Samanta se acercó a Adán, abrazándose fuertemente a su pecho. Samanta no sabía si estaba haciendo bien al quedarse al lado de Adán, y con eso ocasionar que Elizabeth aleje a su hija de él.

Sin embargo, él había hecho tantas cosas por ella, y solo él tenía el poder de alejarla de su vida o de mantenerla a su lado.

_ Adán, nunca me sueltes de tus brazos... _ Dijo Samanta en un susurró...

Adán besó tiernamente su cabeza, esa era la manera en que él siempre soñó tener a Samanta.

A pesar de todos los años que sufría sin tenerla a ella, ahora la vida le recompensa todo su sacrificio, dándole la oportunidad de tenerla a su lado...

Después de un largo tiempo, Samanta y Adán fueron al departamento de derechos humanos para hacer los trámites que se necesitaban para que Samanta fuera la imagen de la empresa...

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