EL COMIENZO

Todo comenzó cuando fui con mis amigas a almorzar en un restaurante y ahí fue cuando lo vi. Era radiante y espléndido, que me enamoró de solo verlo y me imaginé un día casándome con el amor de mi vida. De tanto mirarnos, él se acercó a mí, me miró por unos segundos a los ojos y me entregó una nota que en su interior decía si quería salir con él un día y me dejó su número escrito. Entonces, al llegar la noche, lo llamé para darle la confirmación de que sí aceptaba su propuesta y le dije: "Hola, ¿cómo estás? Me llamo Morena, ¿y tú?"."Te hablaba para decirte que si quiero salir contigo", dijo en la llamada."Genial, ¿qué día te parece bien?", dijo Brian."El día que más te quede cómodo a vos", dijo Morena mientras tocaba su pelo."Bien, ¿te parece un miércoles por la tarde?", dijo Brian."Me parece genial porque trabajo por la mañana y me queda libre por la tarde". Así que acepté su propuesta y esperé el miércoles con ansias para conocernos mejor porque desde que lo vi supe que era el amor de mi vida, dijo Morena.Cuando llegó el miércoles, me levanté por la mañana, extendí mi cama, me bañé y desayuné para salir a trabajar como cajera de supermercado. Salí al mediodía a comer en un restaurante mientras escribía las cosas que tenía que hacer durante el día. Después de almorzar, pagué y me fui a mi casa a prepararme para mi cita que me esperaba. Me vestí con tacones rojos y un vestido apretado del mismo color, me hice rulos y me maquillé mientras me perfumaba. Imaginaba una gran cita junto a él. Al terminar, pedí un taxi, le di la dirección del lugar. Al llegar, él me estaba esperando ahí muy bien vestido de camisa, jeans y unas zapatillas. Cuando me acerqué para saludarlo, tenía un gran aroma que me enamoraba. Entonces, él sacó la silla, me senté y la acercó hacia la mesa. Cuando él se sentó, llegó el mozo y pedimos dos jugos de naranja con una rebanada de pastel para los dos. Nos pasamos toda la tarde hablando sobre nosotros y él me dijo que por el momento no tenía un trabajo estable, pero que pronto va a conseguir algo mejor. En ese momento, no presté mucha atención en lo que él decía, solo estaba imaginando todo lo que podríamos hacer juntos. Al terminar, me llevó a casa y durante todas las tardes vamos al mismo sitio y pedimos las mismas cosas que el primer día. Mientras estoy en mi casa, me llega un mensaje de mi amiga.-Hola amiga, tengo ganas de que salgamos a algún lado para que charlemos un poco -dijo Diana.-Dale, estoy libre. Nos encontramos donde quieras -dijo Morena mientras pagaba la cuenta del restaurante.-Dale, te paso a buscar entonces -dijo Diana.-Bueno, te espero afuera -la estuve esperando sentada en un banco de afuera hasta que llegó en un taxi y nos fuimos juntas en el taxi y vamos hablando -dijo Morena.-¿Y cómo te va con tu amor? -dijo Diana mirándola a Morena como burlándose de ella de una buena manera.-La verdad, espléndida. Nunca imaginé conseguir un hombre así. Es radiante, romántico y tan seguro de sí mismo -dijo Morena con una cara enamorada.-Qué bien amiga, que te va muy bien. Yo por el momento aún no. Estoy bien así -dijo Diana mirando por la ventana hacia afuera.-Ya te va a llegar alguien en tu vida y te va a cambiar tu forma de pensar. No te digo en este momento, pero quizás con el tiempo -dijo Morena.-Eso aún no se sabe. Ya llegamos al lugar. ¿Qué te parece si pedimos algo para comer y después nos podemos ir al cine? -Diana bajó emocionada.-Me parece bien. Así me desconecto un poco de mi rutina un buen tiempo -iba caminando detrás de Diana tranquila mientras Diana va saltando muy contenta.-Genial. ¿Bueno, qué podemos pedir para llevar? -Diana se acerca a Morena y la agarra de la mano para llevarla corriendo.-Uh, ¿qué te parece unos sandwiches? -dijo Morena suponiendo.-Está bien, no hay drama. Dos refrescos y nos vamos a la plaza a degustar. Más tarde, cuando terminemos, vamos al cine a mirar una película que está de estreno con unas palomitas y refrescos -dijo Diana caminando junto a Morena.-Dale. Pasaron unas horas y nos fuimos caminando hacia el cine. Al llegar allí, nos encontramos a mis otras amigas Edith, Layla y Vera -dijo Morena.-Hola chicas, ¿cómo están? -dijo Morena.-Bien, venimos a mirar la película estreno. ¿Qué hay? -dijo Vera.-Dicen que está fantástica -dijo Layla muy emocionada.-¿Y ustedes qué hacen por aquí? -se preguntaba Edith muy seria.

"Venimos a ver la película también", dijo Morena.

"Chicas, ya saqué las entradas para todas y traje palomitas. Tenemos los asientos todas juntas, así disfrutamos mucho mejor de la película", dijo Diana muy emocionada por tener a todas sus amigas juntas.

"Genial, chicas, ¿qué estamos esperando?", entró corriendo Vera al cine.

"Nada, entremos nomás", dijo Edith caminando sin mucha emoción.

"Vamos chicas", dijo Morena. Mientras mirábamos la película, me llegó un mensaje de Brian.

"Hola, ¿quieres ir a cenar esta noche? Tengo algo que decirte, estoy preocupado", decía el mensaje.

"Me encantaría. Después te hablo para acordar el horario. Estoy con las chicas en el cine", habló Morena muy bajito para no interrumpir la película del cine.

"Bueno, dale. Espero tu mensaje", dijo Brian.

Al llegar la noche y terminar de ver la película con las chicas, pedimos un taxi todas para irnos a casa.

"¿Qué les parece si hacemos una 'pijamada'?", dijo Diana.

"Genial, hace rato que no hacemos una", dijo Vera muy emocionada.

"Me parece bien", dijo Layla.

"??Y dónde la organizamos?", preguntó Edith muy tranquila.

"En mi casa, no hay problema", dijo Diana.

"Bueno, dale", dijo Vera emocionada.

"Eh, chicas, yo no puedo ir a la pijamada porque tengo una cita con Brian. Esta noche vamos a cenar y me tiene que contar algo que es importante para él", dijo Morena agachando la cabeza.

"Dile que vas a la pijamada con nosotras. No creo que se moleste", dijo Diana.

"No considero que sea lo correcto. Si quieren, el sábado organizo yo una pijamada en mi casa y nos juntamos todas ahí, pero hoy no puedo chicas. Júntense todas ustedes hoy", dijo Morena un poco arrepentida de no poder ir.

"Está bien, Morena. No te hagas problema. El sábado me parece bien", dijo Vera.

"Sí, el sábado nos vemos entonces", dijo Diana sin ningún problema de que no se pueda hacer la pijamada.

"Sí, gracias chicas por entender", dijo Morena abrazando a sus amigas.

"Quédate tranquila que no pasa nada", dijo Layla abrazándola.

"Muchas gracias, amigas. Son las mejores del mundo", dijo Morena y salió corriendo para llegar lo más rápido a su cita.

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