CAP 4

Mi madre abre la ventana de mi habitación

—Levántate dormilona vas a llegar tarde en tu primer día de clases —Siento la luz en mi rostro, pero no abro mis ojos hasta que tomó mis lentes oscuros de la mesita de noche y abro mis ojos.

Y observó a mi madre buscando ropa para mí.

—Buenos días mamá—Ella me mira y me sonríe

—Mamá no soy una niña pequeña—diciéndolo haciendo pucheros

—No eres, peor no voy a dejar que vayas con esos buzos grandes que pareces un chico —riéndose.

—Ve a bañarte—hago lo que ella dice encuentro en mi cama tendido un vestido de mariposas qué se ajusta a mi cuerpo ella me cepilla mi largo cabello igual como lo hacía cuando era pequeña, me mira con nostalgia —Eres una hermosa señorita. Recuerda lo que te dije trata de ser amigos no le des el poder a ella. Tú eres más fuerte y poderosa—me da un beso en la frente

—Tengo algo para ti—saca una cajita y la abre es un amuleto de forma de luna invertida con una gema en el medio de color azul turquesa.



—Este me lo dio la diosa Luna es un amuleto que te protegerá de las malas vibras, de las brujas y espíritus malignos —mi madre me lo colocó en mi cuello la gema brilla por unos segundos y se vuelve normal.

Mi madre me mira.

—Ya estás lista si tengo dos pares de lentes y el certificado médico —tomo el delicioso desayuno que me preparó mi madre , me despido de ella ,camino hacia la academia me pongo mis auriculares escuchando música ignorando todo mi alrededor hasta llegar a la academia Golden Hill .

Tomo un gran suspiro caminó hacia la entrada miro a una rubia devorarse un chico no presta, atención y sigo mi camino hasta llegar a los pasillos buscando a la oficina del director. Hasta que siento que alguien choca mi hombro es la misma rubia que se devoraba al chico de la entrada. Siento un cosquilleo en mi cuello esa chica me da malas vibras, me mira con desdén, observo que empuja una chica que lleva muchos libros, su cabello es castaño, sus ojos son café claro, es linda, pero me recuerda a mí con mis buzos grandes la veo arrodillada recogiendo su libro, decido ayudarla para recogerlos, ella sin mirarme me agradece.

—Muchas gracias—hasta que alza su mirada me observa, son ríe guarda los libros en locker.

—Por fin vienés te llevo semanas esperando yo la miro confundida, pero por mis lentes no se nota —le entregó los libros ella me sonríe.

—Tú y yo seremos grandes amigas soy Luisa Black —yo le voy a decir mi nombre pero ella me interrumpe

—Tu nombres es Nahiara Malcolm sé que tienes muchas preguntas búscame al final de las de las clases y te responderé—muy entusiasmada —voy a la dirección —

—Yo te llevo —me tomo por el brazo me guía .—Pero ¿cuál es tu primera clase —me pregunta.

—biología —le respondo

—Yo filosofía;tu salón es de segundo piso tercera puerta a la derecha —

Yo solo miro veo su aura. Solo miro los tonos blancos, azul y leve tono de rosa me da me dice que es leal confiable, cariñosa y con buenas intenciones, la veo tomar su camino.

—Gracias no te olvides búscame al final de las clases—dice ella antes de marcharse

Entro oficina del rector meda la bienvenida a la academia Golden Hills le entregó el certificado médico es un señor muy cariñoso y es licántropo.

Salgo de la oficina voy distraída leyendo mi horario de clases y pensando en Luisa creo que es una médium eso explica todo no puedo ver su naturaleza porque me sorprendió y solo pude ver su aura, sé que no debo preocuparme además mis padres quieren que haga amigas.

Es cuando siento que tropieza con algo y caigo de rodillas mis lentes caen al suelo sé que hay muchos alumnos y que acaban de tocar el timbre para la entrada de clase trato de buscar mis lentes, qué son arrojados más lejos por alguien trato de buscar mis lentes con los ojos cerrados palpando el piso con mi tacto, pero no los encuentro.

Sigo de rodilla buscando hasta que siento ese olor embriagador que perturba mis sentidos, hasta que escucho su voz.

—Esto es tuyo preciosa —él me entrega tomando mi mano porque tengo los ojos cerrados no puedo ver solo con sentir su tacto siento que se me eriza la piel y mi corazón se acelera.

Pero me obligo a reaccionar no puedo pensar en esos sentimientos, hasta que no rompa esa maldita maldición. Tomó mis lentes me los coloco abro mis ojos y veo al chico más hermoso y guapo que he visto, tiene una pinta de chico malo: es alto, musculoso moreno con sus ojos color miel, cabello rizado que sus rizos caen en su cara, quedó sin aliento al verlo, lo miro sin ninguna expresión.

—Gracias—él me mira y me sonrió con sus dientes perfectos

—¿Estás perdida?—yo con mis rostros serio.

—No pero gracias —me levanto me limpio mis rodillas tomo mi morral y estoy a punto de irme al salón de clase ,ya que nadie queda en el pasillo

—¿Quieres que te acompañe?—yo lo miro.

—No gracias . Yo puedo sola—.

—¡oye!... oye preciosa soy Kiliam Black no me vas a decir tu nombre —yo no digo nada solo camino sin mirarlo ignorándolo.

—¡Oye preciosa! ¿Eres nueva aquí? Solo quiero hacer tu amigo— sonriendo caminando atrás de mí. Hasta que se adelanta y se pone al frente de mí caminando para atrás mirándome.

Sigo ignorándolo y lo esquivo subo las escaleras hasta que veo el salón de biología.

—¡oye háblame! ,dime algo preciosa —

yo solo lo ignoro...

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