El postre

Veinte minutos más tarde, él llegó de nuevo y vio mi dedo cubierto, lo que provocó una gran cercanía.

Lorenzo- ¿Qué te pasó? - Dijo agarrando mi mano.

Daniela - Solo es una pequeña cortada.

Lorenzo - ¿Qué? ¿Vamos al hospital? - Dijo aparentemente preocupado.

Daniela- No fue nada, ya está curado.

Lorenzo- ¿Segura?

Daniela- Sí, Lorenzo. Siéntate que la comida está lista.

Lorenzo- Bien - Dijo sacando los cubiertos y colocando la mesa.

- Parece dejavú - Pensé

Serví la comida y nos sentamos uno enfrente a otro...

Lorenzo- Lamento haberte molestado hoy.

Daniela- No pasa nada, solo no le digas a nadie donde estoy.

Lorenzo- Tranquila, no hablaré.

Daniela- Gracias.

Lorenzo- Prometo irme al amanecer.

Daniela- Bien

Lorenzo- Muy rica la comida, no has perdido el toque

Daniela - Entonces está feo, antes te quejabas

Lorenzo- Solo te peleaba.

Daniela - bien... ¿Cómo te va con los Árabes? - Dije tranquila, en realidad tenía curiosidad, esos son unos traidores, ¿Cómo tratarán a Lorenzo? ¿Lo tendrán amenazado?

Lorenzo- Bien, el sueldo es bueno, además cuento con el tuyo como representante.

Daniela- Me alegro.

Lorenzo- ¿Cómo conociste a tu prometido?

Daniela - En una Gala que la Milicia ofreció en agradecimiento a la Petrolera por donarles combustible para sus vehículos, él fue quien me entregó una placa y luego hablamos. ¿Tú como conociste a Celia?

Lorenzo- En la empresa de los Árabes, ella es contadora.

Daniela- Lo que tiene de linda, lo tiene de inteligente.

Lorenzo - Sí. - Mi corazón dejó de latir al escucharlo, Pero ¿Qué esperaba? ¿Qué dijera que no es más linda que yo o qué?

Daniela- ¿Hace cuanto están juntos?

Lorenzo- Eh... Un año. ¿Tú?

Daniela- Dos...

Lorenzo- Que bueno.

El resto de la cena transcurrió en silencio, cada tanto nos veíamos entre nosotros, se sentía la tensión en el aire y al finalizar, me levanté.

Lorenzo- ¿Quieres más? Puedo traerte.- Dijo levantándose junto conmigo.

Daniela- No, iré a lavar la vajilla.

Lorenzo- Yo lo haré, tu cocinaste.

- Otra vez, dejavú - Pensé.

Daniela- Bien, ¿Quieres postre?

Lorenzo- ¿Qué hay?

- Yo - Dije en Susurro

- Helado. - Dije en voz alta

Lorenzo- ¿Qué gusto compraste?

Daniela- Dulce de leche granizado, sambayón y crema.

Lorenzo- No cambias tus gustos.

Daniela - Nunca - Hablando en doble sentido, en mi gusto por él

Lorenzo- Quiero todo lo que haya.

- ¿Mi cuerpo se puede incluir? - Pensé.

- ¡Ay no! Que mente sucia - Reflexioné.

Serví el postre mientras él lavaba y me senté a ver sus movimientos, como una maldita enferma, pensando las mil y una formas en gozarlo.

- Dios, necesito un baño - Susurre.

Lorenzo- ¿Hablando sola?

Daniela - Si.

Lorenzo - ¿Te incomoda mi presencia?

Daniela- No. - No, no me incomoda, me inquieta, quiero mucho y recibo nada.

Lorenzo- Qué bueno, creo que podríamos ser amigos, como en la adolescencia.

Daniela- Eso si sería raro, mi prometido sabe de ti. Pero supongo que Celia no sabe de mí

Lorenzo- Entiendo. Celia sabe todo.

Daniela- ¿Todo? ¿Y aun así fue simpática?

Lorenzo- Ella es un caso aparte, no es celosa.

Daniela- Ah bien... - Termine el postre, me levanté para lavarlo y segundos después él se colocó detrás de mí para dejar su pote

Me tensé y me excité con un simple roce de cuerpos, pero creí sentir que olfateo mi cabello...

Lorenzo- Buenas noches.

Daniela - ¡Qué descanses! - Dije lavando sin mirarlo. - Ya estoy alucinando - Susurré.

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