Un plan II

Luego de la charla y un poco de trabajo, se hicieron las seis de la tarde, hora en la que normalmente Mi hermano sale de trabajar. La mayoría de las personas se van a las cinco y media, pero él se queda un poco más.

Su chófer ya estaba esperándolo en el estacionamiento de la empresa y fui con él, ya que me llevaría, al estar cerca, notamos al hombre escondido detrás de un gran poste de material y nos acercamos con cautela.

¡Queríamos asustarlo por chusma! Pero nos arrepentimos al ver y escuchar la discusión que tenía Daniela con su prometido.

En el momento que él la agarro del brazo la primera vez, quise salir a destrozarle la cara, pero fui retenido por Lautaro y su empleado, cuando lo hizo la segunda vez, mi irá creció y casi voy hasta allí, sino fuera porque el maldito chófer me hizo una llave de esas que aprietan el cuello y con su mano tapo mi boca para que yo no me quejara o gritara.

Segundos después escuché un auto arrancar el motor y me soltó.

Lautaro- No le hagas nada a Juan, yo se lo ordené. - Dijo antes que quisiera golpear al hombre

Lorenzo- ¡Están locos!

Chófer- Lo siento señor.

Lautaro- No te disculpes Juan, este idiota iba a meterse en problemas.

Lorenzo- ¡Tú viste como la trato! ¡VISTE QUE LA AMENAZÓ! - dije gritando lo último

Lautaro- Sí idiota, vi y escuché todo, como tú y como Juan, pero si te metías allí podía ser peor, no sabemos si ese hombre tiene un arma con él, no sabemos si le puede hacer algo a ella. Además, podemos investigarlo.

Lorenzo - Dios santo, ella se casará con un loco, tal vez está siendo chantajeada o amenazada con su familia.

Lautaro- Todo es posible, ya vemos que el "Tranquilo" Militar, no lo es.

Lorenzo- Quiero saber donde estará ella de vacaciones, quiero mandarle seguridad.

Lautaro- Se irá a una cabaña en el sur.

Lorenzo- ¿Qué? ¿A la cabaña? - Dije sorprendido

Lautaro- Sí, ¿Por qué?

Lorenzo- ¿Todavía la tiene?

Lautaro- Supongo que sí, por algo irá, ¿tú sabes donde es?

Lorenzo- Creo que es la misma que le regalé cuando cumplió 22 años.

Lautaro- Ay que romántico mi hermano. Le regalaste un nidito de amor.

Lorenzo- Sí.

Lautaro- Me alegro por tan bello regalo, mañana podrás mandar a alguien para vigilar si ella aparece, pero ahora vamos, sube al auto, debes descansar.

Le hice caso a mi hermano y subí con él... Me dejó en mi departamento y siguió su camino.

Celia- ¿Cómo te fue con tu hermano? - Dijo al verme entrar.

Lorenzo- Bien, descubrí información importante e intrigante.

Pedro- ¿Cómo qué?

Lorenzo- Daniela no quiere a su prometido, creemos con mi hermano que está siendo obligada a casarse. También supe que sufrió depresión por mi culpa. Mi hermano y mi cuñada se ocultaron de ella para no lastimarla con la imagen, no se han casado en parte por eso y por una promesa sospechosa.

Celia- Entonces ¿Seguirás usándome para causarle celos?

Lorenzo- Un poco sí, pero a la vez tantearé el terreno para conquistarla de nuevo.

Pedro- Bien amigo, solo ten paciencia, porque si lo que dices es cierto, podrá entregarse en cuerpo y alma a vos, pero de igual manera se casará.

Celia- Jajaja ¿te imaginas? Serias el amante de tu ex jajajaja- Dijo burlona

Lorenzo- ¡Antes la secuestro! no dejaré que se case.

Celia- Hablando de secuestro, ¿Supiste cuando se irá de vocaciones? Podrías llevártela antes de que eso suceda.

Lorenzo- No sé cuando, pero creó saber a dónde, mañana enviaré hombres hasta allí, si llega me avisarán y la protegerán.

Pedro- ¿Pasó algo para que sientan que es amenazada o para que le envíes seguridad?

Lorenzo- Lautaro, su chófer y yo vimos a ese hombre amenazando a Daniela.

Celia- ¿Por celos?

Lorenzo- Ahora sí, pero están por casarse desde antes.

Pedro- Entiendo, ¿Yo viviré encerrado aquí?

Lorenzo- No, puedes fingir ser mi mano derecha o guardia de seguridad de Celia, así pueden estar juntos. Solo tengan cuidado con sus cosas, que nadie los vea.

Pedro- Trato hecho, amigo. Seré guardia.

Celia- No sabes cuanto me encanta mi guardia de seguridad - Dijo besando a su esposo

Lorenzo- No coman ante los pobres, desgraciados- Dije riendo, ya que se demuestran amor frente a un pobre diablo soltero.

Celia- En vez de cuidar a la distancia a tu amorcito, deberías visitarla.

Pedro- Recuperar el tiempo perdido. Nosotros podemos cubrir tu escapada.

Celia- Sé que tu hermano me odio, supongo que esperaba Unirte a su cuñada, ¿Le dijiste quién soy?

Lorenzo- Tienen razón, si va a dónde pienso, la visitaré. Y sí, mi hermano ya sabe de ustedes. Incluso podrían decirle que los ayude en los contratos, eres abogado Pedro.

Pedro- Tranquilo, hablaremos con tu hermano y haré tu trabajo, a eso me dedico.

Celia- Tú disfruta de tu amor...

Lorenzo- Para que no te aburras podrías ver los números de la empresa.

Celia- Le pediré a tu hermano... Gracias, amigo.

Lorenzo- Gracias a ustedes, comeré algo y luego descansaré.

Ellos no me dieron bola, siguieron en su burbuja de amor... fui a la cocina, merende tranquilo. Me duche, llamé algunos hombres de mis padres y los mandé a la cabaña a hacer guardia. Luego me recosté en la cama y caí en los brazos de morfeo.

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