Capitulo 16

Nicholas golpeo la puerta del cuarto insistentemente, a los pocos segundos Helena la abrió, cuando lo observo se tapó la boca horrorizada, su expresión fue de absoluto terror.

—¿Qué demonios te paso? ¡¿Qué te hicieron esos malditos?! —Vocifero furiosa.

Nicholas ingreso dentro y cerró la puerta, de su frente un hilo de sangre descendía recorriendo su mejilla hasta su mentón y de ahí unas ligeras gotas caían al suelo, tenía un corte en el labio inferior, su ropa estaba sucia, manchada con sangre y rasgada.

—¿Por qué? ¿Por qué nos hacen esto? —Inquirió Helena llorando abrazando con fuerza a su marido.

—Porqué quieren nuestra fuerza—Nicholas sollozo—Por primera vez sentí miedo... de no verlos nunca más...—Una lagrima descendió por su mejilla— Tuve miedo de ver tantos Arch juntos contra mi, Helena, George me salvo...

—No puedes dejarme sola—Helena se aferró a la ropa de Nicholas con fuerza y lo observo con desespero—No puedes...no tienes permitido rendirte.

—No lo hare—Nicholas beso la frente de su esposa.

Se separó de Helena y camino hacia la cama, se desvistió y cuando quedo con el torso desnudo, Helena se tapó la boca ahogando un grito— ¿Qué te hicieron?

—Son quemaduras por bastones eléctricos, sanaran, duelen un poco, pero no es grave.

—Tienes muchas.

Helena deslizo sus manos por la espalda de su marido imaginando el dolor que debió haber sentido, provocado por las manos de esos canallas, sus manos brillaron y comenzaron a curar las fisuras en las costillas de su esposo—Dolerá menos—Susurro.

—Gracias...se siente agradable.

Nicholas se arrodillo al lado de la cama y observo a su hijo, acaricio con su dedo índice la mejilla del bebe—Vivirás cueste lo que cueste.

Él bebe tomo su dedo índice con su mano, Nicholas sonrió al ver sus frágiles manos.

—Le gusta estar contigo—Menciono Helena.

—Y a mí con él—Sonrió—Heredo tus ojos.

De pronto golpearon la puerta, Nicholas se puso de pie, le saco el seguro al arma y corrió hasta la puerta, la levanto hacia arriba y apoyo su dedo índice en su labios para que Helena no pronunciara palabra alguna— ¿Quién es? —Inquirió Nicholas levantando un poco la voz.

—Oh, uhm, soy Chloe, del local de Mr George, mi jefe le manda estas cosas, si gusta vengo en otro momento.

Nicholas se colocó una remera y abrió la puerta.

Los ojos de Chloe se abrieron en grande al ver el estado de Nicholas—Ah caray, sí que te surtieron amiguito.

—Pasa—Menciono Helena.

Chloe ingreso dentro— ¿Ustedes son como mi jefe, verdad? Raros, no se preocupen, no diré nada de su condición—Comento mientras apoyaba dos bolsas sobre la mesa—Sé que no son tan malos como aparentan, George no se preocupa por cualquiera y si lo hace es porque son como él, siempre ayuda a los suyos, ya sabes, la gente que le brota vapor del cuerpo, creo que él sabe que lo descubrí pero se hace el tonto.

—Solo queremos vivir—Menciono Helena—No molestamos a los humanos.

—Lo sé, se nota en sus caras que son gente decente, desde el primer momento que ingresaron al local me di cuenta que no encajaban, en fin, ya me voy, hay artículos de higiene personal y medicinas, también alimentos frescos y nutritivos, mi jefe dijo que no salieran de aquí por nada del mundo hasta que estén sus papeles, por lo que deduzco que están en serios problemas.