Capitulo 11

Gabriel comenzó a atravesar varias puertas a su paso, giro en varios pasillos hasta que ingreso al cuarto de Armas

Gabriel se puso un chaleco antibalas, se colocó una pistola en la funda y tomo un cuchillo el cual reviso, guardo en su vaina, tomo un Fusil del cuarto de armamentos, algunos cartuchos y salió del lugar, le hizo una seña a seis hombres, todos Arch como el, lo siguieron de atrás, todos subieron al camión, Gabriel se acercó hasta el chofer, observo el papel que le había entregado su jefe y se lo entrego.

—Llévanos a ese punto, está bien detallado el kilómetro y la carretera

—Muy bien.

Gabriel subió al Camión y se sentó junto a los demás hombres, recordó las palabras de su jefe y se sintió por un mínimo instante culpable luego de dejar que Rebecca asesinara a su mujer—Se pasó la mano por el cabello y luego por su frente quitando la transpiración, recordó la noticia que le había dado horas antes Clarise luego de hacerle el amor, estaba nuevamente embarazada...

—El jefe lo supo... sabía lo que haría.

—¿Estas bien? —Inquirió un compañero.

Gabriel asintió—Todos manténganse alertas, el enemigo es muy fuerte—Les advirtió con un tono autoritario—Tu mantente al margen, quédate atrás y si algo malo sucede, como sea me sacas del combate.

—¡Si jefe!—Menciono Amos, tomando con fuerza el fusil— ¡Con mi vida!

Cuando llegaron al lugar el camión se detuvo, Gabriel descendió y camino hacia el camión que transportaba a Sebastián, el chofer descendió y camino hacia Gabriel rápidamente.

—¡Los mataron a todos! ¡Todos muertos!

—Abre el camión y dame la carpeta de investigación de Sebastián.

El chofer corrió hacia la parte trasera, abrió la puerta y subió, luego de unos minutos bajo con la carpeta.

Gabriel se la arrebato de las manos—A ver quién es ese hijo de perra, llévame hacia los cuerpos—Ordeno seriamente.

Gabriel abrió la carpeta, observo la fotografía de Nicholas y leyó su expediente, observo con detalle mientras caminaba por el bosque, se percató de que tenía esposa observo su vientre en una fotografía.

—La mujer está embarazada, a toda costa quiero a ese niño ¡Oyeron inservibles! —Exclamo molesto.

—¡Si jefe! —Exclamaron al unisonó los demás

Cuando llegaron al lugar, el olor a putrefacción ya era abundante, Gabriel se tapó la boca y fue a observar cada cadáver.

—Todos degollados con un corte limpio, el sujeto es extremadamente veloz, los cortes los realizo en puntos específicos desangrando a sus víctimas.

Gabriel levanto la vista y observo en los arboles ramas quebradas—Síganme—Ordeno.

Caminaron siguiendo el rastro de las ramas rotas hasta observar un claro, se percataron de que había una manta en el suelo, algo sucia

Gabriel sonrió—El niño nació.

Giro su mirada hacia un costado y observo un cuerpo consumido en un estado casi esquelético, sus ojos se abrieron en grande— ¿Sebastián? ¿Qué rayos? —Observo una insignia en su traje con la cual lo reconoció.

Amos se acercó y observo el cuerpo, retrocedió unos pasos aterrorizado— ¡¿Cómo pudo hacer eso?! —Exclamo horrorizado.

—Es un pez gordo... como Alpha—Gabriel sonrió.

—¿Qué haremos jefe?

—Vamos, me pondré en contacto con la policía, lo más seguro es que busque refugio en algún Hotel de mala muerte, quiero hombres en las calles, en las estaciones de combustible, necesito un mapa ahora, las patentes de su coche y conexiones familiares, cazaremos a ese maldito a toda costa.