Gabriel descendió junto a Rebecca, detrás los soldados venían cargando los contenedores, otros soldados llevaron la jaula con la niña, atravesaron los portones de la mansión y caminaron por los largos Jardines, los perros al sentir el olor de la sangre se acercaron a Rebecca, girando alrededor de ella ansiosos, los acaricio y luego se giró hacia los soldados que la acompañaban.
—Vacíen esa inmundicia, mis mascotas están hambrientas, hace tres días no les doy de comer—Sonrió con malicia observando a sus cinco perros de cacería.
La niña se aferró a los barrotes con impotencia, y de pronto vio caer los trozos de su madre al suelo y los perros comenzaron a alimentarse con absoluto desespero.
Rebecca sonrió, se giró caminando hacia los interiores de la mansión, Gabriel se quedó atrás, su hija lo observaba con odio.
Ámbar observo los perros y cerro fuertemente los ojos.
Ingresaron al interior de las instalaciones, abrieron la jaula y la llevaron al interior de un calabozo, oscuro y frio, oía sollozos y gritos de otras personas, Ámbar se tapó los oídos, se sentó en el suelo, se movía de un lado a otro mientras tarareaba la canción que su madre le cantaba por las noches.
Gabriel apareció caminando por las instalaciones días después, paso por el pasillo de los calabozos y una mano se aferró a su pantalón haciéndolo detener.
—¡¿Por qué?! ¡¿Por qué mataron a mama?! —Exclamo furiosa
Gabriel bajo la mirada hacia ella—Porque quise, suéltame, tu y yo no somos nada.
La niña abrió los ojos en grande al oír las palabras de su padre.
—Formare otra familia, tú fuiste un experimento, tu madre tenía potencial, pero bueno, se negaba a explotar su poder, el más fuerte supera el más débil, así es la vida, no me interesas como hija, no vales nada, si hubieras sido hombre, quizás tu destino hubiera sido otro, lo hubiera considerado.
Ámbar soltó el pantalón de su padre y bajo la vista.
—Buena suerte, la necesitaras si quieres sobrevivir en este ambiente.
—¡Sácame de aquí! —Chillo la niña—¡Tengo hambre!
—Vive o matate, no me interesas—Espeto Gabriel.
La niña lo observo con la boca abierta.
—Si te matas me harás un favor, es mejor la muerte a vivir en este lugar.
Sus pasos se oyeron claramente mientras se iba
La niña se aferró a los barrotes y de pronto las luces se apagaron dejándola en la completa oscuridad.
Gabriel camino hacia la oficina de su jefe los guardias se apartaron apenas lo reconocieron.
—El señor ya sabía que vendría.
Gabriel se freno— ¿Qué?
Ingreso dentro, observo a su jefe en su computadora.
—¿Qué quieres? Ya hable con Rebecca, no asesinara a tu hija ¿Eso querías pedirme?
Levanto su vista hacia el y lo observo seriamente.
—Entonces su don es cierto...usted puede ver el futuro.
—Lárgate, estoy ocupado.
Cuando Gabriel se acercó hasta el pomo de la puerta el jefe hablo.
—Sin embargo las decisiones traen consecuencias, Clarise estaba embarazada.
—¿Qué? ¿Qué dices? ¿Cuánto puedes ver el futuro?
—Se todo lo que ocurrirá en un mes en cada persona que veo a los ojos, se quienes me piensan traicionar, se cada movimiento que realiza un enemigo en combate, no importa las decisiones que realice, el destino no puede cambiarse.
Gabriel abrió los ojos en grande—Usted, sabia...
—No me interesa tu destino, tus decisiones son tu problema, me interesa lo que sucede con mi gente y con mi dinero, Arma un grupo y vayan a estas coordenadas, se perdió toda comunicación con Sebastián, el Chofer llamo, dice que están todos muertos.
—¿Qué? ¿Es enserio? ¿Quién es ese sujeto?
—Lo necesito para trabajar en el proyecto Alpha.
—Entiendo—Gabriel tomo el papel y lo guardo—Iremos en este momento.
—Clarise era una buena pieza, si no la querías hubieras dejado que otro Arch se quedara con ella, egoísta de tu parte, en fin, Ámbar es un Arch con características heredadas por ambos, es una gran pieza para experimentar nuevas drogas que estamos creando, aun es pequeña pero en unos años comenzaremos a trabajar, si soporta bien y si no, lamentable.
—No me interesa, haga lo que usted considere correcto—Menciono Gabriel.
—Cuidado con la espalda, es fácil de dañar.
—¿Qué vio? Dígame para estar preparado.
Los ojos que veía Gabriel le aterrorizaban, en ese momento pensó en él bebe que crecía en el vientre de Lilly, si su jefe era capaz de predecir el futuro, ¿Qué habilidad tenía su mujer? Seguramente alguna que genere un daño extremadamente poderoso.
Lilly debía de ser aterradoramente poderosa, ningún Arch elige a cualquiera para obtener su descendencia, su futuro hijo o Hija le pareció una muy interesante manera de obtener poder, emparentando a futuro a la descendencia que generara con Rebecca con la de su jefe.
—El futuro no se cambia, vívelo—Señalo la puerta—Silas nacerá.
De pronto los portones se abrieron ante ellos, Gabriel abrió los ojos en grande.
—¡Jefe! ¡La señora Lilly! ¡Está por nacer su hijo! —Exclamo el Mayordomo con desespero—¡La señora Lilly quiere que este presente!
Gabriel se giró aterrorizado y observo a su jefe pasar caminando por al lado de él, lo siguió con la vista hasta que salió.
—Te diré lo mismo que le dije a Rebecca, no les conviene pasarse de listo conmigo.
Gabriel trago grueso y salió del despacho, comenzó a caminar rápidamente por los pasillos.
—Este hombre, está en otro nivel, no puede ser, sabe lo que haces... sabe si tramas algo, ve lo que tus ojos verán, lo imagino en una batalla a muerte, saber que hará el enemigo, lo hace un asesino extraordinario, casi invencible, no, corrijo, completamente invencible.
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