... Es momento de hablar...

... Han pasado ya dos semanas desde el incidente con Gabriel, este se encuentra casi recuperado debe marcharsesue en unos días, Celeste está entrenando, le es difícil consentirse su cabeza es un poema, las mariposas en su estómago está a punto de hacerla caer en los brazos de ese personaje, se molesta con ella misma por ser tan infantil, mejor va al bosque allí puede tener algo de calma.

... Su entrenamiento ha mejorado mucho, para ella el poder que tiene es insignificante comparado con el de sus hermanas, lo que ella no sabe es que su esencia es la de una guerrera antigua, está tan metida en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando Gabriel llego y se sentó a su lado, ella lo mira y se sobresalta no esperaba verlo allí a esa hora, solo quiere estar sola.

... Es momento de hablar, aún debo arreglar muchas cosas de mi vida, te pido que me escuches y me creas, tú para mí eres tan importante incluso más que mi propia vida, estaría dispuesto a darla por ti.

... Ese tema está muy claro, yo no quiero que te acerques a mí ya todo está dicho, estás bien ya de salud así que es momento de que te vayas de la cabaña y no regreses nunca.

... El chico la mira la jala a su lado y sin darle tiempo de escampar la besa, ella no corresponde al principio, en un momento es ella la que lo besa con tanta pasión, es un beso moja bragas está emocionada no se da cuenta en que momento quedo sin su vestido, Gabriel la mira con lujuria es tan hermosa sus pech@s blancos que invitan a pecar ella reacciona lo empuja se acomodó su ropa.

... Esto no pasará nunca más, así que confórmate con eso.

... Mi hermosa princesa yo se que serás mi esposa, y cuando eso pase serás completamente mía.

... Celeste se sonrojo por las palabras de el, una vez más su cuerpo y su corazón la traicionó, intenta ponerce de pie y sus piernas no responden, el choco la atrapó y la sienta en su regazo.

... Que pasa mi amor con tus piernas.

... No responden estar adormecidas, debe ser por el tiempo que llevo aquí en el césped.

... Te llevo cargada de regreso a la cabaña.

... Solo déjame aquí, yo regreso más tarde.

... No lo haré, me quedo a qui a tu lado.

... La niña lo miro y una vez más su cuerpo reacciona a ese hombre, se queda pensando y si lo pruebo, no me hará daño.

... Porque estás tan roja, qué piensas muñequita.

... Me puedes llevar al lago por favor, quiero refrescar mi cuerpo antes de regresar.

... Gabriel la carga en su regazo, su cabello huele a flores se siente feliz de tenerla en sus brazos, como quisiera que ella se quede allí para siempre.

... Al llegar al lago la descargo con cuidado, ella solo lo miro y le pide que le ayude a quitar su vestido, el la mira sorprendido no entiende que quiere hacer ella.