No me lo vas a creer

Vamos te mostraré el resto de la mansión!- No se por que razon sentia que a él no le interesan mis penas y ni siquiera lo conozco como para contarle mas,  suspire resignada  y me deje guiar por  Samael me lleva a recorrer el lugar es enorme.

- ¿Te toca recorrer Samael?- pregunto un chico blanco de ojos grises sus ojos eran lindos.

- Hola Jeremy, te presento a Leila- pronunció Samael apuntando con la mirada al apuesto joven parado enfrente de nosotros.

Viste un traje de cuatro piezas y se ve ligeramente elegante ¿Será Demon?.

- Hola soy Leila Moon - Digo mientras estiró la mano para saludar.

- Leila moon, tu nombre es una ironía, ¿te gusta la oscuridad?- ¿Que si me gusta la oscuridad? claro que no es lo que mas odio, él extiende su mano para saludarme - Me llamo Jeremy- dijo 

- ¿Qué?- Él no suelta mi mano sino la sostiene con firmeza. .

- Deberías de soltarla ya - dice Samael tomando mi mano que estaba sobre la de el.

Siento como su mano se aleja de mí, mientras ellos se miraban como si fueran dos pistoleros. 

- Leila significa noche y moon luna, ¿Todo en ti tiene que ver con oscuridad?, creo que le agradarás a Demon!- dijo él y yo comencé a toser. me estaba ahogando con mi propia saliva.

- ¿Qué hay de ti? te llamas Jeremy que significa Dios pone orden y vives en un lugar embrujado ¿no es eso embarazoso.?-  dije correspondiéndole con una sonrisa. 

- Jaja creo que te gano - Dice Samael mientras sonríe. - ¿ Continuamos con el recorrido?-  sugiere fijando su vista en mi. 

- Si claro!-  asentí mientras lo veía caminar frente a mi. 

Nos alejamos de Jeremy, siento que él no deja de vernos hasta que entramos a la casa su mirada era muy pesada.

- Creo que no le agrade a Jeremy- susurre para que Samael no me escuchara pero se que el me escucho. 

- Ha nadie le agradan los extraños - pronunció el al parecer logró escucharme. 

- No soy una extraña… bueno si lo soy, no debería de estar aquí, debería irme pero no tengo a donde ir así que deberán acostumbrarse a mi presencia.!- 

- Eres graciosa y estúpida!- dijo él con una sonrisa.

- ¿Qué dijiste Samael?... No soy estúpida- dije molesta, ¿cómo se atreve a llamarme estúpida? 

- Claro que lo eres, nadie en sus cinco sentidos vendría a vivir aquí voluntariamente. Así que creo que eres estúpida, ¿si ya eres libre porque viniste?-  ¿libre? no tengo a donde ir.

- ¿Por qué por Demon? parece que todo el mundo le teme pues yo no le temo, creo que mi primera impresión de él fue demasiado…. - ¿Extraña? o cómo podía decirle. 

- Y tú no le temes? deberias de hacerlo- dijo él con un tono frío.

- Ni siquiera sé quién es, por que le temeria, es un idiota. - dije y él sonrió.

- Nadie lo sabe- dijo él desviando la cabeza. 

-¿Ni tú?- pregunte.

- Ni yo, Podría decirle que Él es un demonio, un brujo, un chamán o todo combinado- ¿Qué tan poderoso es?

- ¿Por qué en el día se oculta? yo pienso que es un cobarde, por qué nadie sabe cómo es, él se oculta por que tiene miedo- dije muy segura, ¿que estoy haciendo? no debería de hacer esto. 

- Tu lo viste anoche, ¿Que tal te pareció?- preguntó él, mientras yo recordaba su imponente personalidad.

- No le vi el rostro, solo vi su largo cabello agarrado en media coleta y su traje clásico de época- dije desviando la mirada.

-¿Qué color era?- me puse pensativa.

- Rojo- respondí sin dudar.

- Jajaja lo bueno es que no observas con detalle- el se mufo de mi.

- El tenía sexo en el patio con Liliana, aún que esa Liliana se miraba más joven- dije mi corazon dolia no se por que razon cuando dije la palabra sexo.

- Liliana he, ¿viste todo?- preguntó él viéndome a mis ojos.

- Ya Samael siento que te estás burlando de mí, y no creo en fantasmas, brujos, demonios o lo que sea que crean que es ese hombre- dije molesta.

- El no es un hombre!- ¿entonces qué es? ¿una mujer?

- Ya sígueme mostrando este lugar- ya no quiero seguir con esta absurda conversación. 

continuamos caminando en silencio hasta que el me guio a una ala de la mansión.

- Bien, estos son los dormitorios- recorremos uno por uno, cada dormitorio -este es el mío- dijo él apuntando a una de las puertas, pero yo lo ignoré ya que toda mi concentración como mi vista estaba fija en una puerta que no era la que él apuntaba.

- ¿Y este?- Apunto a donde la puerta es más grande que las otras, me acerco a la puerta y sin pensarlo pongo mi mano en la manija. 

- Es de Él, no se puede abrir solo Demon puede hacerlo, está embrujada la manija-  sonreí y negué con la cabeza si puedo abrirla demostrare todo este lugar está lleno de locos.

Sin pensarlo la giro y la puerta se abre. Lo sabía la magia no existe.

- Woow, así que embrujado, pues esas son patrañas- dije con una radiante sonrisa en mi rostro.

- ¿A dónde vas?- Me jala del brazo. cuando vio que estaba por entrar a ese cuarto - No puedes entrar ahí- dijo el viendo lo más frío posible, ¿Quieres ver cómo lo hago? pensé. 

- Por favor solo es una recámara, ¿Tienes miedo?- le pregunté dando aún más pasos hacia dentro.

- Eres muy-  él dijo irónicamente. 

Entré al cuarto y Samael entró después de mí. 

La puerta se cierra, por el aire supongo, el volteo a ver la puerta y suspiro después lo vi negar con la cabeza.

‘La recámara es muy grande’. pensé

Me dirijo a un mueble y se ve una foto antigua ¿es el?. ¿Es Demon?

Me quedo viéndola mientras la tengo en mi mano. 

- Deja hay- Samael me quita la foto. La ve por un breve instante. - ¿Quién eres Leila?-  preguntó él sin dejar de ver la foto en ningún momento.

- Yo ... ¿cómo que quién soy?-  soy Leila 

- La puerta no puede ser abierta por cualquier mortal, ¿que secreto ocultas?- preguntó él acercándose a mi. 

-¿Ninguno? salgamos de aquí si te da miedo- propuse. 

Nos dirigimos a la salida de la recámara y ya no volvimos a hablar de Demon.  

Pasamos toda la tarde recorriendo el lugar. aunque se supone que debería de estar trabajando solo soy una empleada doméstica. 

Ya son las 6 de la tarde y veo como todos entran a la mansión, se apagan las luces y encienden las lámparas de petróleo. ¿siempre es así?

- Vamos camina- Me dice Jeremy dándome una lámpara a la mano.. 

- Gracias- dije con una sonrisa. 

- No salgas de tu dormitorio no lo hagas aún que escuches ruidos ok - todo el mundo dice lo mismo pero lo único que hacen es levantar mi curiosidad quiero verlo más de cerca.. 

- ¿Si pones orden después de todo?- pronuncie sarcásticamente. 

- Jaja tal vez, buenas noches luna de la noche-  dijo él dejándome al pie de mi puerta.

- LEILA MOON-  dije 

- ¡Es lo mismo!- El me acompaña hasta mi dormitorio y de ahí se va. 

Estoy de nuevo apagando la lámpara y encendiendo la luz, creo que en lugar de leila debería llamarme contrarie. 

Noto que mi ventana está abierta, me acerco para cerrarla y veo una figura pasar por el jardín. 

- ¿Quién está ahí?¿será él?- Digo, pero parece no ser nadie o quizá solo sea una liebre, me sorprendo ya que no soy tan cobarde como cuando era más pequeña.. 

- ¡Haaaaaaa!- Se escucha un grito en la parte lejana del jardín. 

“Hay alguien ahí afuera" pensé. 

Me brinco por la ventana y voy a dónde provenía el grito. 

“¿Cómo es que está tan oscuro aquí? si apenas son las 6 y a través de mi ventana no se miraba tan oscuro"

- Hay alguien ahí?-  grite, mientras me acercaba y caminaba por ese oscuro jardín. 

Siento como si alguien me observa y me tiemblan los pies. 

- No es gracioso!-  dije en voz baja, seguro y quieren asustarme porque saben que no creo en nada de esto.

El ruido se hace más fuerte, comienzo a correr, el escalofrío de mi cuerpo va en aumento y mis latidos no cesan, sino siento que mi corazón saldría de mi pecho. 

Me tropiezo con una roca y caigo al suelo. 

“Dios"  dije tocando mi rodilla herida. 

Me pongo en pie pero me duele mucho el tobillo también. 

- ¿Eres estúpida o no te dijeron que no salieras?- esa voz

Es él el hombre de larga cabellera, trae una lámpara de petróleo en la mano y se ve asombroso.. 

- Yo... yo-  me sentía nerviosa y mi corazón aún latía con fuerza pero no de miedo, no le temo - ¿Quien eres no te había visto antes?- 

¿Esa voz donde la había escuchado? ya la había escuchado antes pero no recuerdo en donde. 

Es una voz varonil y empoderada, sus ojos son mezclas de dos colores Azules con verde, jamás había visto tal combinación. 

El se acerca a mí. 

Pero se detiene cuando está apunto de llegar a mi. 

-¡Quítatelo!- Me dice apuntando a mi dige de media luna yo dirijo mi vista a él y niego con la cabeza, no me lo quitare.. 

- No-  respondí sin importarme nada más. 

- Tienes agallas ¿no sabes quién soy?-  A quién le importa quien es. 

- ¿Y tú no sabes quién soy?- Le regrese la misma pregunta.

- No me gustan los juegos niña estúpida!, que te lo quites!- 

El extiende su mano para tomar mi dige y no sé por qué razón su mano se quema. 

Aprovecho para salir corriendo. 

Entró de nuevo por la ventana y cierro. 

Corro hacia mi cama y me recuesto en mi cama aplastando con fuerza mi dige entre mi mano.. 

Me quedo dormida y tengo ese sueño. 

“Tu eres mía" Me decía esa voz varonil. 

“El la ha escogido como su mujer" repetía el chamán. 

Me despierto un poco exaltada, la luz ya entra por la ventana. 

Con temor abrí la ventana no quisiera que fuera una trampa, como anoche que se miraba iluminado pero afuera estaba oscuro. 

Abro la ventana y se ve todo tan iluminado por el sol así que suspire de alivio.  

- Despertaste!?- Me dice Samael desde afuera de mi ventana. 

- Si - Veo su mano ¿está quemada? ¿Por qué? - ¿Qué te pasó en la mano?- pregunte. 

- No me lo vas a creer, Jeremy prendió la chimenea en la mañana pero dejó la varilla para mover los troncos adentro trate de sacarla y me queme- .... - Debería salir el día es agradable- dijo él estirando su mano hacia mi, claro la que no esta quemada. 

- Si-  salgo brincando por la ventana.

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