Capítulo 7 PRIMERA CITA PARTE 2

...ALMA BUENAVENTURA - BLOSSOM...

Mis padres están en contra de las citas que tendremos con desconocidos. Desconfían aún más en nosotras después de nuestro plan sobre el acuerdo al que todavía no le veo nada de malo. Fue arriesgado si, pero nos quedan cinco años, no hay razones para ponernos dramáticos.

La cita de mi hermana fue un desastre aunque con quién fue todo un Dios griego como los que a ella le gustan. Yo hoy tengo mi primera cita y estoy bastante nerviosa por eso. Dormí poco por la ansiedad y ya quiero que llegue el momento.

Danna me ayudó a elegir la ropa o más bien la eligió ella siendo muy temprano por lo que no acabé de desordenar todo.

El desayuno familiar fue un desastre. Nuestro padre se ve más que molesto y nuestra madre se que se siente triste porque no queremos cometer sus errores e hicimos esto pero no podemos retroceder el tiempo.

(....)

Llegó el momento de asearme así que entré a la ducha y mi hermana me ayudó a peinarme y maquillarme. Le pedí que planche mi cabello y que me resalte los ojos solamente. En mis labios usé un brillo de labios sin color, me vestí y bajé ganándome una mala mirada de mis padres pero fue Danna quien me apoyó y me dió sus buenos deseos.

Llegué al restaurant faltando aún quince minutos para que sea la hora de la cita y me dirigí a mi mesa. Pude observar atentamente el lugar mientras esperaba.

En la distancia ví un hombre alto que podría ajustarse a la descripción del mío quien claramente coqueteaba con una empleada a quien luego le daba su tarjeta.

Faltando un minuto para la hora él se dirigió a mi mesa y lo supe. Muy lindo pero todo un mujeriego, estaba descartado automáticamente.

Él se presentó y se sentó frente a mi con una sonrisa buscando seducirme.

-¿Llegaste hace mucho hermosa?- me preguntó

-Hace alrededor de quince minutos pero estabas ocupado seduciendo a la empleada del lugar- sonreí tal como el y bebí de mi copa de agua

-No se de qué hablas- se puso más serio

-Deberias mirar hacia atrás para comprobar que desde aquí se ve perfectamente en ambas direcciones- lo hizo y supo que no podía mentir

-¿Que estás buscando exactamente en un hombre?- preguntó directamente

-Una relación seria, casarme por supuesto y finalmente tener cinco hijos, ¿Tu?

Yo no quisiera tener más de dos hijos pero al decirle cinco seguro se iba a espantar así que ví la oportunidad y la tomé. Mejor hacer que el solo decida nunca voltearme a ver después.

-¿Cinco? Son demasiados. Creo que podemos ser amigos con beneficios o sin ellos, como tú prefieras- me contuve de poner mis hermosos ojos en blanco y él me dió su tarjeta en una clara invitación de que lo llame

-Gracias por la propuesta, guardaré tu número al llegar a casa- sonreí falsamente

Comimos en silencio y cuando terminé mi cena le dije que iría al sanitario pero en realidad me fui a casa.

Seguro se divertiría coqueteando en el restaurant pero a mí no me vería nunca más. Además le tocaba pagar la cena, nada que un abogado que presume tanto dinero no pueda costear.

Llegué a casa y subí a mi cuarto donde Danna me esperaba para saber detalles y si tenía una segunda cita.

-Tendre una segunda cita- le dije con una sonrisa

-Entonces te fue bien- sonrió feliz

-Tendre una segunda cita pero no será con él. Estaba coqueteando con una empleada cuando llegué y luego lo espanté porque me dije que quería tener cinco hijos, si vieras su cara ja ja ja ja

-Al menos fue divertida pero ¿Que fue lo que te dijo?

-Que cinco era demasiado y que podíamos tener una amistad con o sin derechos y me dió su tarjeta

-¿Entonces cenaste con el mujeriego?

-Obvio tonta, tenía hambre. Luego le dije que iba al tocador y me retiré, el debe de estar aún esperándome para cenar- comenzamos a reír

Cómo mi cita acabó bastante temprano miramos una película y después ella se fue a dormir mientras yo me acostaba. Mañana debíamos volver al trabajo y teníamos que estar descansadas.

El próximo sábado Danna tendría la segunda cita y yo el día domingo. Esperaba que no tuviéramos que ir a demasiadas para encontrar al hombre ideal. Había tantas chances que seguramente tardaríamos más de un año en poder terminar las citas y dónde fueran peores que ésta no quería pensar.

(....)

Llegó la mañana y desayunamos en familia pero mis padres aún estaban molestos. Algo me decía que hasta que no acabáramos con las citas estaría del mismo modo. Debería preocuparse si lleváramos años y aún no encontraramos al ideal. Creo que en ese preciso momento yo misma estaría convertida un manojo de nervios.

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