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Drooling Mirrors

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Capítulo 8, Segunda Parte.

Drooling Mirrors.

La Decisión.

—Ah ¿te refieres a algo de comer? —dijo Keane, con los cachetes rojos con las manos temblorosas.

—Claro que sí ¿o que pensabas bribón? —dijo tomando un poco de jugo.

Al propósito Ava derrama un poco del jugo en su camisa, provocando que se vean más marcados sus senos.

—¡Oh que vergüenza! —exclamó Ava con asombro, viendo su camisa— ¡Me acabó de recordar que no me puse un sostén y se me marcan los picos de mis senos!

—Ah... —Keane se queda totalmente sin palabras y paralizado, al mismo tiempo que las ganas de reír junto con los nervios intentan dominar el cuerpo.

La impotencia y la furia terminan de nublar la mente de Liam.

—¡Keane Moore, no voy a permitir de que me quites a mí chica! —gritó Liam perdiendo la cordura, mientras que se levanta de su asiento y camina hacía dónde se encuentra Keane sentado.

Ava de pronto se voltea para ver a su equipo, mostrándole intencionalmente su trasero.

—¡Vamos equipo yo sé que pueden ganarle!

Keane se distrae observando a Ava, mientras que Liam se le acerca en silencio y propina una patada en la cara.

Keane no se había dado cuenta de la presencia de Liam, pero mueve sus ojos y con toda su velocidad mueve sus manos y le sujeta el pies a Liam cuya pierna estuvo muy cerca de su cara. Pero no evitó que el impacto hiciera que cayera al suelo.

Keane aprovecha la oportunidad de que aún Liam tiene la pierna separadas y le lanza una parada en sus bolas. Liam cae al suelo, retorciéndose del dolor.

—¡Hijo de puta! Rompiste la regla de pelea —dijo Liam mientras intenta respirar.

—Las reglas perdieron el sentido en el momento que decidiste atacarme por la espalda —replicó Keane mientras se encuentra en el suelo.

—¡Vamos equipo! —dijo Ava dando un paso atrás pero se resbala con el jugo que derramó hace un instante, cayendo de trasero justamente en la cara de Keane.

—¡Ya basta no lo voy a tolerar más! —gritó Kim con furia.

La pelota se le acerca a la cara de Kim, mientras se encuentra eufórica observando a Keane y Ava. A continuación Kim detiene la pelota con una sola mano.

—Tengo que aceptar que Ava Green es muy astuta —pensó Kim—, no tengo idea de cómo superar eso. Pero no voy aceptar que se quede ¡con mí Keane! Sólo me queda una última cosa.

Keane aparta las nalgas de Ava de su cara.

A continuación Kim hace unos pasos de baile. Shil comienza a buscar rápidamente un equipo de sonido y le coloca una canción de k-pop.

Kim sigue bailando pero ésta vez a la par de la música, haciendo los pasos de baile del vídeo musical de esa canción, sin quitarle la mirada a los ojos de Keane.

Toda las personas comienza a quedarse en silencio.

—¿Que le sucede a Kim? Está realmente loca hahaha ¿cierto Keane?

Keane aparta con su mano la cara de Ava.

Keane camina poco a poco a la vez que el entorno a su alrededorrededor comienza a oscurecerse. Las personas comienza a convertirse de piedra, sólo ellos, una luz arriba del techo el suelo de Kim comienza a convertirse de metal a medida que se acerca.

Al toparse junto a Kim, el sitio cambia de apariencia a la del tren que Keane siempre sueña.

—Kim, ¿no te preocupa que la gente te vea?

Kim le acaricia la barbilla a Keane y luego le acomoda el cabello para ver sus ojos.

—Keane Moore, en realidad no me importa. ¡me cansé de finjir Keane, no quiero aparentar otro día que no siento nada por tí, no me interesa ese estúpido espejo porque juntos le vamos a conseguir una solución! —dijo Kim mientras le brotan unas lágrimas de sus ojos.

Keane se impresiona abriendo los ojos, luego comienza a reír descontroladamente al mismo tiempo que su cuerpo tiembla sin control alguno.

—Kim...

—¿Sí Keane?

Keane le limpia las lágrimas con sus dedos.

—¿Quieres ser mí novia?

—Siiiiii —Kim abraza a Keane con fuerza— siempre quise abrazarte.

A Keane le comienza a latir fuerza el corazón, mientras que se pone nervioso cada vez más.

—¿El tiempo se detuvo?

Kim suelta a Keane.

—Creo que hace un par de minutos.

El lugar se vuelve a la normalidad, mostrando a las personas paralizadas.

—¿Que te parece si besamos el espejo lejos de aquí?

—Bueno.

Kim mete sus manos en los bolsillos de Keane y en uno de ellos le saca el espejo.

—¿Lo quieres? Pues sígueme.

Ambos corres por los pasillos de la escuela, hasta que Kim se detiene enfrente de su casillero.

—Es hora Keane.

Kim le da un beso muy extenso al espejo dejándolo el vidrio totalmente babeado, lo voltea y se lo entrega a Keane.

—Prueba mí saliva, Keane.

Keane toma el espejo, se le queda viendo por unos segundos.

—¿Sucede algo? —preguntó Kim con miedo.

Keane mete su dedo índice a en su boca, lo babea y luego lo saca de su boca poniéndoselo en la boca de Kim.

Kim se encuentra totalmente sonrojada, cierra los ojos y pasa la lengua por su dedo.

Keane saca su dedo y pone el espejo en la boca de Kim. Besando el espejo al mismo tiempo, volviendo todo a la normalidad.

Al salir de la escuela, Keane acompaña a Kim a su casa.

—Que bonito atardecer ¿no crees eso Keane?

—Aprovechalo mientras puedas, ya estamos en los primeros días de noviembre, ya falta poco de que llegue invierno.

—Es cierto Keane, pero aún debería hacer mucho frío.

—Es el cambio climático. No sé que será del mundo en unos quince años más.

—Oye Keane, ¿me podrías decir más de tú pasado? Es que te quiero comprender más.

—Desde que salimos de la escuela, no has parado abrazarme.

—Nunca me aburriré de hacerlo.

Keane observa el cielo, mientras que la suave brisa les mueve su cabello.

—Cuándo cumplí cinco años, mis padres me utilizaron cómo sacrificio en ritual de una secta —explicó Keane mientras recuerda su pasado.

En la mansión Solitian, un hombre con una túnica puesta abre la puerta gigante de la sala.

—Señor, aquí le traje el cuchillo dorado con los tres rubíes.

—Te habías tardado mucho, hagamoslo rápido ¡que comience el ritual! —dijo el anciano.

Los padres de Keane entran al medio del pentagrama que está justo en el medio de la sala.

—Papá, mamá no quiero morir —suplicó el niño entre lágrimas.

—No te preocupes mí niño, serás un buen sacrificio para el demonio —dijo la madre con un pañuelo en sus manos.

—Sí hijo, tendrás el honor de alimentar al demonio con tú sangre —dijo el padre vestido completamente de negro— tú madre y yo estaremos orgullosos de tí.

—Ya es hora, ¿chico puedes hacer silencio? —dijo el anciano.

Keane observa a sus padres que lo miraban con orgullo mientras aguanta las ganas de llorar.

—Demonio del espejo, te ofrezco los doce corazones de los magos que están aquí presentes, te ofrezco un espejo pequeño y a la vida de un alma inocente.

El anciano se le acerca a Keane y le atraviesa el corazón con el cuchillo de oro.

A continuación en los símbolos del pentagrama comienza a brillar de color rojo. El espejo empieza a levitar, las personas comienzan a admirar al espejo. Desde el vidrio del espejo comienza a salir una luz roja, la luz de la sala comienza a desaparecer, dejando toda la sala en completa oscuridad por un instante, cuándo volvió la luz. Todas las personas estaban fuertemente mutiladas con sangre derramada por todos lados.

El cuerpo que yacía en el suelo sin vida de Keane, comienza a curarse haciendo que se despierte.

El cuerpo del niño comienza a flotar junto con el espejo.

Una voz le susurra en sus oídos, mientras que la ropa que carga puesta desaparece lentamente.

—¿Luego que te sucedió? —preguntó Kim, interrumpiendo el recuerdo de Keane— ¿que te dijo?

—Lo que te dije el día que te ví, en aquella azotea.

—Pero Keane eso es muy fuerte.

—Ya me tengo que ir.

—No, ¡espera!

Keane se separa de Kim y comienza a correr.

—¡Hasta mañana Kim! —exclamó Keane.

Comienza a salir la noche, Keane se acuesta en su cama y apaga la luz.

—Ella... —pensó Keane, mientras recuerda el baile de Kim en la escuela— ¡Kim bailó exactamente cómo lo hace en mis sueños! Eso significa que...