Capítulo 6, Segunda Parte.

Drooling Mirrors.

Capítulo 6, Segunda Parte.

El Árbol de los Novios.

Los gatos comienzan a desaparecer mientras murmuran quejándose.

La neblina se disipa mostrando el sol latente, Kim se impresiona de lo rápido que desapareció la neblina.

—¿Será que era casualidad? —preguntó Kim con confusión.

—No, no lo era. De algún modo fueron esos gatos, aunque no tengo idea de cómo lo hicieron.

A continuación Kim le toma la mano rápidamente a Keane.

Keane comienza a temblar de miedo, pero no le quita la mano.

—Dejaste que tomara de la mano —dijo Kim con una sonrisa.

A continuación Keane le sujeta firmamento la mano y con la otra saca el espejo de su bolsillo y se lo muestra a Kim.

—Kim Sanders, por favor besa el espejo —dijo Keane en un tono medio.

—¿Ahora es púrpura? —dijo Kim al tomar el espejo.

Ambos besan el espejo y después Keane rápidamente suelta la mano de Kim.

—¿Quieres que te acompañe hasta la salida del parque? —preguntó Keane.

Aunque Kim estuvo bastante sorprendida, aceptó su propuesta y comenzó a caminar junto a él.

—Sabes Keane, perdóname por hacerte esperar tanto es que...

—No importa Kim, lo importante es que no me dejaste sólo —interrumpió Keane sin verla a ella, mientras que camina con las manos metidas en el bolsillo.

—Sabes Kim, tengo un problema con mí cuerpo, cuándo siento felicidad, me da muchos nervios incontrolables junto con un ataque de risas.

—Gracias por decírmelo Keane —dijo Kim sonríendo.

Ambos terminan de llegar a la salida del parque.

—Keane antes de que te vayas, sólo quiero saber algo.

—Bueno.

—¿Que pasaría contigo si yo hubiera decidido irme con Liam?

Keane comienza a sonreír. Luego le sujeta el brazo a Kim, haciendo que acaricie su mejilla con los dedos, luego le devuelve el brazo.

Kim se sonroja mientras se queda totalmente paralizada de los nervios.

—¿Keane por qué hiciste eso?

—¡Hasta mañana Kim Sanders! —exclamó Keane mientras que sale corriendo.

—¿Por qué me llamó por mí apellido y no con mí segundo nombre? —pensó Kim, parada en la salida del parque mientras observa a Keane irse— ¿por qué me hizo tocar su mejilla y se vá corriendo? Difinitivamente cuándo logro pensar que conozco a Keane, hace cosas totalmente raras que me confunden demostrando que en realidad, no lo conozco.

Kim comienza a camina hacía la parada de autobús, mientras espera a que llegue uno, unos jóvenes se paran justo a lado de ella y comienzan a besarse pero la voz de la mujer le resulta algo familiar. Cuándo Kim voltea se queda totalmente impresionada.

—¡¿Shil?! —exclamó Kim.

Shil separa los labios rápidamente de la boca de Jaret.

—¡Kim puedo explicarlo! —dijo Shil entre nervios.

—No, no hay problema, sigan ustedes en sus cosas ya me voy.

—Kim, no te puedes ir ¿que haces a ésta hora en el parque? —preguntó Jaret totalmente nervioso.

—Dentro de una hora lo cierran, son las cinco y justo a las cinco me gusta pasar el tiempo a solas.

—¿Pensé que estarías en tú casa? —preguntó Shil.

—Y yo pensaba que estarías en la tuya Shil.

—Yo ya me tengo que ir, mañana nos vemos Shil —dijo Jaret totalmente avergonzado mientras se va caminando a su casa.

Shil le toma de la mano a Kim y la lleva un poco lejos de la parada de autobús.

—Jaret, ese pendejo me invitó a salir mañana al festival o lo que sea, quería decirte pero te habías ido con Liam, hasta pensé que ibas a salir con él —explicó Shil rápidamente con emoción— ¿cómo iba a rechazar al segundo chico más popular de la escuela?

—Pensé que te gustaba Liam.

—Sí me gusta. Pero al parecer el tiene ojos para tí, a ver dime ¿quién será el chico con que vas a salir en Halloween?

—En realidad no importa mucho, ¿lo que me parece interesante es cómo ustedes dos se dieron un beso si solamente te invitó a salir?

—¿El beso? —Shil se sonroja al recordarlo— ¿por qué preguntas eso, Kim? ¿acaso me quieres besar? —dijo mientras que la mira a los ojos, acercándose cada vez más.

—No, por supuesto que no.

—Vamos, un beso nada más y luego de eso, decide si te gusto yo.

—¡No! Shil, no me gustas.

—Está bien, sobre lo del beso. Simplemente se lo robé a Jaret.

—¿Se lo robaste?

—Sí, después que me invitó, le pedí que fuéramos al parque a tomar un helado. Después de sentarnos en un banco, derramé un poco de helado en su pierna.

—¿Al propósito?

—¿Tú que creés? Después de eso, me incliné y luego le lamí el helado que cayó en su pantalón. Lo más gracioso era su cara, sus ojos iban a salir de sus cuencas, realmente jamás se lo esperó ¿sabes que me dijo después de levantarme?

—Te escucho —dijo Kim, escuchando con atención.

Shil comienza a recordar:

—Shil, no puedo hacerlo si no aceptas —dijo Jaret con firmeza mientras le sujeta con la mano el cuello de Shil.

—¿Aceptar que Jaret? —dijo Shil mordiéndose los labios.

—¡¿Quieres ser mí novia?!

Shil termina de recordar mientras cruza sus brazos.

—¡Así que te dijo eso! —exclamó Kim con asombro.

—Sí, ahora soy novia oficial de Jaret Price.

—Shil eres totalmente increíble.

—Sí, ya me tengo que ir, nos vemos en Halloween —dijo Shil sacándole la lengua a Kim.

Kim toma el autobús y después camina hacía su casa. Al entrar su hermano la recibe con un pastel.

—¡Sorpresa! Felíz cumpleaños —exclamó Ruz con una sonrisa y un gorro de cumpleaños.

—¡Gracias! Con tantas cosas, olvidé por completo mí cumpleaños.

—Siempre olvidas tú cumpleaños, aúnque también lo olvido, pero me recuerda que es un día antes de Halloween ¿que esperas? Pide un deseo y come un trozo de pastel.

Kim cierra los ojos y después sopla las velas.

—¿Que deseaste?

—Pero que curioso. Recuerda que es un secreto o no se cumple.

—Ah, te hago el pastel y no me dices el deseo ¡que hermana tan malagradecida.

—Callate y come pastel.

Kim le tira un pedazo de pastel a Ruz en la cara y luego con su dedo índice prueba el pastel.

—¡Es de Brownie!

—Sí, es un Brownie muy grande.

—¡Me voy a comer el pastel que tienes en tú cara!

—Jamás porque es mío.

—¡Es mí pastel!

Pasan las horas, Kim se acuesta en su cama. Darkness y Moon se acuestan en la cama.

—¿Ustedes que hacen en mí cama? —preguntó Kim enojada frunciendo el ceño.

—Keane ya nos no quiere ver, pensamos sí tú nos podrías perdonar, además que afuera hace mucho frío —dijo Darkness en un tono triste.

—¡Aww me encanta los gatos! No los dejaré afuera, ¿además porque no hacen un portal raro y aparecen en un lugar cálido.

—Tenemos límites, nuestra magia cada vez más débil y nosotros más mortales —explicó Moon mientras ronronea.

—Se pueden quedar, pero con la condición de que no se metan en mí vida.

—Está bien, lo prometemos, nosotros hicimos lo que hicimos para protegerte de la realidad, Kim —dijeron ambos gatos al mismo tiempo.

—Entiendo, ya no quiero escuchar más del tema. Ya tomé mí decisión —dijo Kim en un tono melancólico.

Kim se acomoda en su cama, luego apaga la luz de la lámpara. Cierra sus ojos lentamente hasta caer profundamente dormida al pasar unos minutos.

En el medio del bosque en el árbol de los novios. Se encuentra Kim montada en el caballo de Liam.

—¿Estoy en el árbol de los novios? ¿Por qué me puedo ver a mí misma?

Kim observa que observa que su otra ella, comienza a besar a Liam. Luego ella da un paso atrás y gira la cabeza, a lo que vé una persona escondida detrás de los árboles, al acercarse se da cuenta que esa persona está totalmente triste mirando hacía la nada.

—Keane ¿que haces aquí?

Cuándo el Keane voltea, desaparece completamente, mientras algo le susurra en su oreja: "Así me hubiese sentido, sí hubieses aceptado ser novia de Liam".

A continuación unas lágrimas caen al suelo, Kim se inclina mientras comienza a llorar desesperadamente. Comienza a caer una lluvia de sangre, la ropa de Kim comienza a mojarse y Kim siente una profunda tristeza y vacío en su corazón.

—Keane... Nunca aceptaría ser novia de Liam, porque ¡Al que amo es a tí!

A continuación Kim se despierta de sus sueños con los ojos llorosos. Ella toca su almohada y la siente húmeda.

—Ese sueño... Se sintió tan real que aún siento el dolor en mí corazón, además que me desperté llorando. Aveces pienso que hago las cosas muy tardes, pero hoy no será ese momento ¡Hoy Keane será mí novio!

Drooling Mirrors.

Autor: Denyer Polanco.

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