9. ¿Que mas quieres, de mi?

El vuelo por más que quisiera que durara más tiempo era imposible, aterrizamos tome mis cosas caminando por los pasillos hasta salir del aeropuerto, mi sorpresa fue enorme verlo recargado en la camioneta esperándome me desconcierta mucho su presencia y en su rostro solo se le nota su estúpida sonrisa, lo veo venir hacia mi dirección abrazándome tan fuerte que me saco el aire de mis pulmones.

-sabía, que eras inteligente Samira.-me separo de su abrazo, al verlo, su mirada es oscura provocándome escalofríos.

Me toma de la mano ejerciendo fuerza sobre la mía, comenzando a caminar hasta aquella camioneta negra, subo junto a él y veo a un hombre sentado al frente en el área del piloto, no entiendo en qué momento sucedió que hasta chófer tenía; después de unos largos e incómodos minutos a su lado llegamos a casa, al bajar había tres hombres armados afuera.

No podía ni imaginar en qué estaba metido este idiota, apenas cerró la puerta de la casa tras mío, me jalo hasta la sala sentándonos uno frente al otro, solo me veía y la verdad esto ya era muy intimidante e incómodo.

-bueno, Samira pues te tengo una noticia de la que trabaje muy duro para obtener,-lo veo sin expresión alguna, la verdad a estas alturas ya nada me interesa solo quiero alejarme y tener a salvo a mi papá.- mínimo has un esfuerzo en poner algo de interés en lo que te diré.

-bueno, dime que es esa noticia tan; esperada.-me sonríe, sacando un carnet con las siglas de la C.I.A.- ¿esto que es Derek?

-pues frente a ti; tienes a un agente de la C.I.A.-asiento levantándome del sofá.

-felicidades, por eso hay gente fuera de casa.-asiente sin ninguna preocupación.

- es solo por nuestra seguridad; por un nuevo caso de la mafia Rusa.-asiento poniendo atención a lo último que menciono.- no te debería decir, pero eres mi esposa y sé que de aquí no saldrá, es una organización que lleva por nombre "Moya krov', pero; eso creo que a ti no te interesa.-se levanta yéndose escaleras arriba dejándome un poco con la intriga.

-Derek, iré a ver a mi papá.-le grito mientras él sigue subiendo

-por tu bien; no intentes nada Samira, tengo oídos donde menos lo piensas.-asentí fastidiada ante la situación, solo espero poder salir librados de este fango.

-¡si!, ya me di cuenta Derek no soy estúpida, sabes; tienes el empleo de ensueño yo aún no puedo entender para qué me quieres a tu lado, si claro esta que tienes a la mujer que quieres.-al terminar de decirle eso baja a toda prisa acorralandome contra la pared, poniendo su mano sobre mi barbilla.

-porque quiero y puedo Samira, así que resígnate que siempre estarás aquí conmigo.-ejerce más presión quejándome del dolor que me produce, acercandose a mi oído.-¿entendiste?

No le contesto nada y lo puedo ver más furioso que hace dos segundos dando un fuerte golpe a la pared cerca de mí, grito del susto y me avienta al piso, yéndose escaleras arriba.

-¿Qué mas quieres, de mí?.-le grito sin tener ninguna respuesta, me levanto del piso limpiando mis lágrimas.

Salí de la casa y me esperaban con la puerta abierta de la camioneta uno de los hombres subí y de inmediato se puso en marcha.

-por favor a la...-**me interrumpe aquel hombre.

- ¿dónde su padre?.-asentí sorprendida y con temor no me gusta que ellos también sepan todo de mí y mi familia.

Cuando llegamos baje a toda prisa atravesando aquellas enormes puertas, llegue a recepción y antes de poder gesticular alguna palabra, solo me llevaron al área donde se encontraba mi padre y por lo visto ya tenía comprado el lugar y cualquier movimiento en falso todo sería contraproducente.

Camine hasta mi padre, que estaba sentado en una silla con vista al jardín de la estancia, me senté a su lado tocando su hombro al ver sus ojos sé que en este instante era él; mi padre.

-hola hija, ¿cómo estás?.-tome su mano, no podía contestarle tenía un enorme nudo en la garganta, ya que hace tiempo no veía esa hermosa mirada por estar perdido en su mente.

-muy bien papá y tú ¿cómo estás?, ¿cómo te tratan?.-acaricia mi mano dando pequeños apretones cristalizándose mis ojos.

- bien, hace semanas no te veía, sabes hija; te quiero y necesito que seas libre.-me quedé perpleja ante su comentario,

-papá pero que es lo...-me interrumpe abrazándome comenzando a susurrarme.

-no hagas ni un movimiento; nos vigilan, te amo demasiado, calabacita y pronto serás libre.

Escucho pasos acercarse a nosotros y antes de poder preguntarle a papá ¿por qué dijo eso?, y ¿hace cuanto tenía ya lucidez?, solo comenzó a gritar y tirar las cosas de aquella habitación recordando cuando tuvo su primera crisis mis lágrimas salieron y él me veía, y sabía que él no tenía un episodio simplemente estaba ¿actuando?.

Los enfermeros llegaron a toda prisa, para controlar a papá y uno de ellos me tomó del brazo sacándome del lugar, llevándome a una sala donde solo salió cerrando la puerta, me senté en el pequeño sofá desgastado, intentando entender que quiso decir mi padre con eso y desde cuanto sabe lo que pasa a su alrededor.

Estoy aún sumergida en mis pensamientos cuando escucho la puerta abrirse...

▪️▪️▪️▪️▪️

Al despertarme hago mi rutina, al salir de mi habitación voy directo a la cocina para hablar con Samira del porqué no me pide ayuda, al leer el informe que le pedí al investigador me quedé preocupado.

Entro y mi sorpresa es ver a Laila cocinando, pero que es lo que está pasando aquí.

-¡¡Laila!!, tú estás de reposo llama a Samira para que te ayude.-ella niega aún de espaldas a mí, cuando voltea a verme tiene rastro de haber llorado.-¿estás bien Laila?

-¡No!, Señor Faddei, temo por la vida de mi hija.- me acerco a ella abrazándola sé que se siente mal.

-pero, ¿dónde está Samira?, y sé el porqué, disculpa pero necesitaba saber que ocurría con tu hija

-no ay cuidado; pero Samira se a ido.-al escucharla decir eso, solo necesito saber que está bien.

-¡COMO!, ¿pero cuándo?, ¿por qué?-. Comienza a llorar, diciéndome todo lo que ella le contó, y no cabe duda necesito protegerla.-no te preocupes Laila, yo te ayudaré con tu esposo y Samira.

Ella asiente le doy un beso en la frente y salgo para mi despacho, sacando mi teléfono y de inmediato conecta la llamada.

📲te necesito pero ¡ya!

Corto la llamada sin esperar respuesta, me sirvo varios whiskys caminando como león enjaulado hasta después de diez minutos llega Boris, más que agitado.

-que es, eso urgente para qué me ayas tirado así la llamada.-me acerco a él ofreciéndole un vaso, sentándonos en el sofá.

-es sobre Samira corre peligro.-me ve con confusión, pero le paso la carpeta mientras, él lee le comento lo que dijo Laila.-pero; también ella se a ido, por la misma situación necesitamos hacer algo ya.

-no te preocupes, dame una hora y tendré todo listo para ir por ellos.-asentí terminando mi trago, mientras Boris se fue.

Y como lo dijo paso solo una hora, íbamos en camino a la pista, pero faltaban unas cuantas calles y mis hombres recibieron un pitazo que la pista estaba invadida de policías, nos desviamos del camino, para ir a una casa de seguridad, al llegar bajando de la camioneta recibo una llamada en mi teléfono al ver la pantalla, es uno de varios informantes que tengo y no tardo en contestar.

📲¿qué mierda está sucediendo?.

📲nos respiran en la nuca Faddei, tienes que guardarte unos meses.

📲 ¿quiénes son?, los que pretenden molestar.

📲 son los de la C.I.A.

📲 hijos de puta, espero que tú me mantengas informado de los pasos de esos pendejos.

📲 te mantendré al tanto, me tengo que ir.

al cortar la llamada, aviento el telefono contra la pared haciéndose trisas, ahora mas que nunca estoy atado de manos, pero cuándo menos lo esperen se arrepentirán de haberse metido con Faddei Bognádov.

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