Capítulo 10: Sensaciones Extrañas

Matthew

Lunes por la noche fui abusado por una enfermera.

Miércoles por la noche fui abusado por una gatubela.

Viernes por la noche fui abusado por una diabla.

Sábado por la noche me vestí de bombero para apagar el incendio que había en su entrepierna.

Lunes por la noche: Me vestí de doctor para curar la fiebre de mi paciente.

Viernes por la noche me vestí de plomero.

Lunes por la mañana llegue a clases temprano, la profesora Mollie recién llegaba, estaba corrigiendo exámenes.

Había dos alumnas charlando sobre lo que hicieron el fin de semana.

Yo estaba revisando mi celular.

Hannah estaba en línea pero no me ha escrito hace días desde que comimos el helado en el parque la noto rara pero no me dice nada, ni siquiera vino a cenar como habíamos quedado ese día, estoy segura que su padre le prohibió salir, Hannah es linda pero su padre es una jodida molestia.

Yo: ¡Hola! ¿Todo bien?

Visto.

Escribiendo...

Hannah: Si

Bueee que cambios de humor que tiene esta chica, es súper dulce un momento y es amarga luego ¿Qué demonios le pasa?

Mollie: Estas desaprobado ¿Qué te pasa? Ponte a estudiar, No quiero que vuelvas a verme hasta que no estudies como se debe...

Levante la vista, la mire y ella meneo la cabeza como diciendo "Tu examen esta del asco amigo, bueno en el sexo y penoso en lo academico"

Mierda

La verdad tiene razón no me he podido sentar a estudiar cómo se debe, por andar desvelándome con esas nalgas que piden mano dura.

Yo: Tienes razón, me esforzaré más, sin esfuerzo no hay gloria.

Mollie: Buen chico

Hannah: ¿Todo en orden?

Yo: La profe de Matemática me reprobó T.T

Hannah: Odio a esa puta

Yo: JAJAJAJAJA ¿Te reprobó?

Hannah: Si >,< la odio, la odio

Yo: ¿Quieres hacer algo después de clases?

Hannah: No, no me siento bien.

Yo: :c

Hannah: Esta bien.

Yo: ¡Sí!

Más alumnos fueron llegando, Rachel me saludo con la mano y se acomodó en su banco junto a la ventana, luego su grupo de amigas fueron llegando y se sentaron a la par de ella.

Entro con los auriculares un chico que creo que se llama Isaac llevaba puesto un buzo con capucha, zapatillas Nike negras, y Jeans azules, tiene el cabello oscuro y es delgado, de ojos grises.

Yo estaba sentado, apoyado contra la pared, tenía vista de todo el salón

Johana se acercó a él.

—Hola Isaac ¿cómo estás? —Inquirió algo nerviosa.

Él le dio una mirada y siguió escuchando música.

No le dio importancia como si fuera un moco de su nariz.

Solté una carcajada —Ese visto no te lo quita nadie Johana.

—Cállate estúpido nadie te hablo.

—Está bien, está bien no digo nada—Seguí observando la situación con diversión.

Johana le quito el auricular de la oreja.

— ¿Qué te pasa imbécil?¿ No oyes que te estoy hablando? —Inquirió nuevamente.

—Esfúmate zorra—Dijo Isaac—Nadie pidió tu servicio—Bufo.

Abrió su mochila saco un libro y se puso a leer.

—Vete a la mierda Isaac—Dijo Johana.

—Bueno, ahora vete y déjame en paz terminar mi lectura—Ordeno de mala gana.

Que chico más raro, podría ser popular, tener muchas chicas, sin embargo parece que nada de eso le interesa.

Llegaron más alumnos el salón, comenzó a llenarse, el bullicio a ser mayor, risas y papeles volando por todos lados.

Se escuchaba una voz, alguien venia cantando por el pasillo y yo ya sabía quién era ese alguien... porque solo ese alguien podría cantar una canción tan ridícula...

What does the fox say?

"Ring-ding-ding-ding-dingeringeding!

Gering-ding-ding-ding-dingeringeding!

Gering-ding-ding-ding-dingeringeding!"

What the fox say?

"Wa-pa-pa-pa-pa-pa-pow!

Wa-pa-pa-pa-pa-pa-pow!

Wa-pa-pa-pa-pa-pa-pow!"

What the fox say?

"Hatee-hatee-hatee-ho!

Hatee-hatee-hatee-ho!

Hatee-hatee-hatee-ho!"

What the fox say?

Todos empezamos a cagarnos de risa cuando Steve abrió la puerta de golpe cantando

"Joff-tchoff-tchoffo-tchoffo-tchoff!

Tchoff-tchoff-tchoffo-tchoffo-tchoff!

Joff-tchoff-tchoffo-tchoffo-tchoff!"

What the fox say?

La profesora Mollie se puso la mano en la cara y todos se cagaron aun mas de risa —Creí haberlo visto todo, pero la vida me sorprende—Menciono meneando la cabeza.

—Chócalas broh—Dijo Steve sacándose los auriculares

—Estás loco—Mencione.

—El mundo necesita gente loca.

—Es cierto.

La profesora comenzó a entregar los exámenes.

—Uhhh—Dijo Steve.

—Si—Dije riendo —No son buenas noticias.

La profesora Mollie se acercó a nosotros

—Ustedes dos pónganse a estudiar —Ordeno Mollie.

—Si profesora —Dijimos Steve y yo al unísono.

Llego la hora del recreo estábamos levantando nuestras cosas cuando vi a dos chicas molestando a una gordita Denise y Johana.

Johana es una de las más altaneras y bulliciosas del salón pelea con casi todos, es como una maldita pandillera, es alta y delgada de cabello negro y ojos marrones

Denise es como su perro faldero, siempre a la par de ella tiene el cabello castaño y ojos verdes también delgada y de lindas piernas.

— ¿Que tienes ahí bola de grasa? —Inquirió de mala gana Johana

—Nada.

—Vamos muéstranos balón de playa—Espeto Denise dándole un pellizco.

—Oh trajo una caja de bombones ¿Pensabas comértelos sola glotona? —Pregunto Denise y en un instante le arrebato la caja.

—Devuélvemelos—Chillo Emilia.

— ¿No vas a compartir con tus compañeras?—Pregunto Johana burlándose

Me pare detrás de ella —Dame eso— le quite la caja.

— ¿Qué te pasa? ¿Te gustan las gordas ahora? —Inquirió Denise—Te van las góticas, las gordas, te falta arrancar con los hombres—Soltó una carcajada junto a Johana.

—Quizás sí, cualquiera antes que mirarte a ti o a ti—Las observe con una mirada fulminante— ¿No tienen nada que hacer? —Les pregunte—No tienen nada bueno que pueda gustarme—Las mire de arriba abajo —Son tan simples y básicas—Menee la cabeza.

Soné tan mierdita pero lo goce

—Imbécil., vámonos —Ordeno Johana

—Adiós gorda —Dijo Denise burlándose.

—Em toma, ella es así no va a cambiar jamás— Le devolví la caja.

—Gracias.

Ella abrió la caja y me dijo

—Tomen algunos.

—Oh me encantan los bombones—Dijo Steve

—Está bien.

—Están deliciosos —Menciono Steve.

—Sí, son mis favoritos—Dijo ella ruborizada.

— ¿Cómo te llamas? —Inquirió Steve.

—Emilia

—Siempre tan callada que ni se te nota —Dijo Steve

Ella se encogió de hombros—Las chicas son algo especiales—Dijo Emilia

Era una chica gordita de cabello negro ondulado, y ojos verdes no muy alta pero tampoco muy baja

—Bueno ya nos debes conocer—Dije poniendo un brazo sobre mi fiel amigo Dj Steve

—Si.

—Vamos Steve.

—Vamos Broh

—Matthew el justiciero—Dijo Steve caminando por el pasillo

—Nah, solo me pareció un abuso, pobre chica, son demasiado crueles algunas mujeres.

—Ya veo.

Me cruce a Marcus en un pasillo traía un ojo morado, paso por la par mía y ni siquiera me saludo.

— ¿Qué le habrá pasado? —Le pregunte a Steve

—Tengo un amigo, que me conto que la madre le dio una paliza, no sé bien las razones pero creo que le llegaron los rumores de lo que le paso a Hannah en la fiesta

—Se lo merece, lo disfruto, lo gozo—Dije riendo

—Yeah bro.

Abbie se me lanzo encima casi me estampo contra los casilleros

— ¡Hermano! —Exclamo

—Wo, tranquila,

—te extraño, compre algunas películas, mis amigas me fallaron ¿Quieres verlas conmigo?

— ¿Son de misterio al menos?

Asintió sonriendo.

—Hecho.

—Yo también te extraño pequeña, necesito tu ayuda en una cosa ¿podrías darme una mano? —Le pregunte juntando las manos —Por favorcito

—En lo que me pidas.

— ¡Esa es mi chica! —Exclame y le di un beso en la mejilla.

Luego de hacerle unos encargos a Abbie, fuimos directamente a sentarnos en el Buffet

—Quédate a comer conmigo Abbie—Sugerí.

—Claro—Dijo ella.

Se sentó a la par mía.

Hannah se sentó en una mesa y se le sentó un tipo a la par, el chico la miraba y sonreía era alto y atlético de abundante cabello arriba y rapado a los costados, ella también sonrió al oír lo que decía.

Apreté el jugo que estaba tomando y salto un chorro hacia arriba

—Diablos hasta comiendo te acabas —Dijo Steve.

Solté una carcajada y luego tome compostura.

— ¿Quién es ese puto? —Inquirí molesto.

—Ve, orínele el rostro, marque terreno, demuestre quien es el macho—Espeto Steve.

Abbie soltó una carcajada.

—No voy a ir a ningún lado.

Estuvieron hablando unas palabras y luego se retiró de la mesa, el sujeto hizo contacto visual conmigo sus ojos marrones me miraron molesto.

— ¡Hannah! —Grite—Levante mi mano para llamar su atención—Siéntate con nosotros—Le llame

Ella me observo, se levantó y trajo su bandeja.

—Hola.

—Hola Hannah, ¿Cómo estás? —Dijo Abbie.

— ¿Bien y tú?

—Me alegro, muy bien.

Emilia se sentó en una mesa sola.

— ¡Hey! —Grito Steve— ¡Chica de los bombones! —Exclamo.

Ella lo miro y se señaló a ella misma.

—Ven siéntate con nosotros—Ordeno.

Ella de inmediato se levantó y se sentó a la par de Steve.

—Gracias por invitarme.

Emilia estaba por darle un mordisco a su hamburguesa cuando paso Denise por la par de ella.

—Agg que asco que eres, vas a reventar en cualquier momento—Se carcajeo.

—Nadie pidió tu opinión Zorra—Dijo Hannah indiferentemente mientras comía.

— ¿Qué te pasa estúpida? ¿Te crees mucho porque sales con Matthew? —inquirió Denisse.

— ¿Celosa? —Le pregunto Hannah.

—Por favor—Denise rio en su cara.

—Discúlpate—Dije mirando a Denise muy serio.

—Ha, ni de broma.

Emilia había bajado la cabeza.

—Matthew después de follarte te botara tonta, no sabes en lo que te metes, saliendo con este—Me dio una mirada de asco.

— ¿Envidia? Siento olor a mierda chicos, a claro había un mojón aquí cerca—Dijo Hannah mientras revisaba su celular.

Denise se acercó a Hannah—Cuídate—En un tono filoso, amenazante.

—Tú también lo necesitaras —Espeto Hannah con una sonrisa maliciosa.

Si pudiéramos ponerle un fondo seria como el choque de dos tormentas y rayos produciendo descargas atmosféricas.

—Basta, adiós, circula estorbo—Dije molesto.

Ella me dio una mirada como si fuera poca cosa y salió hacia los pasillos en busca de la bruja de su amiga.

—Tus compañeras le dan cáncer a cualquiera —Dijo Hannah—No dejan ni comer en paz.

—Son unas perras —Dijo Emilia

—No te sientas mal, este lugar es para comer —Steve le robo una papa frita de su fuente —Están muy buenas—Menciono tratando de hacerla sentir mejor

Asentí observándolo.

Ella asintió—Me gusta el menú de hoy.

— ¿y dime Hannah tienes novio? —Pregunto Abbie.

Yo tome un sorbo de jugo, de lo poco que me quedaba en la botella.

—No ¿y tú? —Inquirio.

—No, ella jamás tendrá novio, destrozare el culo de cualquiera que se le acerque

—Eso sono tan gay—Dijo Hannah frunciendo el ceño.

Abbie Soltó una carcajada—Tiene razón, ¿no te habrás cansado de las chicas y ahora quieres arrancar por los chicos, no? —inquirió riendo.

—Muy chistosita

—Ñe ñe ñe ñe—Dijo Hannah burlándose.

—Hacen linda pareja ustedes dos —Menciono Emilia.

—Ni de broma —Dijo Hannah.

Seguí tomando jugo hasta que se me acabo, había derramado la mitad.

—Es que Hannah no sabe apreciar lo bueno —Me señale a mí mismo.

Abbie me abrazo —Eso si yo te dejo.

—Ay pero si tú siempre serás mi preferida—Le di un beso en la mejilla

—Agg me puede este chico—Dijo Abbie sonriendo como tonta.

— ¿Cenamos en casa Abbie? —Le pregunte.

—Claro que sí.

—Hannah también cenara con nosotros—Mencione.

—No, yo tengo cosas que hacer—Menciono.

— ¿Mañana? —Dijo Abbie.

—Mañana está bien—Comento Hannah.

—Eso, ¡sí! —Exclame.

Luego de comer Abbie se recostó contra mí y la abraze.

—Quien no los conociera diría que parecen novios—Dijo Emilia.

—Iba a decir lo mismo —Dijo Hannah.

—Es que más que una hermana Abbie es mi mejor amiga, sabe todo de mi como yo de ella, sé que nunca me traicionaría, por ahí jodo con ella pero sabe que apoyo todo lo que decida, siempre contara conmigo como yo cuento con ella.

Siempre será mi hermanita aunque ya sea toda una mujer.

—Ademas le espanto los muchachos—Reí malévolamente.

— ¿Lo ven? como no amarlo —Dijo Abbie

— ¿Tienes hermanos Hannah? —Pregunto Abbie

—No, lamentablemente no tuve.

—Ah... ¿y te gustaría haber tenido un hermano o hermana?

—Quizás, podría ser.

— ¿Yo puedo ser tu hermano Abbie? —Dijo Steve

—Claro Steve.

— ¡Aaaaaaaaaaa!—Soltó un grito de perra loca agudo.

Solté una carcajada.

—Tu amigo se volvió a quedar trabado Windows no responde—Comento Abbie.

—Hola Steve—Dijo Abbie.

—Lo dejaste sin palabras —Dijo Hannah.

—No procesa lo que le dijiste, se está reiniciando—Dije riendo.

Hannah se reía.

No podía dejar de quitarle la vista de encima a Hannah sus labios, sus labios carnosos, son tan deseables, quisiera estar sentados en el parque abrazados y charlando de cualquier cosas desconectándonos de todo y de todos

Quiero protegerte de todos, que irónico por primera vez no estoy pensando solo en sexo—sonreí.

— ¿Qué? —Pregunto Hannah.

— ¿Uhm? —La observe— Nada solo pensaba

—Ah...

Una chica se acercó de la clase b creo que se llama Amelia o algo así.

—Hola Matthew ¿Cómo estás? —Inquirió regalándome una sonrisa.

—Bien y tu—Respondí normal

— ¿tienes planes para hoy a la tarde? —Pregunto tomándome desprevenido— Tengo unas entradas para ir al cine ¿Quieres venir conmigo?—Inquirió Amelia emocionada.

—Lo siento, pero no, agradezco la invitación pero me interesa otra chica, le di una mirada a Hannah.

—Ahhh—Hizo una mueca —Bueno no te preocupes —Emm adiós.

—Adiós—Mencione.

Hannah se levantó con su bandeja.

—Nos vemos luego—Comento seria.

Asenti.

—Nos vemos Hannah —Dijo Steve

Ella ni lo registro.

—Vete al carajo Hannah, ¿vieron? —La señalo— nunca me saluda.

Emilia soltó una carcajada y yo también.

—Pobre Steve—Dijo Abbie.

****

Más tarde al final de clases camine hacia el salón de la clase b me apoye en la pared esperando que Hannah saliera.

Hoy había venido vestida con unas botas negras unos jeans oscuros rotos en la rodilla, remera oscura de bandas de rock, unas pulseras y unos colgantes de calavera, hoy no traía los piercing en su boca, hace días que ya no los usa.

—Siempre saliendo al último—Mencione caminando hacia dentro y me senté a la par de ella.

—Es costumbre—Observo por la ventana.

—Si me doy cuenta ¿Qué haces? —Le pregunte curioso.

—Nada solo miro hacia el Jardín.

—Haber—Me acerque a ella y mire hacia el jardín también, podía sentir su respiración cerca.

—Esos que están ahí deberían ir a un hotel—Señale riendo.

Había una pareja besándose y manoseándose contra un árbol.

—Uh los atrapo la directora—Dijo Hannah soltando una carcajada—Me divierto con tan poco—Sonrió.

—Eres perversa—Reí.

Se giró hacia mí y nuestras bocas se acercaron a escasos milímetros, el corazón se me salto un latido y me hice para atrás, por primera vez yo me sentí nervioso con una chica?

¿Qué? ¿Es enserio Matthew? ¿Te cagaste los pantalones?

Ella también se había ruborizado, su blanca piel la delataba.

— ¿A dónde quieres ir? —Inquirí ruborizado.

—Quiero irme a casa—Menciono seria.

Se levantó, se colocó la mochila en un hombro y camino hacia la salida

Le detuve agarrándola de su mano.

—No te vayas—Suplique.

—Suéltame, no pierdas el tiempo conmigo, hay otras que te esperan en el cine—Menciono molesta.

Bufe y puse los ojos en blanco — ¿Es enserio? —Le pregunte.

—Suéltame —Jalo su brazo y se soltó.

La rodee y me pare en el marco de la puerta—No te dejare ir.

—Quítate de la puerta—Me advirtió molesta.

— ¿Estas celosa? —Le pregunte.

—Ya quisieras—Levanto una ceja observándome con incredulidad—Solo me sorprende que pierdas el tiempo con alguien como yo, con miles de problemas, en vez de ir con esa linda chica que se muere... por tu atención—Menciono con cierta tristeza.

— ¿Entonces? —Le pregunte.

—No pierdas tu tiempo conmigo—Meneo la cabeza—No conseguirás nada, no soy las fáciles que te rodean.

— ¿Eso es lo que crees? —Le pregunte.

—Sí.

— ¿Somos amigos? —Pregunte mirándola fijamente a los ojos.

—Eso creo.

—Mírame—Sus ojos verdes se clavaron en los míos, eran hipnóticos—Si te sucede algo sabes que puedes contar conmigo.

—Basta, no eres mi hermano—Espeto Hannah Molesta.

— ¡Me importas! ¡Que no entiendes que me preocupo por ti! —Exclame.

La tome de la mano—Vamos.

—No debes hacerlo... no tienes por qué preocuparte—Musito.

—No me vas a decir lo que debo o no hacer—Mencione burlándome.

Salimos del colegio, había varias chicas afuera conversando y no me importo un comino, solo quería estar con Hannah, solos, hablando de cualquier estupidez

No me importaron las miradas, los murmullos o las risas de gente envidiosa.

Apreté más fuerte su mano—Hoy no tengo el auto, pero vamos a dar una vuelta—Sugeri.

Entramos en un Minisúper compramos patatas fritas y unas latas de coca cola.

—Me agrada mucho estar contigo—Mencione mirándola a los ojos.

—Bah , patrañas eso se lo dices a todas , suena tan cliché, gastadisimas esas palabras.

Reí—No a todas, por que las personas son únicas y con cada una te sientes de una manera diferente—Mencione.

— ¿Nunca vas a asentar cabeza? Anna, luego la chica de hoy, tienes para elegir a montones y aun así estas solo o eso es lo que creo ¿Estas con alguien? —Inquirió curiosa.

—No, no estoy con nadie. ¿Acaso tendría que estar con alguien? —Le pregunte.

—No lo sé, tú dime, ¿No te sientes solo después de estar con una chica? Por qué calmas tú deseo, tus placeres, pero luego no tienes nada, estas solo—Menciono Hannah.

—Eso es verdad, estoy solo, pero no es porque yo no quiera, simplemente no lo sé, no me he enamorado ¿Tú te has enamorado? —Le pregunte mientras comía unas patatas.

Nos sentamos en un banco blanco largo del parque.

—Amar es difícil, es bajar todas tus defensas, te hace vulnerable, te debilita y pasas a ser un rehén de esa persona, porque cuando menos te lo esperes te destruyen, te hacen trizas y no tienes escapatoria de ese sufrimiento —Comento Hannah.

Tome un sorbo de gaseosa —Es un buen punto, creo que uno se vuelve más sentimental, mas posesivo, empieza uno a sentirse dependiente de esa persona, como algo vital, vivimos pendientes de que todo sea perfecto, pero la perfección no existe ni física ni emocionalmente, porque siempre hay cosas que no nos gustaran del otro, y siempre existirá el temor de arruinarlo todo por completo—Mencione.

—Para Sócrates que no sabe nada —Menciono sonriendo Hannah.

Solté una carcajada—Brindo por eso.

—Pero no me respondiste Hannah ¿te has enamorado? —Inquirí curioso.

—No, no me he enamorado.

Asentí.

— ¿Quién era el chico que se te acerco hoy? —Le pregunte.

— ¿Donde?

—En el buffet—Puntualice.

—Ah, es Ben de mi salón, se disculpó por algo que me dijo en el salón, nada de importancia ¿Por qué? ¿Lo conoces? —inquirió curiosa.

—Solo he oído algunas cosas, rumores, pero bueno eso son solo rumores, yo no lo conozco.

—Ya veo ¿Estas celoso? —Inquirió sonriendo.

—Sí.

—Que descaro el tuyo ¿Por qué? —Pregunto mirándome con curiosidad.

—No quisiera que me roben tu amistad.

—Que tonto—Meneo la cabeza y tomo un trago de gaseosa.

Me estire en el banco y me recosté sobre sus piernas, podía observarla completamente

— ¿Qué haces? —Pregunto seria.

—Revisando si tienes pito—Me mofe— Me pongo cómodo ¿qué voy a hacer? —Pregunte con cierta burla.

Hannah soltó una risa.

—Cuando sonríes es como Bum fuegos artificiales en mi vida, ojala sonrieras siempre para mí—Mencione observando el misterio que había en sus ojos.

—Tú también tienes una sonrisa peculiar—Comento Hannah.

—Ha, dime algo que no sepa nena—Sonreí.

—Creído.

—Un poco.

La mirada de Hannah se quedó perdida por un momento.

Gire mi cabeza y en el banco de al frente había una pareja de ancianos se estaban besando y se veían felices.

—Amor verdadero, eh, cuanta felicidad que tienen, me pregunto si algún día lograre vivir eso—Comento Hannah soltando un suspiro, me miro y sonrió.

—Claro que serás feliz.

—A pesar de las dificultades, los malos momentos, los altos y bajos, esa gente lo es, tú eres más fuerte que nadie, nunca conocí alguien tan fuerte como tú, sé que llegaras lejos, tengo fe en que serás muy feliz Hannah.

—Tú también Matthew, se nota que eres un gran chico, aunque seas un maldito pirujo—Acaricio mi rostro y sonrió

Sonreí al oírla.

Cerré los ojos al sentir su mano, su suave caricia, envió atraves de mi cuerpo una corriente que no podría describir.

—Eres la primera que me dice eso sinceramente y se siente muy bien—Confesé.

—Deberás trabajar para que la gente cambie de opinión —Hannah me dio una sonrisa de boca cerrada y siguió mirando hacia el parque.

Contemplarla se volvió un placer para mí.

Caminamos hasta la parada yo la iba empujando con el hombro, y ella también—Solté varias carcajadas.

— ¿Eh te estoy molestando? —Le pregunte.

—Si me estas molestando —Dijo molesta.

—No sabía que te estaba molestando —Le di otro empujoncito con el hombro.

—Basta no seas pesado—Me observo sonriendo.

— ¿Quién? ¿Yo? —Me señale.

—Si tú, ladilla—Espeto.

—Gracias nunca me habían llamado así —Solté una leve risa.

—Miro desde el primer día a ahora y he descubierto tanto de ti —La rodee y camine hacia atrás mirándola a los ojos.

—Puede ser, eres un chico entrometido como Freddy de Scobby Doo—Comento Hannah rodando los ojos.

—Ha, claro claro, descubriré todos tus misterios nena—Chasque la lengua y la señale con mi dedo índice.

—Te vas a caer si sigues caminando así—Me advirtió.

Un perro me ladro de golpe detrás de una reja, un gran Pastor Aleman me hizo sobresaltar de un susto.

— ¡Ay la mierda! —Exclame.

— ¡Ay caramba! —Vocifero Hannah—Soltando una carcajada.

—Te ríes de mis desgracias—Camine a la par de ella—Rose con mis dedos su mano, sentí bonito.

—Es inevitable, se te pararon los pelos como a Goku—Se carcajeo.

—Cocu como dicen las madres—Me mofe.

Hannah soltó una carcajada.

—El fais—Dijo Hannah

Rei—El whachat—Dije riendo

Hannah soltó una risa tan fuerte que se agarraba la panza.

Nos quedamos parados esperando en la parada la llegada del autobús ya era de noche y había refrescado un poco.

—Está fresca la noche—Dije haciendo charla—tiempo loco lo único que hace es enfermar a la gente.

—Si—Se froto los brazos.

Me saque la mochila y la abrí—Tengo una campera, es algo fina siempre la traigo por las dudas cuando con Steve salíamos a tomar algo por ahí y se nos hacía tarde pero como está trabajando ya no lo hacemos, quítate la mochila—Ordene.

La coloque sobre sus hombros, metió sus brazos y se la cerré—No quiero que te enfermes—Pellizque una de sus mejillas—¿Estas mejor? —Inquirí colocándole la capucha.

Ella sonrió—Uhm sí, me queda enorme, pero gracias, mañana te la devuelvo.

—No te preocupes, eres chiquita pero adorable—Le guiñe el ojo.

Hannah se acercó a mí y me abrazo—Tu también vas a tener frio—Me envolvió con sus brazos y apoyo su cabeza sobre mi pecho—Eres un buen amigo—Musito.

—No tendré frio, porque te tengo a ti —La envolví con mis brazos —No hace frio cuando te tengo cerca—Rose su rostro levemente con mi mejilla y descanse mi cabeza sobre su hombro.

Nunca me había sentido de esta forma.

—Todo está bien cuando estoy contigo Hannah.

Ella me siguió abrazando y levanto su cabeza sonriendo observándome con esos ojos hermosos—Gracias por preocuparte por mí, eres el primero que de verdad se preocupa por cómo me siento—Una lagrima rodo por su mejilla.

Sonreí—Me agradas pequeña—Le di un beso en la frente—Si sufres, yo estaré ahí para secar tus lágrimas—Musite.

—Eres mi ángel, Matthew—Menciono Hannah.

Nota del autor: ¡Ay caramba! ¿Qué está pasando por aquí? más largo de lo habitual el capítulo pero bueno mucho mejor ¿No?

Me gusta mucho esta historia, la verdad estoy emocionadísimo, los personajes son tan, no sé, interesantes...

¿Cuál es tu favorito?

Sigueme en instagram me encuentras como Danny_Perezok

Un abrazo de gol para todos los que siguen mis historias. 

D.P

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***