Una vez que salí del castillo me dirigí hacía Lanigiro una ciudad donde los jóvenes hijos e hijas de varias familias se reúnen a demostrar su fuerza y Arusab aprovecha esto para reclutar nuevos cadetes.
En el camino pudo ver a varios jóvenes dirigirse hacía Lanigiro, pero decidí alejarme de la multitud e ir por el bosque usando mis habilidades, me transformé en una sombra saltando por los árboles sombríos.
Avance por el bosque encontrándome con un lagarto, quería rodearlo, pero mi maldito impulso de atacar antes de que me ataquen hizo que lance un golpe al lagarto.
Salte para atrás después de que lance el golpe enderezándome pude ver que el lagarto embistió hacía mi estando en el estado de sombra me teletransporte hacia la sombra de un árbol.
Volví a correr hacía el lagarto cuando un rayo vino hacía mi me moví hacía un lado esquivando el ataque.
- ¿Qué crees que haces? - Me dijo un extraño.
- Espera perdóname, no quería atacar a tu lagarto, solo fue un impulso inevitable - Le dije mientras desaparecía mi estado de sombra.
- ¿Entonces no eres un saqueador? - Preguntó el extraño.
- No soy un saqueador, vengo por el bosque para evitar el gentío - Le respondí.
- ¿Tú también te diriges hacía Lanigiro? - Dijo el extraño.
- Si me estoy dirigiendo para haya - Le dije.
- Ten cuidado con los saqueadores, hay varios por este bosque y te deseo suerte en tu viaje capaz, nos encontremos de nuevo - Dijo el extraño subiendo sobre el lomo del lagarto yéndose.
Decidí ir por otro camino rodeando por el cual se fue el extraño mientras avanzaba por el bosque, me encontré con otras personas que evitaban estar entre el gentío y también me encontré con algunos saqueadores, pero al verlos me alejaba de su camino.
Ellos al verme no me siguieron, pero seguían a personas que se veían más adineradas, al parecer no me veía muy adinerado, pero era mejor que no me roben o si no tendría que trabajar para comprarme ropa nueva para la selección de cadetes.
Después de unas horas llegué a Lanigiro y al entrar en la ciudad me dirigí a la primera tienda que me encontré, esta tienda era la armería, un lugar donde se venden armas, armaduras y algún otro accesorio.
Al entrar fui al aparador donde se encontraba el vendedor, pero el vendedor era un humano Ería, las Erías son las únicas que pueden entrar al mundo humano y traerse a los humanos para usarlos como esclavos, ya que estos tienen un trato antiguo con la Muerte.
- Hola señor viene a comprar un arma o una armadura - Dijo el vendedor.
- En realidad venía a ver los accesorios para aumentar la recuperación de aura - Le dije.
- Perdóneme, señor, pero ya no nos queda de esos productos - Me dijo.
- ¿Tiene alguna capucha o poncho con características especiales? - Le pregunté.
- Tengo una capucha negra que otorga invisibilidad por unos cinco minutos y no consume aura - Me dijo.
- ¿Cuánto esta? - Pregunté.
- Son cinco Sigu - Me dijo.
Sacando de mi bolsillo una bolsita llena de monedas, saque cinco Sigu y se las entregue al vendedor mientras él me daba la capucha.
Una vez que me puse la capucha me dirigí afuera de la armería hacia la otra tienda que estaba enfrente al entrar, me quisieron echar por como estaba vestido.
- Perdón, pero quería preguntar ¿Dónde está la tienda de ropa? - Pregunté al vendedor que trataba de echarme.
- Esta es la tienda - Me dijo.
- Entiendo vine a comprar ropa para la selección de cadetes que no destaque mucho - Le dije.
- Tengo unos trajes negros con bordes rojos que le parece - Me dijo y yo asentí.
- Oye, sé que desde que despertaste no te hable, pero sé que estás corto de dinero porque no tratas de comprar algo más llamativo - Me dijo la voz de mi cabeza.
- Trataré de comprar algo más llamativo cuando tenga dinero, además no puedo ir con esta ropa toda gastada y sucia a la selección de cadetes - Le dije.
- Cómprate una máscara entonces y avísame un poco antes de que empiece la selección - Me dijo desapareciendo de mi cabeza.
- Señor, acá le traje la ropa - Me dijo el vendedor.
- Perdón quiero una máscara blanca mejor - Le dije al señor.
- ¿Está seguro de que no quiere este traje? - Preguntó el vendedor.
- Estoy seguro y la mascará sin detalles que destaquen mucho - El vendedor se fue con una expresión extraña.
Luego de un rato el vendedor me trajo una máscara blanca con orificios para los ojos - Esta es la única máscara que no destaca mucho y cuesta dos Sigu - Dijo el vendedor.
- Aquí tiene - Dije sacando dos Sigu de la bolsita.
El vendedor agarró las monedas y se fue atender a otro cliente, en ese momento aproveché para irme de la tienda. Al salir me encontré con varios jóvenes que se dirigían a comprar ropa, algunos al ver mi atuendo se empezaron a reír, pero no hice caso a sus burlas y poniéndome la máscara desaparecí como una sombra al volverme invisible.
Me alejé lo más posible, hacía la taberna más barata para comer y luego tendría que buscar un lugar para dormir.
Al salir de la taberna me dirigí hacía una posada, pero para mi mala suerte todas las habitaciones estaban tomadas.
Al no tener un sitio donde dormir me dirigí hacia el centro de la ciudad donde el gentío crecía en tamaño.
Mientras me acercaba pude ver como preparaban la plataforma donde se haría la selección mientras esperaba que llegarán los generales y había un problema en mi cabeza
- Veo que hay muchos jóvenes para ser cadetes - Dijo una voz de la nada y de la nada un ser con cuatro alas negras apareció sobre la plataforma.
- Me presento ante ustedes, mi nombre es Zarov soy uno de los tres generales del ejército - Dijo el ser de alas negras.
- La persona a mi izquierda es Arusab él es otro general - Al decir eso un humo verde apareció en la plataforma.
- Me les presentó, me llamó Arusab soy el general inmortal - Dijo Arusab.
- Y la persona a mi derecha es Radraug - Dijo Zarov mientras un hombre montando un lagarto subía a la plataforma.
- A diferencia de mis compañeros que tienen grandes entradas, yo me muestro como soy - Dijo Radraug mientras una espada eléctrica aparecía en su mano y el lagarto empezó a fusionarse con el cuerpo de su domador dándole una armadura de escamas.
- Dices que dimos una gran entrada, pero la tuya fue la mejor - Dijo Arusab.
- Te equivocas la de ustedes dos fueron mejor que la mía - Dijo Radraug.
- Basta estamos aquí por algo importante - Dijo Zarov.
- Doy comienzo a la nueva selección de cadetes, espero que den todo de sí porque solo queremos a lo mejor - Cuando Zarov dijo esto los tres generales liberaron un aura asesina que era opresiva para algunos jóvenes, esa presión hizo que se desmayaran dejando a algunos parados mientras que a otro les costaba estar parados.
- Bien pasaron la primera prueba, ahora empieza la segunda prueba Arusab te encargo esta prueba - Dijo Zarov mientras Arusab desaparecía de la plataforma.
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Comments
Arlette Andrade Ruiz
estos generales se nota que son poderosos
2023-07-14
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