capitulo 4: entrenamiento de Víctor {3}

Mi nombre es... no, no puede ser posible - Me dijo y salió corriendo, siguiéndola de cerca le pregunté.

- ¿Qué no es posible? ¿No puedes decírmelo? O ¿No quieres decírmelo? - Le pregunté corriendo junto a ella.

- No es eso es que una bestia peligrosa volvió a aparecer - Me respondió.

- Fácil hay que matarla - Le dije, ella dejó de correr y yo me quedé en mi lugar.

- No sé la puede matar, ya lo intenté, esta bestia es capaz de curarse con la energía maligna del bosque, también es capaz de mutar - Me explico la domadora.

- Espera a que te refieres cuando dices que es capaz de mutar - Le dije y ella solo me miro, largo un suspiro y me empezó a contar como se encontró con la bestia.

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Vine al bosque para tener más poder, mejor dicho vine a cazar bestias para aumentar la fuerza de mis monstruos e irme con algunas bestias nuevas, mi primer día hice que mis monstruos luchen contra las bestias del bosque.

El segundo día me encontré con un espíritu inusual, este creó un remolino de energía maligna mientras se alimentaba, como estaba alimentándose con mucha energía, lo dejé que se siguiera alimentando.

El tercer día logré domar algunas bestias malignas y humanoides, ya a la tarde el espíritu del segundo día llegó al máximo de energía y fui capaz de presenciar la transformación de un espíritu a una bestia humanoide, esta bestia era un minotauro, apenas lo vi, convoque a uno de mis monstruos.

El monstruo que invoque era un humanoide que media dos metros de largo en la cabeza, solo tenía 1 ojo, su ojo era capaz de predecir los movimientos del enemigo, pero esto solo no podría derrotar al minotauro en sus manos, sus dedos eran como cuchillas.

Mi monstruo fue capaz de rajar al minotauro hasta que un remolino oscuro se formó alrededor del cuerpo del minotauro como si fuera magia su cuerpo empezó a sanar, no solo eso los dedos del minotauro cambiaron a cuchillas, las cuchillas se parecían a la de mi monstruo y un pensamiento paso por mi cabeza

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- El minotauro es el verdadero monstruo - Le dije.

- Si no lo puedo dejar huir otra vez - Me dijo mientras retomaba su camino, yo la seguí, pero ella se adentró entre los árboles y perdí su presencia.

Seguí corriendo y me encontré con varias bestias, traté de esquivar a todas, pero algunas me frenaban o me sacaban del camino, aun así me levanté y seguí corriendo condensando llamas en mis puños, llegué con algunas cortés y sin energía a otro claro únicamente que en este los árboles estaban chamuscados y el suelo llenó de charcos rojos sangre.

Hubo una batalla acá, bueno batalla no es la palabra correcta, aquí hubo una masacre, siguiendo los rastros de destrucción cada vez más sangre había en el suelo.

Ya estaba cansado de correr, tengo poca aura y no sé donde estoy, el aura en mis manos se disipó hace un tiempo iba a volver, cuando un fuerte rugido sonó, salí corriendo en dirección al rugido juntando lo poco de aura de mi cuerpo hacia mis puños formé dos llamas oscuras pequeñas.

Al llegar al lugar me encontré con cuatro bestias que trataban de pararse, pase por el costado de las bestias hasta llegar a la domadora - ¿Estás bien? - Le pregunté y al escucharme se sorprendió.

- Mato a todos solamente me quedan cinco - Me dijo.

- Pero vi cuatro...

Movió sus brazos y pude ver al hada que me curó estaba en un estado lamentable, sus alas rojizas llenas de agujeros y su piel carbonizada estaba toda cortada.