Capítulo 12

-No, soy humano todos cometemos errores, pero; cuando era consiente de ellos hacia todo para repararlo y me disculpaba con quienes había dañado sin importar si merecían las disculpas o no. Una última pregunta ¿Por qué cuando eran adolescentes hacías hasta lo imposible porque Julson y Alya no se conocieran?

-Porque siempre me dio pánico que me dejaran de lado

-Quizá lo hagan te dejen de lado sin la necesidad de conocerse, o lo harían conociéndose no sabes lo impredecible que es el destino

-Julson no me haría eso, él no me traicionaría

-¿Como sabría eso? Como Julson sabría a quien no mirar. -el abuelo se enderezó y sobo su espalda- por último, no recibirás un centavo de herencia hasta que no traigas a Alya y Samantha al tiempo y te disculpes con ellas, y tomes responsabilidad de tus actos; ya hable con mi abogado y ya está hecho

-No puedes dejarme sin nada ¡Es injusto! ¿Qué dicen mis padres al respecto?

-No parecen tener problema alguno, es más; tu madre empatiza vehementemente conmigo sobre que eres un hombre de lo peor

No quise quedarme más, odiaba que me recriminaran tanto sin saber por lo que estaba pasando cuando besaba a Samantha era como besar estiércol se sentía así me sentida asqueado ante cada contacto no quería romperle el corazón y por ello poco a poco estaba rompiendo el mío, cada que le juraba que la amaba más que a mi propia vida sentía como se me quemaba el alma. Si solo no hubiera sido un completo idiota con Alya si tan solo hubiese valorado que ella me dio todo renuncio a ella misma por mi podría quizá hoy decir que soy completamente feliz.

Samantha

Llegué a mi departamento, tan solitario como de costumbre me deshice de mi ropa y me adentre a la tina llena de agua tibia no pude aguantar más y me eche a llorar no podía con tanto una de las cosas que me mantenía en pie era Marcello él siempre me había brindado su amor incondicional y había estado esperando por mí ¿Mis padres? Ellos me habían robado, para ellos era una buena fuente de ingresos y cuando me negué a seguir patrocinando su vida de lujos me robaron todos mis ahorros y me abandonaron; de eso ya son cinco largos años, la misma noche que me entere de su traición fue justo la misma noche que volví a ver a Marcello, lo vi junto a Alya ella estaba tan cambiada y tenía cierto aire a mí. Espere a que ella lo dejara solo y aborde desde ese momento fui completamente feliz, hasta ahora, hoy cuando él hablo de Alya parecía como si el sentimiento por ella no fuera uno de simple amistad, sus palabras la mirada que tenía en ese instante el sutil cambio en su tono de voz; fue como verlo hablar sobre mi hace bastante tiempo.

-¿Sam? -una dulce voz de un pequeño ser me sorprendió- ¿Estabas llorando? Te prometo que me estoy esforzando en mis estudios, jamás volveré a meterme en problemas con nadie, pero por favor no llores

-No es tu culpa cariño -Mi dulce hermana Rihanna de tan únicamente ocho años, a mis padres no les basto el hecho de abandonar una hija, prefirieron abandonar a dos y desde entonces me había hecho cargo de ella- es más, estoy completamente orgullosa de ti cariño, eres mi mayor orgullo y la principal razón por la cual lucho cada día.

-Si no estás triste por mí ¿Por qué llorabas? -Los enormes ojos verdes de Rihanna me observaban como si tratara de escarbar lo profundo de mi alma- es por ese hombre con quien estás saliendo ¿Verdad? Ese tal Marcello, ya te dije que ese hombre no me agrada.

-Es un buen hombre, pero, no lo entenderías eres muy pequeña aun. Y sí, estaba llorando por Marcello; sin embargo, lloraba de felicidad

-Que mentirosa eres Samantha -únicamente lo hacía por tranquilizarla pero, mi pequeña hermana siempre descubría mis mentiras piadosas- a ver, si estás tan feliz ¿Por qué tu mirada está tan triste?

Debía aceptar que algo y era que Marcello había actuado diferente a como lo hacía antes ahora parecía estar más impaciente en cuanto acostarse conmigo, pero, comprendía completamente el hecho de que se había abstenido de cualquier contacto sexual conmigo y con cualquier mujer durante cinco años; respire hondo y me repetí a mi misma de que incluso si algo intimo entre Marcello y Alya hubiera pasado en mi ausencia jamás podría superar el amor que él me tenía a mí.

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