Capítulo 2: Tristeza

Punto de vista desconocido

El grupo estaba descansando a un costado en la carretera

—¿Tienes buenas noticias? —Oí su voz intimidante atraves del teléfono.

—La anciana esta muerta—Comente—Me asegure de revisar que efectivamente muriera.

Oí una risita—Bueno, lamentable ¿Qué hay de los tesoros? ¿Los tienes? ¿tienes a Kassia?

—Ese es el problema, no nos quiso soltar el dato, revisamos su casa entera y no encontramos nada.

—Eres un incompetente ¿Por qué la asesinaste antes, idiota?

—Señor se negó y buscaba escapar.

Hubo silencio del otro lado de la linea—Déjalo, en ese caso buscaremos a su hija, quizás nos de información, pero sera mas adelante, he esperado tanto, puedo esperar un tiempo mas.

—¿Qué hacemos nosotros?

—Buscaremos mientras tanto a la hermana, tenemos mas probabilidades de llegar primero a ella ya que no esta sellada.

—Entiendo, regresaremos para buscar el informe y partiremos lo mas pronto para cumplir su encargo.

Corto la llamada

—¡Levántense! —Ordene—Partamos pronto antes de que cambie de opinión y nos arranque la cabeza.

—Si señor.

Emma

Rodeados de tumbas y de sepulcros nos encontrábamos con la familia, conocidos y amigos dándole el último adiós a mi abuela, era alrededor del mediodía, la mañana estaba muy fría por la lluvia que había caído.

Inmensa era la tristeza que sentía, estaba casi pérdida, las palabras del padre frente a nosotros casi ni las escuche, más bien no le preste atención, estábamos rodeados de arces el único sonido que le prestaba atención era el de los pájaros que se posaban en ellos y producían sonidos molestos además de que volaban en círculos y se veían nerviosos.

Comenzaron a bajar el féretro hacia la fosa tome un puñado de tierra y lo lance, seguido de un rosa roja, luego siguió mama y cada familiar empezó a hacer lo mismo hasta que los sepultureros comenzaron a rellenar la fosa con tierra, Justo ahí entre en llanto porque sabía que era la despedida, no íbamos a estar más juntas, ya no escucharía tus consejos, no te pondrías feliz cada vez que traía una buena nota, no iba a probar tu deliciosa comida, ni jamás iba a volver a sentir la calidez de tu abrazo.

Solo me quedaba el consuelo de tu recuerdo.

—Vamos a casa hija, quiero descansar—Observe a mama tenia puestas unas gafas oscuras, tenia los ojos hinchados de tanto llorar.

— ¡No! , ¡No quiero dejar la abuela sola! —Exclame— Esta frió, sentirá mucho frió aquí sola —Me tire sobre la tierra y enterré mis dedos en la tierra removida—No quiero dejarla sola, quiero quedarme con ella un poco mas.

—Levántate hija por favor, dejémosla descansar, vendremos otro día.

— ¡Déjame! —Exclame.

Deje sobre la tierra recién removida un ramo de Crisantemos.

—Son tan hermosos como tu abuela, descansa en paz.

Me puse de pie y nos retiramos del cementerio ambas abrazadas tratando de superar la perdida.

Pero algo... algo me pareció extraño en el cementerio, tuve un instante la sensación de que nos observan de entre las tumbas.

***

Durante los siguientes días me sentía muy mal sin ánimos de nada, solo estaba encerrada en mi cuarto, en silencio, oscuridad, la soledad absoluta...

He tenido muchos sueños con mi abuela, y a su vez pesadillas, sueños raros y absurdos, con una mujer que me persigue, que trata de alcanzarme, sin embargo yo me alejo de ella.

Últimamente ese sueño se ha vuelto muy recurrente.

Mama estaba distante y se la pasaba en su cuarto cuando volvía del trabajo.

Estaba acostada en la cama con la cabeza enterrada en la almohada

Mi teléfono no paraba de sonar, eran mensajes de Camila.

—Umm...

Tome el celular, mire las notificaciones , 245 Whatsapp.

— ¿Qué? —Fruncí el ceño—Déjame en paz Camila, quiero estar sola.

Deje el celular sobre la mesita de luz, no sin antes dejarlo en silencio.

Escuche que golpeaban la puerta del cuarto.

— ¡¿Qué quieren?! —Conteste de mala gana.

Mama ingreso dentro — ¡Hey! ¿esas formas de contestar a tu madre?

—Lo siento.

— ¿Vas a estar ahí toda la vida? No señorita, es hora de ventilar este cuarto

— ¡Mama! —Chille— No molestes, deja mi cuarto en paz.

—No, si esto sigue cerrado te vas a enfermar, deja entrar un poco de luz —Abrió todas las cortinas de mi habitación y levanto las ventanas para renovar el aire—Ahora si aire fresco.

— ¡No! —Chille—Enterrando la cabeza en la almohada— Cierra esas cortinas no veo nada—Me queje

—Lávate esa cara y baja a desayunar, si sigues aquí cuando te de la luz quedaras ciega.

Bufe —Me deje caer hacia atrás en la cama y mire el techo.

—Ya faltaste una semana al colegio, ya fue demasiado, esto va a afectar tu desempeño escolar, y yo no quiero oír tus quejas después si repruebas algo.

—No, no quiero ir al colegio.

—Vas a ir y punto.

Le di una sonrisa fingida—Me encanta la idea —Conteste cínicamente.

Me señalo con el dedo—Te espero abajo en diez minutos.

Rode los ojos, si mama— Comente con pesadez.

Me levante con toda la pereza del mundo como si llevara unos grilletes con una gran bola de acero atada a mis pies.

Después de tantos días encerrada sin hacer nada, me costaba mucho levantarme y hacer cosas simples.

Me mire al espejo y al ver mi cara dije

— ¡Estoy terrible! —Exclame mirándome después de bañarme.

Tenía ojeras y estaba algo pálida, no había comido bien en los últimos días, no me pasaba bocado por mas que mama pidiera comida o cocinara ella misma.

Me miraba al espejo mis facciones

—No soy bonita como ellas—Sonreí a boca cerrada al espejo —Esto es lo que me toca.

Quizás no encaje en los estereotipos de belleza que el hombre a impuesto sobre que es lindo o feo, si ser delgada está mal, o ser gordita también.

La sociedad es una mierda, al igual que las personas que juzgan la apariencia de los demás sin antes tomarse el tiempo de conocerlas.

No gozaba de un cuerpo esplendido, un buen trasero y unos senos bastantes llamativos que pudieran encandilar a cualquier chico de mi colegio, al contrario era muy delgada, media 1,70 metros y pesaba 54 kilogramos , mi piel es blanca , para no decir pálida , y mi cabello era de color negro , lo único que me gustaba de mi eran mis ojos azules, era lo único llamativo en mi.

A papa le encantaban, siempre me lo decía, se quedaba horas mirándome acostado en la cama, contándome historias de cuando era pequeño, o las veces que se pasaba horas tomándome fotos, era la luz de sus ojos y el para mí era el mejor hombre del mundo.

Quizás amo tanto estos ojos por que el tenia los mismos que yo, a diferencia de los de mama que son hazel.

—Papa si supieras cuanto te extraño, cuantas cosas tengo para contarte, cuantos abrazos quisiera darte.

¿Por qué te tuvo que tocar a ti estar en ese lugar...?

¿Porque tuve que verte morir frente a mis ojos siendo tan pequeña?

—¿porque tuviste que ir a defender a una mujer extraña que estaba siendo asaltada? ¿Por qué me fuiste arrebatado de esa forma?

Un hombre trabajador, padre de familia, cariñoso, solidario con quien lo necesitara, católico ¿Por qué te lo llevaste dios?

¿Por qué dejaste en este mundo a un mal viviente?, quién sabe cuántas personas más debe haber matado y quizás lo siga haciendo.

¿Porque tuve que verte morir siendo tan niña?, haber visto morir a alguien fue aterrador a esa edad.

Recuerdo la sangre en el suelo, una mancha roja cerca de su corazón de un oscuro color rojo, yo arriba de él gritando y llorando como loca, un hilo de sangre mortecina saliendo de su boca.

— ¡Papa! ¡No te mueras! ¡Papito!

Sus palabras fueron

—Ve con mama, déjame aquí —Musito—Ve Emma, corre—y de pronto dejo de latir su corazón, sus ojos quedaron fijo observándome.

Me levante de encima de él, mi vestido blanco y mis manos estaban cubiertas de sangre y corrí, corri lo mas rápido que pude rumbo a la casa.

Rojo... cada vez que veo ese color... el corazón me duele.

Siento miedo... Terror... al rojo.

La mirada perdida de papa quedo grabada en mi mente, esa cara mirando a la nada, pero a la vez triste, me ha acompañado durante toda mi vida.

Durante años he estado con asistencia psicológica, las pesadillas siempre me atormentan como si viviera ese momento una y otra vez...

Me puse unas zapatillas blancas, un jeans color negro desgastado y un buzo color negro con capucha, el color negro era uno de mis favoritos, creo que tenía casi toda la ropa de ese color.

Baje a desayunar con mama

—Por fin te dignas a compartir la mesa conmigo hija.

—No me sentía bien, discúlpame mama.

—No es bueno que la pases encerrada, yo sufro también, era mi madre, pero si me dejo caer así como tú lo haces, no comemos, no se pagan las cuentas solas, ni la casa se mantiene sin trabajo.

—Lo se mama, lo siento.

—Prométeme que pondrás muchas ganas para afrontar esto.

—Lo prometo —Levante mi mano en juramento.

Al terminar el desayuno tome mi mochila.

—Bueno ya estoy lista para ir a la cárcel .

—No digas eso de tu colegio

—Es la verdad—Sonreí—Hay mas vivoras que buena gente.

Mama suspiro—Vámonos se te hará tarde.

En el camino mama iba conduciendo estaba un poco seria, yo sabía que estaba triste es una persona muy fuerte.

Asisto a la Roosevelt High School es un colegio público ubicado en el vecindario Standish de Minneapolis, Minnesota.

—Bueno aquí llegamos, pórtate bien, y sobre todo distráete, saca esos pensamientos de tu cabeza.

—Si mama—Dije pesadamente.

—Toma dinero para lo que necesites.

—Gracias mama.

—¿Podre ver algún día una muestra de afecto de tu parte?

—Sabes que te quiero, no te pongas empalagosa, me das diabetes—Reí.

—Bueno nos vemos en la noche.

—Si mama.

Al ingresar al colegio y dirigirme hacia el casillero donde tenía alojado unos libros de Matemáticas siento que me tocan de atrás bruscamente.

— ¡bu! —Me tocaron las costillas con rapidez haciéndome sobresaltar.

Una risa chillona salía de mi única amiga Camila.

—Por fin apareces—Comento Camila cruzada de brazos y con cara enojada como esperando una respuesta.

—Solo quería estar sola Camila no tiene nada que ver contigo.

—Tengo tantas cosas que contarte—Suspiro mientras se apoyaba contra el casillero.

—Diablos te perdimos, andan querubines en pañales girando alrededor tuyo con un arco tirando flechas ¿Quieres que te tire un poco de insecticida así los mato? —Le pregunte mofándome de ella

— ¡Ay no! Estoy en mi mejor momento con David, es tan lindo conmigo.

David Harrison es uno de los atletas más populares de todo el colegio, un mujeriego, el cual ha seducido a mi mejor amiga, pese que le advertí a ella, no me hizo caso y cayo como estúpida en sus redes de seducción.

—Basta, mucho rosa alrededor tuyo, ¡apestas a flores Camila! —Me queje.

—Que amargada que eres, si pongo una flor fresca cerca de ti se marchita al instante. —Me saco la lengua burlándose.

—El amor no existe Camila —Espete

—Te aseguro que tocara tu puerta y luego me reiré de ti —Me pellizco la mejilla Tonta

—Voy a la biblioteca a estudiar, luego mándame una captura de lo que hicieron en clases—Me suplico Camila.

— ¿Te vas a saltar la clase? —Levante una ceja mirándola con desconfianza.

—Si me sacrifico por este país, sin gente como yo no hay futuro

Me di vuelta y seguí caminando

— ¡No me ignores! —Chillo Camila.

Camila es una persona muy divertida, hemos sido cercanas desde muy niñas creo que desde los cinco años, sabemos todo de nosotras, hasta sabemos cuándo ocultamos algo, cuando mentimos, cuando algo no nos gusta, etc.

Camine rumbo a mi salón de clases, con toda la pesadez del mundo— ¡otra vez historia por favor! —Suspire soltando un suspiro—Me quiero morir.

Cuando pasaba caminando sentí que me tomaron del brazo con brusquedad y me jalaron hacia adentro de un salón a la fuerza

Solté un chillido

Cuando de pronto me di vuelta y lo vi desconcertada, cerrando el salón con fuerza y girándose hacia mi, se paso la mano por el cabello luciendo su hopo oscuro.

¿Adam? ¿Qué carajo?

—Shhh , silencio Emma —Poso su dedo índice sobre mis labios para callarme

Una sonrisa cínica se formó en su rostro.

Esto me da mala espina.

¿Qué demonios quiere este sujeto?

Nota del autor: Bueno este Adam se cree un papucho ¿Cómo creen que le ira en el siguiente capitulo? jsjsjsjsjsjsj

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Mi instagram es Danny_Perezok

Un abrazo de gol para todos los que siguen esta historia.

D.P

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