capitulo 17: “nada es imposible"

Luego de esa hora, el emperador decidió cambiarse de vestimenta a una más presencial para esta reunión. En el espejo se veía con vanidad.

“¿A Lucy le gustará este estilo?"

Llega el mayordomo personal de él y le da una breve explicación de lo que ha visto.

— mi señor...— habló Elton— la señorita Lucy se encuentra en el jardín haciendo un desastre... Creo que lo está destrozando...— Elton habló así porque no conoce la habilidad de ella.

— ¿Lucy?... Aunque sea un poco peculiar, no creo que esté destruyendo mi jardín. Supongo que no pudo evitar arreglarlo una vez visto. Déjala, ella sabe lo que hace...

— como usted órdene. Y además, creo que ya los ministros estan reunidos en la sala privada, solo faltaría usted.

— perfecto...

Caminando con gran ímpetu, el emperador se dirigía a dicha sala. Una vez llegado, todos proceden a dale el saludo de respeto, colocándose de pié y una mano en el corazón, todo se inclina cuando el daba sus pasos hasta su silla principal.

— tomen asiento, es hora de comenzar...— dicho eso, los ministros se coloca en sus respectivos puestos.

Comenzado la reunión con los básico, siendo el juicio del archiduque junto con los otros criminales, ese tema llevo menos tiempo de lo esperado y ya le había encontrado un castigo apropiado al archiduque, siendo ello cadena perpetua, los restos de cómplice llevarán una sentencia de muchos años en la cárcel, incluyendo a Lilith la hija de dicho ex-noble. Luego pasan al tema de quién se irá hacer cargo del ducado, el emperador ya había decidido eso, y quien más que su ministro de lealtad, el señor Byron, sin poderse negar, el acepta con gusto ese nuevo cargo que Gabriel le estaba asignado... Llegando al tema menos favorito para su majestad, uno de sus nobles tiene la voluntad en comentar lo siguiente.

— mi señor... ¿Cuando usted piensa comprometerse?... Ya tiene 28 años y para la corona sería el momento de tener a una esposa y un sucesor... ¿No lo cree?

— en algo tiene razón, su majestad...— habló otro ministro—... Por eso, quiero aprovechar en darle la mano de mi hija Melisa. Es la mujer más hermosa dentro de toda la corte, sería la ideal para usted y sus herederos.

Habla otro algo enfadado.

— no eres el único con una hija hermosa... Su eminencia, mi preciosa Rachel es la indicada, ella es inteligente y perfecta en todo los sentidos, así que...

Y ellos no fueron los únicos que discutieron el tema de presentar a sus hijas para casarse con el emperador, mayormente, los ministros aquí tenían más hijas que varones, entonces, ven esto como una oportunidad para tener la corona más cerca, no dudaría en ofrecer la mano de su descendencia...

Gabriel solo observaba con seriedad el tema, más con una copa de vino se encontraba para digerir tanto alboroto por algo que no ocurrirá como ellos quieren.

“estan tan sediento de poder que son capaces de obligar a sus hijas en seducirme con tal de que yo la vea como mi pareja... Pero al final, la decisión es solo mía"

— fue suficiente...— congeló la mesa por completo, llamando la atención de todos...— ninguna de sus hijas es perfecta, ni mucho mejor que otra en el reino. Nadie puede soportar estar a mi lado, así que.. ¿Estarían dispuesto de enviar a su propia hijas a pasar un infierno helado conmigo?

— lo haríamos, su majestad... Por el bien de la corona.

Gabriel sigue hablando más serio que antes.

— la corona está de maravilla sin una emperatriz, el reino de Lion es el más próspero que los otros territorios y nada más por el hecho de que he trabajado como hasta ahora, son ustedes que quiere algo que no es necesario. Pero para ya no seguir soportando este chiste, ya tengo a una mujer en mente...

— ¿Quién es, su majestad, una princesa de otro país, una emperatriz sin consorte...? ¿Quién se ha ganado la confianza de estar a su lado?— preguntó Byron.

Con una sonrisa de lado, el emperador abre la boca para dar una pequeña explicación de quién era la mujer con quién tiene planeado casarse.

_____________________ rato después, por otro lado del palacio.

— ¡Lucy!...— grito Gael entrando al jardín privado de su majestad, pero él veía a los lados precavido por la presencia del emperador.

Lucy al ver lo alerta que estaba, ella saca un risita.

— Gabriel está en una reunión, puedes acercarte...

— ¿Eh?... ¿Dijiste Gabriel?— ella asiente—... ¡¿Acaso estás loca?!... ¿Quieres que el emperador te congele hasta la médula?... ¡Pronunciar su nombre es como invocar a la muerte!

— si exageras, Gael... Él fue que me pidió que no lo llamara más por pronombres.

Tres puntos suspensivos aparecen en la cabeza de Gael, con boca abierta y ojos ancho veía a Lucy, se supone que como su caballero personal y espía, él debería de conocer más a su emperador, pero jamás había visto uh oído algo parecido. Luego por fin comprende

— ¡Lucy!... ¡No me digas que ahora sales con el emperador!

— shh, me gustaría ser prudente por él, no quiero causale problema a Gabriel de que se enteren de que sale con su sirvienta...

— ahora ya sé porque se ponía molestó conmigo cuando estaba cerca de ti... Vaya, esto si me ha dejado pasmado, aún lo estoy procesando...— gael notaba algo diferente en el alrededor puesto a que estaba muy diferente...— Lucy... Arreglaste el jardín marchito del emperador... Nadie se atrevía porque se dañaban por el gran frío que provoca su majestad.

— él también merece ver la primavera sin importar su poder... Y quiero demostrarle de que nada es imposible...

— Lucy...— susurro Gael, luego, una brisa fría con pequeños trozos de hielo choca contra su cuerpo, al voltearse con miedo, veía al emperador acercarse—... ¡Su majestad!... ¡Yo no-...

Con una voz tranquila, Gabriel se expresa y le coloca una mano en el hombro.

— retírate, tengo algo privado que decirle a Lucy...

— c-como diga, su majestad...

Gael caminaba rápido a la salida, pero se detiene al ver al ser más frío acercarse a la persona más cálida, aunque no sabe que pasará, le gustaría ver un final que ellos dos estén juntos...

— ah, llegaste... Esperaba darte una sorpresa.

Con una risita él dice

— hum, a tu lado nunca dejare de sorprenderme. Realmente te quedó hermoso...— dijo él, teniendo una rosa entre su mano.

— lo hice especialmente para ti, las flores no se marchitaran por nada del mundo...

Gabriel coloca la rosa en las manos de ella, pero en sus ojos veía fijamente a lo de Lucy, con una seriedad la observaba.

— Gabriel... ¿Algo ocurrió?— el hombre apretaba las manos de ella, causándole más inquietud a Lucy...

— Lucy... Cásate conmigo.

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