Una oportunidad

...Anastasia...

Cuando abro la puerta, en esta parte de la casa no hay nadie por lo que decido rápidamente pasar a mi habitación, tal vez quería evitar encontrarme con mi marido, ya que seguramente por incumplir su orden, las ganas de matarme que tiene son demasiadas.

Cuando estaba subiéndome por la mitad de la escalera escucho su voz, grita tan fuerte que estoy segura que hasta el guardia del portón lo escucho.

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_ TE HES MUY DIFÍCIL CUMPLIR UNA MALDITA ORDEN, ACASO NO TIENES CLARO QUIEN ERES EN ESTA CASA_ grito furioso el hombre, estaba descontrolado, cuando llego a casa y no encontró a su linda pelirroja esperándolo.

_ TE DIJE QUE CUANDO REGRESARAS TU ME RECIBIERAS, Y CUANDO LLEGO ME ENTERO QUE MI ESPOSA PASO TODO EL DÍA FUERA DE CASA_ siguió gritando como loco Antonio.

_SI TE DIGO QUE ME RECIBAS Tú, LO TIENES QUE HACER AUNQUE TE QUEDES ESPERANDO TODO EL MALDITO DÍA FRENTE A LA PUERTA _grito aún más fuerte el señor.

La chica seguía intacta en mitad de la escalera apretando su mano en un fuerte puño y mordiendo su labio para no perder el control, pero lo último que dijo su esposo hizo que saliera dentro de ella todo eso que le había dicho Juan.

Por lo que en un pestañeo ya estaba en frente de su esposo con la respiración acelerada y las manos temblando de lo enojada que estaba también.

_ NO SOY UN PERRO PARA ESTAR ESPERÁNDOTE EN LA MALDITA PUERTA COMO DICES MOVIENDO LA COLA_ grito también la joven enfrentando a su marido que la tenía fuera de sí por querer tenerla como una esclava.

El hombre la miró sorprendido no se esperaba que ella le respondiera y más de la manera en que lo hizo.

_ No soy tu prisionera para estar encerrada todo el día en esta casa _siguio hablando Anastasia pero bajando más la vos.

_ Te llenas la boca llamándome a cada rato esposa, y me fastidias recordándome a cada rato lo que tengo que hacer como tal, pues bien entonces desde ahora en más vas a respetarme como tal_ dijo Anastasia que estaba muy alterada su pecho subía y bajaba muy rápido de lo acelerada que estaba su respiración.

_Más te vale que me respetes chiquilla, porque me estás haciendo perder la paciencia_ hablo Antonio también con la respiración acelerada.

_ El que me hizo perder la paciencia eres tú, y si quieres que te respete pues empieza por respetarme tú, y no me vengas con el cuento de que me compraste y toda esa mierda, que nadie te obligó a hacerlo_ volvió a decir Ana dejando aún más asombrado a su esposo que para nada se esperaba esto.

_ Firme un contrato contigo y lo voy a cumplir, no tendré ningún problema en pedir que te hagan un café, o recibirte en la puerta como tanto quieres, pero todo será a mi manera, y si quieres que te habrá las piernas todas las noches para cumplir con mi deber de esposa también lo haré, pero déjame en paz, estoy cansada de que me quieras manejar como si fuera un títere_ termino por decir Ana para luego darse la vuelta y subir rápidamente la escalera.

_Anastasia ven acá que todavía no termine con tigo_ volvió a gritar el señor siguiendo a su esposa, no podía aceptar que ese pequeño demonio con rizos rojizos la dejara con la palabra en la boca.

No podía creer que esta era la misma chica que había firmado el contrato, cuando estuvo con ella en la cama se mostraba tan sumisa que esto lo tenía totalmente deslocado.

Cuando el se encontraba frente de la puerta de la habitación de su esposa, está la cerró en su cara, cosa que hizo enojar más al señor.

Por lo que no le quedó más remedio que darle una patada a la puerta y retirarse del lugar, mientras bajaba la escalera iva desajustando su corbata que lo tiro por el piso.

_ LETICIA DONDE ESTA MI MALDITO CAFE_ grito esta vez a la señora de servicio que ya estaba acostumbrada a soportar estas cosas, pero jamas se imagino que la pobre chica que salió ensangrentada de aquella habitación fuera capaz de enfrentar al mismísimo Antonio Santoro.

_LETICIA!!! _volvió a escuchar unos gritos seguidos de unas cosas que se rompían por la pared que venían de la sala de la casa.

Cuando la empleada se acercó con el café en manos se encontró con que la sala estaba hecha todo un desastre todo lo que había, hay para romperse estaba roto, hasta el plasma de 41 pulgadas estaba partido por la mitad.

_ Toma su café señor_ hablo la señora acercándose al hombre que estaba sentado en el único sillón que estaba bien puesto después todos estaba por el suelo.

Después de todo lo sucedido con su esposo Anastasia se dirigió ddirectamente al baño para relajarse y así asimilar todo lo que pasó.

Ni ella misma podía creer todo lo que había pasado de verdad fue capaz de enfrentar a su marido.

Vaya que el consejo de Juan le vino muy bien, después de pasar un pequeño rato en la bañera, Anastasia estaba acostada en su cama viendo una serie en Netflix, aunque para nada le prestaba atención, estaba pensando en como hacer para viajar ya que su marido se quedaría todo el mes, y mientras que el este su viaje sería imposible.

Mientras ella estaba sumida en su pensamientos su teléfono comienza a sonar, y al verlo ve que es una llamada desconocida, decidió contestar ya que después de que su marido haya cambiado su celular perdió casi todos sus contactos.

*_ Hola, ¿ quien habla?_ dijo la chica contestando la llamada.

_ Hola querida Anastasia, soy yo Mercedes_ hablo la voz chillona de la señora que hizo que Anastasia pusiera la cara mal.

Aunque su llamada la hizo recordar que Emma la había dicho de que ella se fue a buscarla.

_ ¿Que quieres? Mercede_ pregunto sin rodeos la joven.

_ Pero mira cuanta amabilidad de tu parte querida_ se burlo la señora.

La chica respiró hondo para no terminar de perder la paciencia también con la señora.

_ Dime Mercedes, no tengo mucho tiempo_ volvió a hablar la chica.

_Fui a buscarte pero me dijeron que te mudaste querida_ hablo la señora

_ Si así es me mude, pero dime ¿por que me buscaste, que quieres?_ volvió a preguntar la joven.

_ Tengo un mensaje para ti de parte de mi sobrino_ soltó sin más la señora ya que se dio cuenta que para nada le agradaba a la chica.

_ Que mensaje Mercedes_ dijo la joven muy sorprendida por lo que le acaba de decir la señora.

_ Que dentro de 30 días estará aquí en Paraguay_ dijo la señora sorprendiendo aún más a la chica.

_ Que, estas hablando en serio_ dijo la joven bajándose de la cama empezando a caminar de un lado a otro en su habitación.

Pero antes de que pudiera decir algo más la llamada se corta.

Anastasia se quedó quieta apretando fuerte su celular de verdad Oscar vendría a Paraguay eso sería increíble y lo mejor para ella y su pequeño.

Sin más la joven empezó a reír sola, esto era una oportunidad para ella ya que su viaje se había complicado con el tormentoso marido que tiene.

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