Su comprador

Luego de eso la joven mamá volvió a la gran casa que desde hoy sería su nuevo hogar, por el momento ella prefería no meter a su hijo en esto por lo que decidió no contarle que ya no viviría en la casa de Juan.

Aunque por fuera no lo demostraba Anastasia estaba aterrada de lo que podía pasar con ella de ahora en adelante y más al lado de ese hombre que apenas conocía y para colmo tenía una muy mala fama en el pueblo.

En el pueblo se decía que Antonio Santoro era un ser sin escrúpulos muy cruel y que no tenía compasión por nadie y para Anastasia había un claro ejemplo de que todo eso era verdad.

Por que ella conocía la historia de Juan con que apezar de ser su tío el no tenía ninguna consideración con el.

En el pueblo también se decía por el, que el mismo había asesinado a su hijo de apenas 9 años.

Con todos esos pensamientos rondando en su mente Anastasia regreso a la gran casa, cuando llegaron el chófer que la acompaño la ayudo a bajar su maleta para que después los dos se dirigirán dentro de la casa.

Cuando el chófer abrió la puerta la señora que la había recibido está mañana la estaba esperando nuevamente con una sonrisa.

_Buenas tardes señora, mi nombre es Leticia soy la encargada del personal en esta casa, y todas las que trabajamos acá estamos a sus órdenes _ hablo la señora muy amable.

_Buenas tarde señora, puede decirme donde será mi habitación _ respondió la joven muy seria, como si quisiera escapar del lugar.

_Acompáñame señora, yo le mostraré _ volvió a decir la señora dirigiéndose hacia las escaleras para subir por ellas guiando así a la chica en donde sería su habitación.

La joven la siguió en silencio hasta que se detuvieron en frente de una puerta.

_Esta será su habitación señora_ dijo Leticia abriendo la puerta para que la chica entrará.

Al entrar a la habitación Anastasia se sorprendió de lo grande que era jamás había visto una igual, tenían grades ventanas una enorme cama en donde tres personas cabían sin problemas, la habitación era sencilla, pero muy hermosa los muebles que contenían eran simplemente perfectos para ella.

_La puerta de la derecha es la del baño y la izquierda es el guarda ropas señora_ informó la señora que se encontraba a costado de la habitación.

_Gracias Leticia, puedes retirarte_ respondió la chica bajando al fin su maleta al piso.

_Discúlpeme señora, pero tengo órdenes del señor de que yo arregle sus cosas y usted se vaya junto a él en la habitación de en enfrente_ dijo la Leticia acercándose a ka joven que al escuchar lo que le dijo empezó a sentirse nerviosa nuevamente, acaso no iban a compartir la misma habitación, aunque para ella eso era un gran alivio.

_Esta bien_ fue lo único que pudo responder la joven para luego dirigirse hacia la habitación de enfrente.

Cuando llego en frente de la puerta los nervios siguieron apoderándose de ella y eso la hacía dudar en tocar la puerta o salir corriendo de hay. Aunque se negaba en comprender en el fondo ella ya sabía lo que la esperaba dentro de esa puerta.

Y dejando de lado todos sus miedos y nerviosismo la joven decidió al fin tocar la puerta, su golpe en la puerta era tan suave como si quisiera que la persona que se encontraba dentro no la escuchara.

Pero eso fue en vano, aun así del otro lado de la puerta escucho una vos gruesa e ronca que la invitaba a pasar.

Cuando entro a la habitación se sorprendió de lo espaciosa que era, si la habitación que a ella le asignaron era grande este era el doble, también era sencilla igual que el otro, mientras ella seguía impresionada con la habitación una voz gruesa y demandante la hizo volver en sí.

_Ya veo que sigues de curiosa_ hablo el hombre se encontraba de espalda en la habitación solo con unos pantalones de dormir.

La joven estaba tan concentrada admirando la habitación que no se dio cuenta de que el hombre estaba sin camisa, cuando poso su mirada en él no pudo evitar perderse en el escultural cuerpo que tenía en frente de ella, su abdomen bien marcado sus brazos fuertes y sus grandes manos lo hacían ver malditamente sexy o al menos eso pensaba ella.

_Que pasa chiquilla, te gusta lo que ves_ dijo el hombre en un tono arrogante y con superioridad.

La joven no sabía cómo articular palabra parecía que todo lo que quería decir se quedaba atorada en su garganta y lo único que salió de ella fue un suspiro.

_Te quedaste muda o que?_ volvió a hablar el señor un poco ofuscado ya por el silencio la chica frente a él.

_La señora Leticia me dijo que viniera a verlo, así que aquí estoy_ por fin hablo la joven.

_Así es, sabes lo que hacen las parejas recién casadas no es así Chiquilla_ hablo el señor haciendo do que la joven tragara saliva con lo que la había dicho.

_Desvistete_ volvió a hablar el señor poniéndose de espaldas nuevamente.

La joven no emitió ninguna queja y sin más obedeció, quitándose la ropa lentamente, aunque se sentía la peor persona esto lo tenía que hacer.

Pues ella misma tomó la decisión de venderse aunque sonará feo eso era su realidad.

Cuando termino por quitarse la ropa, el hombre volvió a hablar.

_Túmbate boca abajo en la cama_ le ordenó nuevamente y como a una esclava la joven volvió a obedecer.

Las lágrimas amenazaban con salir estaba en la cama de quien ahora era su esposo o mejor dicho su comprador, desnuda y a punto de ser tomada a la fuerza por el hombre que la compró.

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...Pido disculpas por no actualizar tan de seguido, pero cada vez que pueda lo seguiré haciendo, solo les pido que sigan dándome ánimos con sus me gustas....

...Acepto opiniones, críticas y consejos por parte de ustedes solo comenten....

Recuerden también que este es mi primera historia por lo que les pido un chiqui de comprensión

Gracias..... 😘 Vivi

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