El motor de su vida

Cuando llegue a casa Juan y su esposa estaban sentados en la sala tomando Terere, era una bebida tradicional de nuestro país.

La pareja estaban conversando muy entretenida mente, pero cuando se dieron cuenta de la presencia de la joven, tomaron silencio para luego los dos girarse y mirar hacia la dirección en donde se encontraba la hermosa mujer con grandes ojeras por tanto estrés, preocupación y mucho trabajo.

_Ana llegaste, cariño_ dijo la rubia de unos 50 años muy bien cuidada con una enorme sonrisa que contagia a cualquiera.

_Hola Emma_ respondió la joven, dejando su llave, en el pequeño porta llaves que estaba colgado por la pared rosa.

_Ven cariño, siéntate con nosotros, Juan tiene algo importante que contarte_ respondió la señora señalando el mueble que estaba en frente de ella para que la muchacha tomara asiento con ellos.

Ana dejó escapar un largo suspiro para luego dirigirse hacia el sillón pero antes dejó su pequeño bolso encima de una mesita que estaba justo al medio de los sillones.

_¿que pasa Juan, sucede algo con mi hijo?_ pregunto la mujer preocupada y con la mirada fija en aquel viejo hombre.

_No se trata de eso Ana_ dijo el hombre mayor pasando su guampa a la mujer que tenía al lado.

_Como ya sabes hoy fui en donde mi sobrino_ dijo el hombre mayor mirando fijamente a la joven que estaba sentada en frente de él.

La muchacha solamente se atinó a mirar al señor en frente de ella.

_Le hable de ti Ana, o sea de tu necesidad, no le dije exactamente tu situación, pero si le mencioné que necesitabas ayuda económica_ volvió a hablar el Doctor, mientras que las dos mujeres que se encontraban junto a él permanecían en absoluto silencio.

_El es un hombre de negocios Ana, como ya lo sabes, me dijo que mañana a primera hora te vayas en su hacienda, te ayudará pero seguramente será acambio de algo_ siguió hablando el hombre mayor poniendo toda su atención en la joven mujer frente a él.

_Hablas en serio Juan_ dijo emocionada y al borde lágrimas Ana.

_Asi es Ana, pero sabes que sus condiciones son muy altas, y cualquier cosa que adquieras de él te costará muy caro_ dijo Juan mirando tal vez con pena a la pobre mujer que estaba desesperada por encontrar una solución a su mayor problema la enfermedad de su hijo.

_Pero antes cuéntanos cariño, como te fue con Mercedes_ esta vez hablo la Rubia tomamdo su terere mirando con ternura a la joven mamá que estaba frente a ella.

_Si me dijo el nombre de la empresa en donde trabaja Óscar, esta en Miami_ Respondio la joven.

_Pero como sabes si lo que te dijo es verdad_ volvió a hablar Ema.

_Me mostró una revista en donde aparece Óscar con su esposa, la revista salió hace un mes_Respondio la joven un poco en bajo.

_Que sentiste Ana, cuando viste a Óscar con otra mujer_hablo la señora de la casa.

_Nada, Emma que podría sentir, después de todo lo que pasó, lo único que podría sentir por el es desprecio, pero no puedo hacerlo, es el padre de mi hijo, mi tesoro más preciado_ respondió la joven sin ninguna expresión.

_No quise incomodar cariño, solo que el ha sido el único hombre con el que has estado, y eso es algo raro digamos, eres hermosa inteligente lo tienes todo, la verdad yo no entiendo como es que no has conseguido a alguien, aunque comprendo que en este pueblo no haya hombres interesantes_ hablo seria la señora pasando su guampa a su esposo.

_En eso tienes toda la razón, en el pueblo no hay alguien bueno, tal vez me vaya a buscar en la capital_hablo la joven con diversión_ además no tengo tiempo para eso dudo mucho que alguien me acepte en mi condición_ dijo cabizbaja la chica de hermosos rizos rojizos.

_Ire a hablar con tu sobrino mañana Juan, estoy dispuesta a hacer lo que sea, con tal de conseguir el dinero para poder viajar a Estados Unidos, y más ahora que se donde puedo encontrar a Óscar_ hablo seria la chica mirando a las dos personas frente a ella.

_Sabes que te apoyamos en todo, y confiamos en tomarlas una buena decisión_ la ánimo el viejo doctor.

_Muchas gracias, de verdad no sabría que hubiera pasado de mi sin ustedes, no saben lo importante que son para mi_ dijo la muchacha con las lágrimas saliendo a chorro y levantándose de su lugar par ir a hundirse en los brazos de la vieja pareja que desde que la conoció lo único que han hecho fue apoyarla cuidarla no solo a ella si no también a su pequeño tesoro.

_nosotros también te queremos muchísimo cariño, a ti a tu hijo, tu sabes que eres, esa hija que siempre soñamos tener, y siempre vamos a estar para ti apoyándote en todo_ hablo la Rubia tambiem con lágrimas en los ojos.

Luego de ese tierno momentos las tres personas se dirigieron a su habitación para poder descansar ya mañana sería nuevamente un día de lucha.

Anastasia después de tomarse una ducha y leer un libro en la pequeña biblioteca que tenía en sub pieza se fue a su cama para dormir, pero estaba lejos de conseguir el sueño.

Su cabeza daba vueltas y vueltas, no paraba de pensar en lo que le dijo Juan ace unos instantes.

Se preguntaba una y otra vez por que querría ayudarle aquel hombre cual era su intensión con ella.

En su cabeza también resonaba lo que en el pueblo decían del hombre, será capaz de haber matado a su propio hijo aquel hombre.

Pero Ana dejó pasar todo eso de lado, no importaba nada, si era por salvar la vida de su hijo ella estaba dispuesta hasta hacer un trato con el diablo, por que en Dios ya no creía, el la había abandonado hace mucho según ella.

Si tenía que matar a alguien, tal vez ella lo haría con tal de no ver sufrir más a su bebé, el motor de su vida.

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