Unidas

Capítulo 19

Después de terminar la llamada con Said; Elias volvió a reunirse en la sala con todos.

—Cecilia, ¿donde está?—preguntó Elías.

—En su recámara joven, tal vez esté dormida— contestó Alfonsina

—Esta bien, subiré a hablar con ella.—dijo Elías

Elias subió rápidamente a buscar a Cecilia, toco a su puerta.

—Adelanté—respondió Cecilia

—Podemos hablar?—preguntó Elias

—Claro que si. pasa, cierra la puerta y toma asiento—dijo Cecilia

—Le devolví la llamada a Said, le dije la verdad que iba a casarme y que no era bienvenido aquí en la casa.— le aseguro Elias

—Lamento mucho que esta situación cada vez te separe más de tu hermano.—comentó Cecilia

—Todos te ayudaremos a cuidar de este bebé, y por cierto. Vanessa sabe que el papá de tu bebé es mi hermano, ella fue testigo de las visitas de Said a tu recámara.— hizo Elias una pausa—Ella no te traicionará es bueno que lo hablaras con ella, de hecho me hizo mención de que sería prudente quedarnos aquí en la Gavia para estar con ustedes, ¿estás de acuerdo?.—preguntó Elias

—Claro que si, está también es tu casa.—Cecilia comenzó a llorar— Me siento tan avergonzada me deje llevar por mis deseos y no medí las consecuencias de mis acciones.—dijo Cecilia.

—Olvida todo ahora lo importante es que avancemos, Said no merece tus lágrimas aunque sea mi hermano. —dijo Elias

—Tengo tanto miedo, pero en fin. Vamos debo darle la bienvenida a tu familia, gracias por todo Elias.— dijo Cecilia.

Elias había omitido por completo que Said quería hablar con ella, ya era suficiente de todo lo que había hecho con Cecilia. Ambos llegaron a donde estaba la familia de Elias.

—Familia les presento a Cecilia, ella es la hermana de Vanessa y la dueña de La Gavia.— dijo Elias

—Es un gusto conocerla.—dijo Moshe— le presentó a mi esposa Ester y a mi hijo Salomón.—comentó Moshe

—Encantada de conocerlos a todos, sean bienvenidos a su casa.—dijo Cecilia.

—Eres tan bonita.—aseguro Ester —Tienes una hacienda hermosa. Y nos da mucho gusto estar aquí conociendo a personas tan maravillosas.—dijo Ester

—Gracias por los cumplidos Señora, siéntanse en confianza. Mañana pediré a mi capataz que les dé un recorrido por la hacienda, ¿saben montar?—preguntó Cecilia.

—Si, claro. ¿Dime tu eres soltera?.— preguntó Ester

—Mamá por favor, eso no se pregunta.— respondió molesto Elias

—Solamente es una pregunta, para que te enojas. No quiero ofenderla.—contestó Ester

—No se preocupe señora, soltera y bendecida, Y espero mantenerme así el resto de mi vida.—afirmó Cecilia— Fue un gusto saludarles se quedan en su casa con permiso.—salió Cecilia rápidamente de la sala.

Vanessa entendía la actitud de Cecilia, estaba frente a los abuelos de su bebé. Es normal que le recuerden al padre de su hijo, serían días difíciles para Cecilia.

Cecilia se mantenía recluida en su habitación, lloraba todo el tiempo y evitaba estar entre la familia. Sentía que estaba pagando una condena por haberse involucrado con quien no debía.

—Niña, ¿puedo pasar?.—preguntó Alfonsina

—Si entra Nana.— respondió Cecilia

—Mi niña estás así por el padre de tu hijo verdad.—comentó Alfonsina

—Si nana, me siento mal todo el tiempo.—entre lágrimas se confesaba Cecilia con Alfonsina— Me atormenta haber sido tan ingenua, nadie comprende lo que siento. Siento miedo de no poder salir con mi bebé adelante. Tengo el corazón destrozado y me duele pensar que el bebé pueda sentir estas emociones pero no se donde empezar para dejar todo atrás.—dijo Cecilia mientras Alfonsina la abraza.

—Basta niña deja de castigarte, no estás sola. Están tus hermanas, tu tía margarita y yo. Incluso tu abuela. Estamos aquí listas para ayudarte con ese regalo que trajiste a esta casa. Porqué eso es tu bebé es un regalo, no importa quien sea el padre. Lo que importa es que nos tiene a todos y jamás le va a faltar amor. Además no debe preocuparte lo que las personas puedan opinar las personas que te amamos no te juzgamos. Ese bebé traerá felicidad a esta casa. Además vas hacer la mejor madre del mundo y tu bebé te va amar toda la vida.—dijo Alfonsina.

Las palabras de Alfonsina eran alentadoras para Cecilia, ella tenía razón. Siempre habían salido de las tempestades juntos. Venían momentos felices para Cecilia y nuevas cosas por aprender pero sabía que todo estaría bien.

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