Sorpresas

Capítulo 17

Estaban a un día de la boda de Vanessa y Elias todo estaba listo. No tardaba en llegar la familia del novio, él había asegurado que sólo asistirían su madre y su hermano para estar presente en su boda. Cecilia estaba en su habitación su abuela no le hablaba, en cambio su tía margarita se sentía feliz con la noticia del bebé hace años que no llegaba un miembro a la familia, en eso le daba la razón a Rebeca él era el futuro de la familia y de preservar el apellido. Aunque margarita trataba de persuadir a Sara para que le hablara a Cecilia, ella no opinaba solo las dejaba que hablarán. Rebeca visitaba a la familia de su esposo que radicaba en Toluca, mientras Elias y Vanessa esperaban en el aeropuerto a la familia Cohen.

—Ya llegó el vuelo cielo, estás lista para conocer a tu suegra y tu cuñado?

—Estoy un poco nerviosa y qué tal si me rechazan.—

—Pues si te rechazan, ellos se pierden de ser parte de nuestra familia. Lo importante es que yo te amo y seremos felices juntos.—

Vanessa se sentía tan feliz de haber encontrado a Elias en su camino.

—¿Elias tú sabes quien es el padre del hijo de mi hermana verdad?—

—¿Por que me preguntas eso?—

—Porque una noche mire que Said se escabullía a la recámara de Cecilia. Y también los vi besándose en las caballerizas.—

—¿Por que no le preguntaste a Cecilia?—

—Porque no quiero atormentarla, dime guardare el secreto. Tengo razón verdad, ¿tú cómo te sientes con esta noticia?—

—Si es de mi hermano, pero Cecilia no quiere que Said se entere jamás. Prometí llevarme el secreto a la tumba. Me emociona la llegada de mi sobrino, sería el primer nieto de mis padres. Tendré la oportunidad de verlo crecer.—

—También guardaré el secreto, juntos cuidaremos de ellos. Todo va a salir bien.—

Vanessa amaba a su hermana, y esta vez se quedaría en la gavia para protegerlos tanto a Cecilia como al bebé.

—No puedo creerlo.—comenta Elias

—¿A que te refieres?—

—Allá viene mi madre, mi hermano Salomón y mi padre.—

—¿El es tu padre?—

Ellos ya habían visualizado a Elias, y se acercaron a ellos sin más demora.

-Hijo! Que gusto verte.

—Gracias por venir. mamá, papá, hermano ella es mi futura esposa Vanessa Sámano.—

—Es un placer conocerlos bienvenidos a México.—

—Eres hermosa y muy educada. Yo me llamo Ester soy tu suegra.—

—Yo soy Moshe tu suegro y él es Salomon hermano de Elias.—

—Es un gusto conocerte cuñada.—

—El gusto es todo mío, vamos iremos directo a la gavia o ¿quieren hacer algo aquí en la capital antes de irnos?—

—No, gracias venimos preparados, no queremos atrasarlos seguro siguen con los últimos detalles.—

Los suegros de Vanessa eran gentiles, esperaba que así siguieran durante el resto de sus días. Todos salieron rumbo a la Hacienda.

En casa Cecilia se la pasaba recluida en su recámara, tenía el corazón destrozado. Se sentía sola pero tenía que mostrar que estaba bien para no ensombrecer la boda de su hermana. Ya se comenzaba a abultar su vientre pronto todo el que la conocía se daría cuenta de su situación y tal vez los cuestionamientos serían tediosos De pronto su abuela entra a su habitación.

—Cecilia necesitamos hablar.—

—Si abuela toma asiento y dime que necesitas que hablemos.—

—Se que mi actitud ante esta situación no ha sido la mejor, pero necesito que comprendas que esto me duele y no por mi o por ti. Si no por tu hijo. Ustedes también crecieron sin sus padres.—

—Abuela, puedo sola con mi hijo. Además si es por el apellido creo que ser un Sámano es más respetable, que cualquier apellido que pudieran darle a mi bebé. Este bebé es solo mío.—

—¿Por que no quieres decirnos quién es el padre? ¿Te amenazo? ¿Es casado?—

—El padre de mi hijo está muerto, y los muertos no regresan. Por eso nunca va a reconocer a mi hijo. Además no se nada de él, no lo conocía solo fue una aventura. Vaya no soy perfecta abuela pero no es tu culpa, tu hiciste mucho por nosotras cuando éramos niñas. Perdón por no cumplir tus expectativas.—

La abuela hizo una pausa para meditar las palabras de su nieta, ella estaba triste tal vez era cierto que el padre estaba muerto. Tendría que vivir con el enigma del padre del bebé y seguir adelante para no atormentarla más.

—Se que esté bebé no necesitará a nadie más que a ti. Vamos quita esa tristeza cuando lo tengas en tus brazos serás la mujer más feliz del mundo.—

—Gracias abuela.—

Alfonsína tocó a la puerta de la habitación.

—Adelante—

—Señora en el teléfono buscan al joven Elias, es su hermano Said.—

Cecilia sintió que la sangre se le iba a los pies, podía ella recibir la llamada y aclararlo todo. Era su oportunidad, Pero algo la detuvo.

—Dile a Said que su hermano fue por sus padres al aeropuerto.—respondió la abuela Sara.

Cecilia interrumpió

—No, abuela recuerda que Elias no lo invitó. no creo que esté enterado de su boda. Nana dile que él se fue de viaje con Vanessa y que te deje el recado.—

—Ay mi niña le dije que iba a preguntar, no se le hará raro que le de esa respuesta.—

—Nana has lo que se te dice, por favor. Es más dile que no ande llamando aquí, que lo localice en el celular.—

—Como tu órdenes mi niña.—

Doña Sara no concebía la actitud de Cecilia hacia Said, ella había notado que se agradaban. Al parecer solo era la amabilidad mostrada por ser el hermano de Elias. Alfonsina bajó a darle razón a Said.

—Joven Said me dicen que están en la capital, que si gusta llamarlo a su celular de nueva cuenta tal vez ahora tenga suerte.—

—Entiendo, Alfonsina ¿la señorita Cecilia se encontrará?—

Alfonsina estaba pensando en que responder, Cecilia le acababa de pedir que le pidiera que no llamara más.

—No tampoco se encuentra joven, ella está en la otra hacienda y no sabemos cuando regrese.—

Said se entristeció con la respuesta de Alfonsina.

—Alfonsina anota mi número y dile cuando veas a Cecilia que me llame. Por favor ¿lo harás?—

—Está bien deme su número y yo se lo hago llegar, pero no le prometo que ella le regrese la llamada.—

Said le dictó el número y agradeció su atención. En verdad él quería escuchar su voz, ni un solo minuto dejaba de pensar en ella.

—Said, qué pasa contigo amor. Ya tengo rato llamándote.—

—Estaba tratando de localizar a mi hermano pero no se encuentra espero que me devuelva la llamada. ¿Que te dijo el doctor?

—Qué el tratamiento está bien, y qué tal vez está vez si funcione y si te soy honesta me siento mejor.—

—eso es lo más importante que estes bien.—

Said abrazaba a su esposa, hoy era un buen día para ella. Había días muy malos pero la medicina cada vez avanzaba más. Así ella podría tener una mejor calidad de vida.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***