La tequilera

Capítulo 12

Los tres viajaron a hacienda del Carmen en Jalisco, Cecilia quería despejar sus pensamientos. Sentía esa ansiedad por saber de Said pero realmente no tenía caso, él jamás habló de sentimientos o de tener una relación. Solo habían sido encuentros casuales, eso le dolía como una herida que no podía cerrar.

—Bienvenida Señorita Cecilia y señorita Vanessa.—

—Gracias Altagracia, te presento al joven Elias. Él es el novio de mi hermana Vanessa.—

—Bienvenido joven Elias adelante esta es su casa.—

Elias estaba maravillado con la hacienda la casa era también antigua pero en muy buen estado.

—¿Te gusta bebé?—

—Mucho Vanessa, ¿está hacienda también es de Cecilia?—

—Si, todo es de Cecilia. Pero ella es nuestra albacea. Verás mi abuelo la dejó como heredera universal, pero en el testamento dice que ella se haría cargo de todas en la familia. Mi abuelo siempre decía que las Haciendas y las empresas nos darían todo. Así que Cecilia es el miembro más importante de la familia.—

—Ella es muy joven y tarde o temprano ella se casará y tal vez quiera hacer su vida aparte.—

—Si, pero a diferencia de nosotras. Ella necesitaría encontrar un esposo que se quedara al lado de ella. Si Cecilia renunciara a todo, nos iríamos de picada. ¿Por qué te da curiosidad cariño?—

—Porque se ve que es muy solitaria y que solo vive para administrar las haciendas y negocios. Obvio estar al pendiente de ustedes.—

—Aprecias a Cecilia ¿verdad?—

—Si, y pienso que si algún día me aceptas para casarnos. Ella se convertirá en mi cuñada, mi hermana. Pienso en poder ayudarle con el todo lo que pueda.—

—¿En serio has pensado en casarnos?—

—Si, solo que se me hacía demasiado pronto para proponértelo. Me siento muy feliz contigo jamás había estado tan feliz al lado de una mujer.—

Cecilia, Vanessa y Elias estuvieron varios días en la hacienda. Cecilia le enseñaba cómo se manejaba la tequilera, el estado financiero y todos los procesos de producción. Era difícil para ella seguir evitando preguntar por Said pero era mejor así. Debería dejar de obsesionarse con él y dejar de gastar tanta energía en alguien que no la quiere.

—Cecilia gracias por todo lo que me enseñaste en estos días y por abrirme las puertas de tu familia.—

—No tienes que agradecer, eres una gran hombre y realmente te dire mis intenciones. Espero que Vanessa y tu lleguen a formar una familia. De mis dos hermanas ella es la más frágil, y quiero a alguien que la pueda guiar y cuidar. Tal vez suene algo anticuado, pero somos una familia tradicional.—

—Te entiendo, y si mi intención es casarme con ella. Es dulce, noble y tierna. Además inteligente.—

—Me alegra escucharlo. Bueno volveremos a la Gavia. Iras con nosotras o planeas ir a la capital, todo va bien en la constructora. Y ya debieron de haberte llegado tus primeros activos.—

Cecilia se despidió de Altagracia y salieron rumbo al aeropuerto que estaba en la capital del estado. Definitivamente la tequilera y la hacienda sería para ellos se sentía tranquila porque no solo su hermana tendría un buen esposo, ella ganaría un hermano.

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